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  • En quiénes recaerá la mayor parte del ajuste, según la letra chica del acuerdo con el FMI

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 15/04/2025 07:30

    El nuevo entendimiento entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) traza un panorama exigente para las cuentas públicas de 2025. El compromiso asumido por la administración de Javier Milei implica un esfuerzo fiscal importante: contempla para este año un superávit primario del 1,3% del PBI en tanto que, como era previsible, prevé que el superávit financiero sea cero. Este objetivo, aunque menor al que el propio Presidente proyecta, no será fácil de alcanzar. Conseguir ese número será todo un desafío para el Ministerio de Economía, más allá de que el presidente Javier Milei dijo que va a procurar que alcance al 1,6%. Con esa aspiración, el mandatario busca marcar una diferencia frente al acuerdo firmado, elevando las expectativas sobre los resultados fiscales. El documento aprobado por el board del FMI también señala que este año el esfuerzo de ajuste será del 0,5% del PBI y el año pasado cerró con 1,8%. Se podría decir, entonces, que para mantener el 1,8% del año pasado el Gobierno tendría que hacer otro ajuste de 1%”. Los consumidores, los principales aportantes del ajuste Uno de los puntos que más controversia genera es el impacto que tendrá el plan económico sobre los usuarios. Para llegar al 1,3%, el 46% deberá ser aportado por los consumidores, que tendrán que soportar la eliminación total de subsidios. Esta decisión forma parte de la política del gobierno de reducir el gasto público a través del recorte de transferencias y beneficios. Otro dato relevante del acuerdo es que, por primera vez, se vislumbra un esquema fiscal detallado para este año. Un dato a tener en cuenta es que el acuerdo con el FMI expone el primer esquema oficial de gastos e ingresos para la Argentina en 2025, debido a que el Gobierno este año decidió manejarse con el Presupuesto 2023 prorrogado. En este sentido, el plan detalla cuánto piensa gastar el Estado y de dónde prevé que saldrán los fondos. La baja en los ingresos es significativa: Según señala el documento del organismo, por el desmantelamiento de ingresos extraordinarios generados el año pasado el programa prevé un achique de ingresos total equivalente al 1,3% del PBI. Caída de ingresos y compensaciones fiscales En el detalle, se menciona que “la eliminación del Impuesto PAIS representa 1,1% del Producto”. A esto se suman otras reducciones: “se estima que el efecto licuación por la devaluación de 2023 fue de 0,2%, que se pierde también; mientras que las rebajas de impuestos y anticipos del paquete fiscal que entraron ya en 2024, dejarán de aportar otro 0,2% este año”, señala el informe del diario Ámbito Financiero. Sin embargo, no todas son bajas. A favor jugarán las retenciones a las exportaciones, que generan un efecto positivo de 0,2% del PBI debido a la base de comparación con el 2024, que fue más baja. Estas ayudarían a mitigar parte del impacto negativo de los menores ingresos. Para contrarrestar la caída, se prevé también una mejora en la recaudación mediante nuevas medidas impositivas. Por medidas para generar más ingresos se esperan este año recursos por 0,4% del PBI. Estos provendrán de una reforma fiscal que dejaría 0,2% del PBI y el aumento del impuesto a los combustibles, que aportará otro 0,3%. En el sentido contrario actuará la reducción temporaria de las retenciones, que generará una pérdida del 0,1% del PBI. Ajustes en el gasto y dudas sobre la sostenibilidad El ahorro estatal también será un componente central del ajuste. En cuanto al gasto, allí se concentra el corazón del ajuste de este año. Habrá un ahorro del 0,8% del PBI, que se compone de 0,6%, por eliminación de subsidios y 0,2% por una mejora en el gasto social. “Por otro lado, se prevé que la combinación de mejora del dinamismo fiscal con el mayor gasto indexado, implicará un déficit del 0,3% del PBI, que se divide en una mejora de ingresos para seguridad social del 0,6%, que se compensa con suba del gasto social del 0,6%. Los ingresos no fiscales caen 0,3% del PBI. En tanto, otros gastos no especificados representan un déficit de 0,1% del PBI. La promesa de Milei, sin embargo, va más allá del propio acuerdo. Prometió que en 2025 el superávit primario será del 1,6% del PBI, es decir, 0,3 puntos por encima de lo acordado. Esto elevaría el ajuste a un total de 0,8% y transformaría la diferencia en superávit financiero. Aumentos, sin espacio para bajar impuestos Expertos señalan que no está claro cómo se lograría ese objetivo adicional. Los analistas no tienen en claro de dónde provendrían los recursos. Algunas estimaciones apuntan a un efecto indirecto: Algunos suponen que el efecto del congelamiento del bono de $70.000 de los jubilados con la mayor inflación que habrá ahora tras la modificación del régimen cambiario, podría licuar el gasto en parte. “Según señala el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en años sucesivos, ‘el ajuste fiscal en el resultado primario se incrementa de manera significativa’”. El informe del CEPA detalla el sendero del ajuste futuro: “‘En 2026 asciende a 2,2% y en 2027 a 2,5%. Si bien el ajuste fiscal es de 0,9% entre 2025 y 2026, éste no se traduce en mejora del resultado financiero: la diferencia son servicios de deuda’”. Esto significa que, a pesar del ajuste, el dinero que se ahorre se destinará principalmente al pago de intereses. De esa manera, al Gobierno le quedará escaso margen en los próximos años para ensayar rebajas de impuestos importantes.

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