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» SL24
Fecha: 14/04/2025 10:41
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp Comienza una semana decisiva para el futuro inmediato de Vicentin y sus trabajadores. A catorce días del mes de abril, los empleados de las plantas de Ricardone y Avellaneda todavía no cobraron un solo peso del sueldo correspondiente a marzo. La incertidumbre es total y la tensión crece en el corazón del Cordón Industrial. El viernes, la empresa emitió un comunicado en el que asegura que, gracias al adelanto de fazones por parte de la Unión Agrícola de Avellaneda y Bioenergía SA, podría reactivar parcialmente la producción en sus plantas y abonar el 50% de los salarios: un 25% esta semana y otro 25% a fin de mes. Pero la propuesta está sujeta a la aceptación por parte de los trabajadores. Hasta el momento, no se informó si hubo asambleas para debatirlo ni si los gremios pondrán el ofrecimiento sobre la mesa. Mientras tanto, la situación económica de los empleados es crítica: hay denuncias concretas de familias que ya tienen problemas para garantizar un plato de comida, como lo expresó el secretario gremial de SOE durante la audiencia del viernes pasado en Reconquista, convocada por el juez Fabián Lorenzini. Números rojos, tensión en aumento En esa misma audiencia quedaron expuestas las dificultades económicas profundas de la compañía. Para poder funcionar con regularidad, Vicentin necesita procesar unas 400.000 toneladas de soja por mes, volumen que le permitiría reunir los 5 millones de dólares mensuales necesarios para cubrir sueldos, servicios esenciales como gas y luz, e insumos clave. Pero hoy ese número es inalcanzable. La empresa opera en un escenario de limbo jurídico y financiero, sin la capacidad operativa ni la espalda económica para sostener el esquema que la actividad agroexportadora exige. Mirá también Dos fazones permitirían que Vicentin pague el 50% del sueldo a todos sus trabajadores Paz social en jaque Los gremios ya advirtieron lo que está en juego. Sin respuestas concretas, el conflicto puede escalar rápidamente. La paz social en el Cordón Industrial pende de un hilo, y con ella, también el ingreso de divisas que genera uno de los complejos agroexportadores más importantes del país. En medio del proceso judicial por el vaciamiento y la inestabilidad operativa de las plantas, la semana que empieza será decisiva para cientos de familias, para el equilibrio de las economías locales y para la confianza en el sistema productivo.
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