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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/04/2025 02:47
Donald Trump decidió pausar por 90 días los aranceles recíprocos anunciados días atrás (Foto: Cien-Adex) La guerra comercial entre EE.UU y China, que se profundizó en la última semana, empieza a reconfigurar el intercambio a nivel global y Argentina no está exenta de los vaivenes. Es sabido que, al menos en principio, los exportadores locales se verán afectados por la suba de aranceles pero no son los únicos: los importadores también analizan estrategias ante un posible incremento de precios en los Estados Unidos. El conflicto escala y retrocede en cuestión de horas, razón por la cual en las empresas impera la incertidumbre y el “wait and see”. Mientras tanto, en el mercado financiero prima la volatilidad y las expectativas de nuevas negociaciones que calmen las aguas. Por el momento, el presidente Donald Trump decidió pausar por 90 días los aranceles recíprocos anunciados días atrás y decenas de países, incluido Argentina, pagarán “solo” un 10% por ingresar sus productos a territorio norteamericano. La disputa comercial entre ambos gigantes va a generar una caída de la actividad a nivel global y un desvío de comercio por parte de China hacia el resto del mundo (Pérego) En cambio, el gobierno republicano aumentó a 125% el arancel a China más un 20% en concepto de penalización por el tráfico de fentanilo, y Beijing comunicó que elevará de 84% a 125% el gravamen a los bienes estadounidenses en represalia. En términos generales, advirtió Gustavo Pérego, director de la consultora Abeceb; la disputa comercial entre ambos gigantes va a generar una caída de la actividad a nivel global y un desvío de comercio por parte de China hacia el resto del mundo, con artículos baratos inundando el mercado. Esto responde a la enorme cantidad de mercadería que dejaría de venderle a EE.UU. El gobierno republicano aumentó a 125% el arancel a China (Imagen: Shutterstock) Cabe mencionar en ese sentido que, de acuerdo a datos oficiales, las exportaciones norteamericanas a China en 2024 fueron de USD 143.500 millones, a la vez que las importaciones de ese origen totalizaron USD 438.900 millones. Así, el déficit comercial de EE.UU con ese país llegó a USD 295.400 millones. En consecuencia, por el excedente, se podría desencadenar una baja en los precios internacionales. La recesión también implicará una reducción en los valores de las materias primas o commodities, lo que impacta de lleno en los envíos de Argentina. Las exportaciones norteamericanas a China en 2024 fueron de USD 143.500 millones, a la vez que las importaciones de ese origen totalizaron USD 438.900 millones Ahora bien, fuentes del sector importador argentino indicaron que los aranceles impuestos por la administración estadounidense podrían traducirse en un aumento de precios en los bienes comprados por EE.UU a China. Si bien esto afecta principalmente a los consumidores norteamericanos, repercutiría asimismo sobre los insumos importados del país asiático que utilizan para producir y después exportar. “Probablemente, esos productos se encarezcan y se generen algunos desvíos de comercio, y Argentina busque importar desde otros orígenes, siempre que existan sustitutos”, explicaron las fuentes, aunque contaron que se mueven con cautela por el dinamismo de la situación. Lo que más se importa de EE.UU. son bienes de capital y bienes intermedios (Adrián Escandar) Lo que más se compra a EE.UU son bienes de capital y bienes intermedios, como gas, gasoil, componentes para herbicidas, productos químicos, electrónicos y cajas de cambio, entre otros. Y los montos no son menores: en 2024 las importaciones de esa procedencia sumaron USD 6.226 millones, incluso con recesión mediante. Marisa Bircher, ex secretaria de Comercio Exterior, consideró que es posible que se vuelvan más costosos aquellos bienes con componentes chinos pero duda que Argentina tenga que sustituir importaciones de EE.UU debido a que los exportadores van a querer mantener sus mercados. De todas formas, “cualquier proyección que hagamos hoy en día es apresurada ante una guerra comercial que todavía no terminó”, sostuvo. Cualquier proyección que hagamos hoy en día es apresurada ante una guerra comercial que todavía no terminó (Bircher) Por su parte, José Luis Lopetegui, asesor y secretario de Comercio Exterior de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), destacó que las pymes importan mucha tecnología, químicos y maquinarias de EE.UU. Respecto a esas últimas, aseguró que es difícil buscar nuevos proveedores, dadas las incompatibilidades de las piezas. Igualmente, Lopetegui dijo que aún están analizando qué productos serán más caros y cómo repercutirá. Lo que tiene claro es que “las pymes vamos a sufrir”. La Unión Industrial Argentina (UIA) ya había mostrado su preocupación por el panorama. Advirtió que, en este escenario global, “la reducción que hizo el gobierno argentino para la importación de productos como textiles, calzado e indumentaria sin desarrollar previamente una agenda integral de competitividad (financiamiento, baja de impuestos, infraestructura y energía) podría tener un impacto negativo mucho mayor del esperado originalmente”. La UIA pidió la puesta en marcha de políticas que incluyan la reducción de la presión tributaria al sector formal de la economía (Foto: EFE) “Las autoridades destacaron que el contexto mundial demanda una inserción internacional inteligente que promueva las exportaciones con valor agregado y preserve el mercado interno frente a potenciales desvíos de comercio y prácticas de dumping”, analizó la junta fabril. La entidad reclamó la puesta en marcha de políticas que incluyan la reducción de la presión tributaria al sector formal de la economía, incentivos al empleo, la mejora en la infraestructura y las luchas contra la informalidad y el contrabando. En la industria textil, impactada por la desregulación del comercio exterior, ya habían alertado por la indumentaria proveniente de China, donde los costos laborales son menores, subsidian su producción y exportaciones y llevan a cabo estrategias de dumping, una práctica con la que las empresas venden a precios inferiores a los del mercado interno o incluso por debajo de sus costos, con el objetivo de ganar participación y eliminar a la competencia local. Exportaciones Por otro lado, la decisión de Trump de pausar por 90 días la suba generalizada de aranceles y fijarlos en 10% para la mayoría de sus socios comerciales elimina la ventaja comparativa que Argentina mantenía frente a otras economías que recibieron gravámenes más altos. Vale resaltar que el año pasado EE.UU fue el segundo mayor destino de las exportaciones locales, con ventas por USD 6.454 millones, representando el 8,1% del total. En 2024 el 58% de los productos argentinos ingresaban con 0% de arancel y 20% lo hacía con tan solo 1%. Ahora esas cifras ascienden a 10 por ciento (GMA Capital) En perspectiva, detalló un informe de GMA Capital, en 2024 el 58% de los productos argentinos ingresaban con 0% de arancel y 20% lo hacía con tan solo 1%. Ahora esas cifras ascienden a 10 por ciento. Sin embargo, la consultora apuntó que “hay excepciones que juegan a nuestro favor: productos de petróleo, oro y carbonato de litio, quedaron excluidos, los cuales representaron dólares por USD 3.294 millones”. Las mayores alertas están en acero y aluminio, para los cuales se determinó una tarifa del 25%, y alimentos.
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