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» Diario Cordoba
Fecha: 13/04/2025 17:29
"Hay una razón por la que los productos de menor valor añadido se fabrican en el extranjero: porque el coste de la mano de obra es mucho menor. Esto ayuda a mantener unos márgenes empresariales saludables, lo que, a su vez, significa que los consumidores pueden pagar un precio más bajo", sostiene Jack Janasiewicz, gestor del banco francés Natixis. Las ideas del libre comercio que se impusieron tras la Segunda Guerra Mundial están en crisis con Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. En su ya histórico discurso en la Casa Blanca en el Día de la Liberación, como lo describió él mismo, anunció aranceles "recíprocos" contra 57 países y un gravamen mínimo del 10% a todas las importaciones globales. En el caso de la Unión Europea se situaban en el 20%, para China se revisaron al alza hasta el 145% tras las represalias aplicadas por Pekín a la importación de bienes estadounidenses, que replicó el miércoles con una tasa del 84%, posteriormente elevada al 125%. El mismo miércoles, Trump volvió a mover ficha y sorprendió al mundo con uno de sus ya conocidos anuncios en su red social Truth Social: una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles a todos los países y una reducción hasta el 10%, salvo para el gigante asiático. "Trump busca acuerdos ventajosos para EE.UU., busca reducir su déficit fiscal ,y lo que hemos visto estos días es una ceremonia de la confusión totalmente intencionada. Lo que no vemos es un pacto entre China y EE.UU., que son realmente enemigos y no descartamos que Pekín dé la pelea con una devaluación de su divisa", valora Víctor Alvargonzález, fundador de la firma de asesoramiento Nextep Finance. Inédito desde 2020 Esta sacudida al orden establecido ha desencadenado una tormenta en los mercados bursátiles de todo el mundo no vista desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020, con cuatro jornadas de caídas acumuladas superiores al 12% en el índice S&P 500 que llegó a volatilizar 10 billones de dólares. Antes de los anuncios de Trump, Wall Street acabó marzo protagonizando el peor mes y el primer trimestre más bajista desde 2022, con un desplome del tecnológico Nasdaq del 10,4% desde el comienzo de año y del 4,6% en el S&P 500. La peor parte, sin embargo, se la llevó el mercado de renta fija después de que se produjese una venta masiva por parte de los traders que hizo repuntar el coste de la deuda hasta el 4,425%. China es el tercer tenedor de la deuda estadounidense con el 8,4% de los bonos, solo detrás de la Reserva Federal con el 47,2% y Japón con el 11,9%, según los datos de Bloomberg. La rectificación del presidente llega después de que la preocupación se extendiese entre los grandes directivos de Wall Street e incluso llevó a uno de los grandes apoyos de Trump, la del magnate Elon Musk a pedir "aranceles cero" para la UE tras perder 600.000 millones de dólares por los descensos en bolsa de las acciones de una de las compañías que dirige, Tesla. "La mayoría de los consejeros delegados con los que hablo creen que ya estamos en recesión", advirtió el presidente de la mayor gestora de activos del mundo BlackRock, Larry Fink. A esta firma también le siguieron los mayores bancos de inversión de EE.UU., que aumentaron en los últimos días la probabilidad de recesión en la principal economía del mundo desde el 15%-20% hasta una horquilla del 30%-35%. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) preveía a comienzos de año un crecimiento del 2,7% para la economía estadounidense, mientras que, tras el impacto de los aranceles, la OCDE ha ajustado esta cifra hasta el 1,7%. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de España ha señalado esta semana que la incertidumbre en el comercio mundial podría restar hasta 0,5 puntos de crecimiento de la economía española si no se corrige rápidamente y el Banco de España se ha abierto a revisar su previsión de crecimiento para 2025 ante los aranceles. Asimismo, otro efecto que generan los aranceles es la inflación, una de las grandes preocupaciones de los votantes del Partido Republicano y que penalizó a la candidata demócrata, Kamala Harris, en su carrera hacia la Casa Blanca. Desde CaixaBank Research aseguran que "un incremento arancelario de esta magnitud introduce riesgos al alza para la inflación en EEUU de un 1,5% adicional y un escenario de menor crecimiento a nivel global, en Asia en particular". Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en las pantallas de la Bolsa de Nueva York. / 'activos' Entre los menos afectados Morgan Stanley calcula que los aranceles tendrán un impacto negativo en el PIB de la eurozona de 60-120 puntos básicos. "La parte baja del rango asume el impacto directo de los aranceles, mientras que la parte alta asume también el impacto de la incertidumbre y las tensiones financieras", explican desde el banco de inversión norteamericano. En el caso de la economía española, Funcas calcula que la imposición de un arancel del 20% a los países de la UE restaría directamente entre 2 y 3 décimas al PIB, lo que deja a España entre los estados miembros menos afectados junto a Francia, frente a Alemania, Italia e Irlanda, que serían las economías más dañadas por las políticas proteccionistas de Trump. Para la mayor economía europea, Morgan Stanley ve probable que el impacto sea casi el doble del estimado para la eurozona, y que los riesgos en torno al crecimiento puedan llegar a compensar el impulso del paquete fiscal anunciado por el futuro Gobierno de democristianos y socialdemócratas de 500.000 millones de euros. "Las exportaciones españolas hacia EE.UU. ascienden a 18.100 millones de euros, es decir el 1,1% del PIB español. Sin embargo, la dependencia del mercado estadounidense es mayor, por los suministros aportados por empresas españolas a exportadores de otros países, sobre todo europeos", añaden desde el servicio de estudios de la asociación bancaria CECA. El informe sostiene que un arancel del 20% podría generar una reducción del volumen exportado directamente a EEUU del 20%, en línea con lo ocurrido durante el primer mandato del republicano. Los sectores que pueden verse más perjudicados en España son los fabricantes de maquinaria, el aceitero, el vinícola, el químico y el astillero. El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado ya un plan de ayudas a las empresas afectadas por la guerra comercial de 14.100 millones en ayudas, de los que 7.400 millones serán de nueva financiación y 6.700 millones de instrumentos ya existentes, de los cuales el 25% se destinará a empresas catalanas fruto del pacto entre el Ejecutivo central y Junts. Sánchez es consciente de que la economía española se juega mucho y ha estado esta misma semana en China y Vietnam, en la primera visita oficial de un mandatario español en el país. Además, llama la atención que en plena escalada de la tensión entre EEUU y China haya sido el único presidente de un Estado de la UE que se haya significado con un viaje a Pekín. La delegación española ha estado formada por CEOE, la Cámara de España, Adif, Grupo Antolín, Escribano, Indra, Palladium, Premo, Recover, Renfe, Rolser y Talgo. Vietnam prevé invertir en infraestructuras entre 39.000 y 59.000 millones de euros hasta 2030. España busca, además, ser el emplazamiento de la nueva planta de la automovilística china BYD que busca establecer una fábrica en la UE. "Estamos en un marco drásticamente nuevo y Europa tiene que empezar a pensar cómo adaptarse a esa nueva realidad", puntualiza el investigador principal del Real Instituto Elcano, Miguel Otero. El arte de negociar "Los aranceles recíprocos no son en realidad recíprocos. Los números tienen poco que ver con la reciprocidad, ni aun tratando de cuantificar algo tan etéreo y complejo como las barreras no arancelarias. En su lugar, la Administración de Trump ha publicado una fórmula edulcorada [...], que no es más que la mitad del cociente entre el déficit comercial y las importaciones. El sencillo cómputo deja un marco de negociación más tedioso, pues lo que estaría en juego es movilizar un cambio en la balanza comercial que no está bajo el control directo de los gobiernos", según indican desde Banca March. De hecho, los rebotes en bolsa de los últimos días se explican porque Washington ha abierto la puerta a negociar con los países un marco normativo que reduzca el déficit estadounidense, pero al mismo tiempo no suponga el desabastecimiento de sus mercados. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha mostrado dispuesta a negociar, al mismo tiempo que ha aprobado el primer paquete de aranceles contra la economía norteamericana: 25% a una lista de 1.600 productos por valor de 21.000 millones de euros para responder a los aranceles del 25% que EE.UU. ha impuesto al acero y al aluminio. Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se verá con el presidente estadounidense el jueves, 17 de abril, para proponer "cero aranceles" industriales para la UE. Si las negociaciones no llegan a buen puerto los países tienen a su disposición una serie de mecanismos para intentar reducir el impacto de las políticas proteccionistas de Estados Unidos que van desde las devaluaciones de divisas hasta la reducción de los tipos de interés, como anticipa Alvargonzález que hará el Banco Central Europeo (BCE), con el objetivo de mantener la competitividad de las exportaciones e incentivar la economía.
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