Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • “Lunes negro”: la debacle global golpeó a Argentina pero Milei ratificó el rumbo

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 08/04/2025 14:23

    A raíz de las medidas proteccionistas de Trump, hubo un derrumbe generalizado en todos los mercados mundiales. El país no fue la excepción, con caídas en bonos y acciones y suba de los dólares paralelos y el riesgo país. En paralelo, siguió la baja de reservas del Banco Central. El Presidente libertario posteó que, gracias al superávit fiscal, se evitaron consecuencias peores. Urge un acuerdo con el FMI y un desembolso inmediato El presidente, Javier Milei, destacó que la crisis financiera global encuentra a Argentina con “superávit fiscal” para hacer frente a este momento. El jefe de Estado retuiteó un posteó de una cuenta que sostenía: “Decí que gracias al Javo todo este quilombo mundial nos agarró con superávit fiscal”. Ésta fue la primera expresión pública del Gobierno argentino sobre la grave crisis global. El sacudón en los mercados internacionales en este “lunes negro” con pantallas financieras en rojo y destrucción de valor de empresas en todo el mundo encontró al Gobierno inclinado hacia un acuerdo urgente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita reforzar las reservas del Banco Central para capear el temporal externo. En el Poder Ejecutivo aseguran que una corrección fuerte de los activos financieros globales era esperable y que necesitarán continuar con las señales de ortodoxia fiscal y monetaria para evitar un impacto mayor. En ese contexto, la lectura en los despachos oficiales fue que el escenario de base con el que trabajaba el Gobierno era de una posibilidad cierta de shock externo, una postura que, aseguran miembros del gabinete, fue expuesto por funcionarios en foros globales como reuniones del G20 durante el 2024. “Era claro que venía una corrección fuerte”, mencionó a Infobae un integrante de la mesa de decisiones de la Casa Rosada. Por esa razón, en el Gobierno creen que no sería conveniente sobreactuar medidas anticipatorias o defensivas más de las que ya puede ofrecer al mercado: “Lo mejor que se puede hacer es ser más ortodoxos que nunca en lo fiscal y monetario”, dijeron. La parte más frágil de ese esquema, mencionan, sigue siendo el nivel de reservas en el Banco Central y es en ese momento en el que cobra mayor urgencia el acuerdo con el FMI, que aseguran que se encuentra en su recta final. Tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, habían asegurado que era esperable una volatilidad de corto plazo, en referencia a las tensiones cambiarias que comenzaron desde mediados de marzo, aunque la tensión global multiplicó ese escenario. “Es cierto que en otro momento una crisis así hubiera hecho tambalear al país. Esta vez no va a ser el caso ni mucho menos. Los fundamentals siempre prevalecen”, concluyeron desde los despachos oficiales. Las lecturas del mercado dan cuenta de que la decisión de Trump genera un dilema para la economía global y que a la Argentina la encontró en medio de un proceso decisivo. “Las circunstancias parecen estar dando lugar a una tormenta perfecta para Argentina: el shock internacional negativo se combina con demasiadas idas y vueltas con el acuerdo con el FMI, en un marco donde tanto EEUU como el propio organismo podrían tener otras urgencias”, mencionó un informe de PxQ. “Si el mundo se encamina a una guerra de monedas, el FMI es justamente el organismo que debería prevenir tal dinámica. Sin embargo, el detalle es que su principal accionista, EEUU, es justamente el que parece tener por objetivo tal conflicto. La especulación sobre las demoras en el acuerdo con el FMI nos llevan a pensar que el Gobierno se encuentra atrapado en su promesa de reducir la inflación y demostrar que la apreciación del peso es una señal del éxito de su programa, y no un ancla insostenible para la desinflación”, remarcó PxQ. “Especulamos que, sin un sustantivo apoyo político por parte de EEUU, el toma y daca ofrecido por el organismo es el clásico: cuanto más plata fresca se solicite, más alta deberá ser la corrección cambiaria para garantizar que esos recursos fortalecerán las arcas del BCRA y no sean utilizados para sostener el ancla cambiaria. El esperable rebote de la inflación y su impacto negativo sobre la imagen del gobierno de cara a la elección, aumenta la probabilidad del escenario en el que el gobierno prefiera poca plata fresca a cambio de poco o nada de modificación del esquema cambiario”, concluyó. Mercados “en negro” La debacle de la cotización de activos financieros globales, que se extendió por tercera rueda consecutiva ante la alta tensión por las tarifas comerciales, golpeó a las variables de Argentina en todos los frentes. Además de amplias caídas en las valuaciones de acciones y bonos, los