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» La Capital
Fecha: 30/03/2025 20:59
La propuesta es producida integralmente en Rosario, con la construcción de escenografía y confección de vestuario. Se podrá ver el 13 y 16 de abril El director de escena Sebastián Núñez trabaja con los intérpretes en la puesta de "Las bodas de Fígaro" en el Teatro El Círculo “Las bodas de Fígaro”, una de las grandes óperas de Wolfgang Amadeus Mozart, llega a los escenarios de Rosario. El Teatro El Círculo prepara una puesta íntegramente producida en la ciudad de esta gran comedia, con dirección escénica de Sebastián Náñez, vestuario de Ramiro Sorrequieta y Liza Tanoni, escenografía de Walter Gonzolín, un elenco de doce solistas, y las interpretaciones del Coro de la Ópera de Rosario y la Orquesta Provincial de Rosario, bajo la batuta de Javier Mas. Se presentará en dos únicas funciones el domingo 13 (extraordinaria, para público general) y el miércoles 16 (abono). Esta pieza del Siglo XVIII transcurre durante una jornada de enredos en el palacio del conde y la condesa Almaviva, cuando sus súbditos Susana y Fígaro deciden proclamar su boda. El libreto es de Lorenzo da Ponte, basado en la pieza de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais. Sobre este “‘Las Bodas de Fígaro’ es una obra maravillosa, es enorme. Es una de las óperas más importantes del período clásico de Mozart. Es un gran desafío para nosotros y estamos muy felices. Venimos muy bien y estamos seguros de que vamos a hacer una puesta innovadora, con un gran trabajo escénico, y que la gente va a disfrutar mucho porque es una comedia de enredos imperdible de principio a fin”, aseguró Sebastián Nuñez en diálogo con La Capital. Para esta puesta especial, transversalmente rosarina, el equipo planteó un cambio radical: hacer del palacio una gran carpa de circo. “Pensé que poner la obra en un palacio del siglo XVII quedaba muy lejano, entonces hice un acercamiento proponiendo un gran circo de palacio. De esta forma, acerco a los personajes a algo un poco más contemporáneo”, apuntó el director de escena. Además, para subrayar la invitación a reírse “en la cara del statu quo” que propone la obra, la búsqueda era que toda la acción “suceda en un ámbito de burla”. Una escenografía hecha en Rosario “Necesita una puesta de lujo, con la decoración de un palacio pero en una carpa de circo. Vamos a ver escenografía con mucho barroco, mucho dorado, muchas puertas y ventanas que se abren”, compartió Sebastián. Para materializar esta idea, la escenografía está siendo construida íntegramente en los talleres del El Círculo, con realización de Walter Gonzolín. La fusión entre la época Galante y un viejo circo incluye una gran carpa al estilo Romano confeccionada con terciopelo rojo y detalles de molduras barrocas, y un jardín nocturno como laberinto, entre muchos otros detalles. Walter trabaja desde 2000 construyendo escenografías para ópera. Según contó en diálogo con La Capital, en los últimos 25 trabajó en “casi todas” las puestas del género que tuvieron lugar en El Círculo, salvo algunas excepciones que llegaban con estructuras propias desde, por ejemplo, el Teatro Colón. A diario, a medio camino entre su taller en el teatro y a su taller en Carcarañá, de donde es oriundo, le da forma a todas las piezas que erigen los universos narrativos. image - 2025-03-28T154242.211.jpg Walter Gonzolín, pincel en mano, trabajando en la escenografía de "Las bodas de Fígaro" en el Teatro El Círculo Foto: La Capital/Celina Mutti Lovera >> Leer más: "Ópera Queer", una propuesta musical y teatral disidente "La ópera es un gran despliegue. Es como si uno tuviera un piano y cada tecla fuera una disciplina diferente. Es mucha gente la que trabaja y mucho esfuerzo el que se hace. Es entretenido porque involucra varias cosas. Ahora estoy pintando hace diez días, pero también se hace trabajo de carpintería, de escultura. En el diseño constructivo de cómo colgar las partes, hay mucha física de por medio también. Es muy amplio”, compartió Walter. Uno de los primeros pasos de esta tarea, que acerca el oficio del artista al de científico, es evaluar el peso de los materiales que se van a usar. “Para tener colgado un trasto que pesa 200 kilos sobre el escenario hace falta toda una infraestructura. Por suerte, el teatro está muy preparado para eso”, apuntó. También hay que tener en cuenta movilidad y seguridad de los intérpretes en escena, que en ópera suelen ser varios. Si bien gran parte de sus actividades cotidianas se desarrollan en solitario, con la colaboración de un ayudante, Gonzolín aseguró que “siempre es un trabajo conjunto”. Intervienen desde el carpintero que corta las maderas o el que viaja a comprar telas a Buenos Aires hasta el propio Núñez. Los tiempos de construcción exigen una gran disciplina y compromiso. “Es un oficio complejo y exigente. Pero uno trabaja con mucha pasión.”, apuntó Walter. Sólo la elaboración de la escenografía demanda aproximadamente treinta días. “Antes hay uno o dos meses de trabajo con el regie o director de escena para pensar la idea y la propuesta que se va a plantear. Porque si bien la ópera está escrita y es una, es en la puesta donde aparecen las variantes”, agregó el especialista. image - 2025-03-28T154302.726.jpg Foto: La Capital/Celina Mutti Lovera >> Leer más: El Teatro El Círculo repuso "La Bohème" con un acercamiento al presente Mientras le da forma a “Fígaro”, Gonzolín también está trabajando en las adaptaciones de otras escenografías de su autoría para el Museo de la Ópera. Se trata de un nuevo espacio que funcionará debajo del escenario de El Círculo, donde se podrán ver partes de aproximadamente ocho escenografías, y que inaugurará este año. Además, tiene su proyecto personal: el emprendimiento de construcción de cajas musicales La Maravillosa Calle Bolton. Por otra parte, el vestuario diseñado por Ramiro Sorrequieta y Liza Tanoni es una verdadera obra de arte. “Es una fusión entre vestuarios clásicos del Siglo XVII llevados al circo del 1900 y a la actualidad. Vamos a ver personajes caracterizados con el lujo del barroco, con sastrería, corsetería, pelucones altos, cruzados con la comicidad del clown. El vestuario es una perla más en este tono de comedia que atraviesa toda la obra”, apuntó Núñez. La obra dura aproximadamente tres horas con un intervalo central, está subtitulada en castellano, y las entradas tienen precios accesibles. Todos estos elementos, sumados al género de comedia, hacen que esta propuesta de El Círculo sea una oportunidad ideal para que quienes nunca se animaron a la ópera, se acerquen al teatro, a disfrutar una puesta que será un hito para la ciudad. “Es tan perfecta la obra en sí que nos estamos divirtiendo mucho armándola”, cerró Sebastián.
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