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Parana » Plazaweb
Fecha: 30/03/2025 14:52
Según informa el medio español elEconomista.es, el Gobierno británico está desplegando nuevas unidades militares en las Islas Malvinas y multiplicando los ejercicios aéreos en torno a la base de Mount Pleasant, un enclave central para la defensa británica en la zona sur del continente. Como prueba de ello, el medio informa del reciente arribo de tropas del infame Regimiento Real de Fusileros Gurkhas, las que fueron incorporadas a la Compañía de Infantería Permanente Rotativa (RIC) y a las operaciones navales del HMS Forth, un buque británico estacionado de forma permanente en las islas. Petróleo y geopolítica El refuerzo de la presencia militar se vincula con los intereses económicos británicos en el área, señala el articulo firmado por el periodista Luis M. García. Y cita el informe March 2025 NSAI Independent Report, que confirma que la explotación del yacimiento Sea Lion, ubicado 220 kilómetros al norte de las islas, podría alcanzar unos 917 millones de barriles de petróleo. Este desarrollo es liderado por la compañía israelí Navitas Petroleum, en asociación con la británica Rockhopper Exploration, y se estima que requerirá una inversión de 4.000 millones de dólares. La explotación del megayacimiento está prevista en tres etapas. La primera contempla la perforación de 11 pozos con una producción inicial de 170 millones de barriles. En la segunda se sumarán 12 pozos con un rendimiento estimado de 149 millones de barriles, mientras que la última fase prevé la incorporación de 16 perforaciones adicionales que aportarán 95 millones de barriles más. Cuando todas las etapas estén operativas, el objetivo es alcanzar los 150.000 barriles diarios. Para avanzar en este proceso, García señala que la firma Navitas Petroleum ya firmó acuerdos preliminares de ingeniería y diseño para la infraestructura de producción y equipamiento submarino. A mediados de este año se espera la decisión final de inversión que definirá el futuro del megaproyecto. Mutis del gobierno argentino Mientras Londres avanza con la explotación de los recursos naturales en la región y consolida su presencia militar en el Atlántico Sur, el Gobierno argentino mantiene un ominoso silencio sobre la escalada británica en el territorio en disputa. Históricamente, Argentina denunció estas acciones ante organismos internacionales, pero hasta el momento no hubo una reacción formal ni en el ámbito diplomático ni en el militar. La administración de Javier Milei (un confeso admirador de la fallecida ex primera ministra británica Margaret Thatcher), viene promoviendo un alineamiento acrítico con Estados Unidos, el Reino Unido e Israel, y ha evitado confrontar con Londres, a pesar de que el cada vez más abierto refuerzo británico en la región contradice los reclamos de soberanía que Buenos Aires sostiene desde la usurpación inglesa del territorio, en 1833. Pero el objetivo de Londres no se limita únicamente a las Malvinas, que fueron escenario de la guerra de 1982, que ocasionó la muerte de 649 soldados argentinos y 255 británicos. Según publicó el diario británico The Telegraph, el gobierno británico también busca posicionarse estratégicamente en la Antártida para explotar sus recursos naturales. "La bonanza petrolera antártica podría salvar a Gran Bretaña, pero debemos llegar allí antes que Argentina", señaló el periódico. Base militar clave Más allá del petróleo, las Malvinas tienen un valor geopolítico central para el Reino Unido. Su ubicación permite controlar el Estrecho de Magallanes y proyectar influencia sobre la Antártida, una región que despierta crecientes disputas internacionales por sus riquezas naturales. En ese contexto, Londres modernizó sus sistemas de defensa en la base Mount Pleasant, la más grande con fuerzas de la OTAN fuera de Europa, en la que mantiene de forma permanente al escuadrón 1435 Flight, equipado con cazas Phantom, Tornado F3 y Eurofighter Typhoon. La Royal Air Force (RAF) intensificó recientemente sus maniobras en la zona, aprovechando los cielos despejados y la baja actividad aérea para realizar ejercicios sin restricciones. A esta estrategia militar se suma un flujo constante de migrantes a las islas, especialmente de ciudadanos chilenos, los que ocupan puestos de trabajo en diversas actividades. La política británica apunta a consolidar un asentamiento sólido en el territorio, algo que refuerza su control a largo plazo y apunta a debilitar los reclamos argentinos. El refuerzo militar y la expansión de la explotación petrolera en el Atlántico Sur confirman que el Reino Unido no tiene intenciones de ceder su dominio sobre las Malvinas. Por el contrario, Londres apuesta a una militarización creciente y a una explotación intensiva de los recursos naturales, una combinación que desafía los intereses argentinos en la región. Fuente: BAE Negocios
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