dólares alternativos subieron a nuevos máximos desde julio y las reservas del Banco Central perdieron más de US$300 millones por efecto de la depreciación del yuan chino y del oro. En medio de un confuso panorama inversor por la guerra de aranceles cruzados, los ADR argentinos que cotizan en Wall Street experimentaron intensas fluctuaciones. Tras una apertura negativa con caídas que llegaron a superar ocho por ciento, los títulos argentinos operados en dólares en Nueva York cedieron hasta 6,8%, encabezadas por Corporación América, escoltada por Grupo Galicia (-6,7%), Banco Francés (-6,5%) y Ternium (-6,5%). Al mediodía los papeles argentinos se recuperaron brevemente, impulsados por rumores de una posible suspensión de los aranceles impuestos por Estados Unidos. No obstante, la desmentida de la Casa Blanca sobre dicha medida provocó que los activos argentinos volvieran al terreno negativo hasta el cierre de las operaciones. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires retrocedió 3,9% a 2.025.967 puntos, un mínimo desde el 12 de noviembre. Los bonos Globales y Bonares de Argentina promediaban una rotunda caída de 3,7%, mientras que el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con sus pares emergentes, subió 42 unidades para la Argentina, en los 960 puntos básicos. Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, explicó: “Los bonos argentinos en dólares vienen cayendo más que comparables de otros países dado que la situación global actual de volatilidad por aumento de tarifas comerciales de EEUU se suma a la dinámica adversa que muestran los activos argentinos desde los picos de valuación de enero 2025. Esto se debe a que hay, incluso en la previa a desatarse el conflicto global por aranceles, dudas del mercado respecto a qué implicará en materia de esquema cambiario y acumulación de reservas el nuevo acuerdo de Argentina con el FMI por US$20.000 millones”. “La clave pasará por ver qué tanto termina afectando a los flujos de exportación de Argentina la tensión comercial global ya que podría implicar menores flujos, dificultando la acumulación de reservas genuinas, ya sea por efecto de menores precios o por efecto de menores cantidades de darse una recesión global. Luego de eso, habrá que evaluar la letra chica del acuerdo con el FMI y sus implicancias respecto tanto a metas cuantitativas como a esquema cambiario a adoptar, que es lo que en definitiva podría permitir a Argentina reducir riesgo país y poder volver a los mercados internacionales de deuda. En ese sentido, la escalada en la tensión global no ayuda, ya que, por lo dicho previamente, el contexto puede implicar que ahora Argentina deba hacer mayores esfuerzos de política doméstica para bajar la prima de riesgo en un contexto internacional más volátil”, apuntó Franco. Eduardo Levy Yeyati, Chief Economic Advisor de Adcap Grupo Financiero, consideró: “Trump lanza su ‘muro de aranceles’ y los mercados se derriten. Wall Street entra en caída libre, China responde fuerte y Europa busca su propio escudo. Ya se sienten los costos políticos en los EEUU, pero Trump está aún lejos de recular. El comercio global se redibuja mientras se encienden las alarmas de recesión y repunte inflacionario. En América Latina, el 10% tiene doble filo: un golpe en la línea de flotación de una región con costo financiero creciente, y un beneficio relativo transitorio. La guerra ya no es comercial: es financiera, estratégica y global”. Dólar y reservas Por lo demás, el dólar libre ganó 35 pesos o 2,7% ayer lunes, para terminar a $1.345 para la venta, el precio más elevado desde el 26 de agosto del año pasado. En lo que va de 2025, la divisa informal progresa 115 pesos o un 9,3%, por encima de la inflación del período. Con un dólar mayorista que finalizó sin variantes, a $1.076, la brecha cambiaria se amplió a 25%, la más grande desde el 22 de octubre del año pasado (26%). “El dólar mayorista no comenzaba una primera rueda semanal sin cambios desde el 17 de marzo pasado”, comentó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. Las paridades financieras del dólar, implícitas en los precios de acciones y bonos que son cotizados en simultáneo en la Bolsa local y los mercados del exterior, operan con un incremento de unos 30 pesos o un 2,3%. El dólar MEP mediante bonos cerró en los $1.361,90, mientras que el “contado con liqui” llegó a 1.362,35 pesos. Se trata de las cotizaciones más elevadas desde el 12 de julio del año pasado. El monto operado en el segmento de contado del mercado mayorista creció unos US$65 millones respecto del viernes, a US$394,5 millones, aunque el Banco Central volvió a vender divisas, en esta ocasión por US$35 millones, para compensar la oferta. Por lo demás, todos los mercados sintieron el impacto y mostraron bajas generalizadas.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por