02/04/2025 06:46
02/04/2025 06:44
02/04/2025 06:43
02/04/2025 06:42
02/04/2025 06:41
02/04/2025 06:40
02/04/2025 06:39
02/04/2025 06:38
02/04/2025 06:37
02/04/2025 06:36
» La Capital
Fecha: 31/03/2025 20:45
Malcorra festeja con Ferreira el primero de Central ante River. Centro del 10 y testazo a la red del paraguayo en el Monumental. Central dio una muestra de carácter en el Monumental frente a River , con el que estuvo a nada de perderlo, pero al que estuvo a nada de torcerle el brazo. Ya ese solo dato alcanza para poner sobre la mesa esa idea de que el equipo de Holan mostró, cuanto menos, atrevimiento contra un rival súper complejo. Y asa postura tuvo su premio, porque si bien es cierto que Independiente se le fue dos puntos arriba, el Canalla mantuvo a raya a River y San Lorenzo. La clasificación ya es prácticamente un hecho y sólo le falta el aval final de los números. Para lo que es la historia de Central frente a River , el no haber quedado de rodillas puede tomarse como un éxito. También por esos resultados adversos frente a los denominados grandes, incluido el ciclo de Ariel Holan. Todo eso en la balanza también se debe poner. Pero hubo cuestiones futbolísticas que estuvieron íntimamente relacionadas con ese resultado y ese partido un tanto loco, en el que Central tuvo una gran virtud: el no resignarse ni desesperarse. Las virtudes que mostró Central La inteligencia que debía tener a su servicio la logró poner en práctica ya de entrada y eso fue un mérito en sí mismo. Quedó claro que la idea nunca fue refugiarse ni guarecerse en su propia área y que la intención de la presión debía trascender a cualquier cosa. Central lo hizo e incluso encontró la ventaja en una jugada de pelota detenida, pero que dejó la sensación de contar con trabajo en la semana. Leer más: Holan y un Central "valiente" Es que hasta el gol de Sebastián Ferreira el trámite era repartido y hasta con Central en una mejor postura. Pero justo después de eso comenzaron las muestras de los que fue una prueba de carácter. Puede sonar contradictorio el hecho de que después de ese gol River fue cuando más ventaja le marcó desde lo futbolístico, pero nunca en la medida como para que el arco canalla pasara demasiada zozobra. Fue una muestra de carácter, sabiduría y aplomo no desesperarse tras el empate de Martínez Quarta y no permitir que River se transformara en una topadora, incluso con rendimientos propios que a esa altura ya habían demostrado que el partido les iba a costar. Entonces, el ponerle a River nuevamente la mano en el pecho y frenarlo habla de un mérito, incluso con un Ignacio Malcorra y un Jaminton Campaz a los que se les hacía complicado sincronizar. Venía poniéndole el mote de sabiduría al hecho de tratar de amoldarse a la ausencia de los zagueros centrales titulares, hasta ese error de Bravo en la salida que desembocó en el gol de Ian Subiabre. Despertador canalla en el Monumental A contramano de la sensación de que se vivió en ese momento en el Monumental, para Central fue una especie de despertador. Fue el tramo del partido con el que más cómodo pareció sentirse el equipo de Holan, pese al remate en el palo de Mastantuono, que fue producto de un error propio (otra vez Bravo) que por mérito del rival. Leer más: Las figuras canallas del Monumental Y allí, en ese contexto adverso, de dudas y de un terreno en el que todo parecía ir camino a la desazón, apareció otra vez el carácter, reflejado en esa intención de ir a buscarlo siempre, pero sabiendo que las locuras no iban a colaborar. El gol anulado a Komar, la arremetida de Giaccone en debajo del arco, el gol del empate de Santi López, el gol increíblemente errado por Copetti en los segundos finales del partido. Todas acciones favorables a un Central al que Holan ya había intentado cambiarle la fisonomía con los cambios. Y fueron esas acciones, quizá porque llegaron todas en el final del partido, las que le dieron un valor enorme a ese punto logrado en el Monumental. Cortó la racha ante los "grandes" Carácter fue también el simple hecho de no volverse de Núñez con las manos vacías, perdiendo nuevamente contra uno de los denominados grandes; lo fue el hecho de que River no lo superara en las posiciones; lo fue porque al término de la fecha si bien quedó a dos de la punta se mantuvo en el segundo escalón de la clasificación, habiéndose sacado de encima un partido demasiado chivo. Central ya está clasificado a los octavos de final pese a que no se pueda afirmar con todas las letras porque a las matemáticas le faltan un toque, y todo esto es producto de un muy buen torneo que venía haciendo y al que sumarle ahora esto de River. Central no pasó por arriba al equipo del Muñeco Gallardo y, se insiste, así como pudo ganarlo también pudo perderlo, pero sí tuvo algunos destellos distintivos que lo llevaron a ser un equipo sumamente competitivo: la cabeza, la inteligencia, la no desesperación, el convencimiento. En definitiva, el carácter.
Ver noticia original