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» La Capital
Fecha: 23/03/2025 08:23
Lo que dejó el operativo por la marcha de los jubilados y los ruidos que genera dentro del gobierno Al final, hubo paz en la marcha de los jubilados. Eso era lo esperable después de la violencia desatada el miércoles 12 por varias razones 2) Cuando se moviliza bastante gente (aunque fue un poco escueta) hay menos posibilidades de que se muevan los violentos, que básicamente necesitan espacio para maniobrar (de hecho, los intentos de agresión este último miércoles se produjeron cuando ya se había ido la enorme mayoría). Así, se evitaron sorpresas desagradables como las de la marcha anterior. Casi que hubo más ruido adentro del recinto que afuera. El gobierno logró un importante triunfo político después de dos meses de estar a la defensiva por errores propios, y sobre temas que no son prioridad para la opinión pública. Se volvió obligado a ser agresivo, desconectado de la calle. Eso siempre termina produciendo algún desgaste, más allá de que la gestión siga teniendo más aprobación que desaprobación. Pero hay ruidos. Para el gobierno más débil desde 1983, llegar a esta instancia con la gobernabilidad bastante asegurada, es todo un mérito. Recuérdese que, aunque LLA ganase con amplitud la elección legislativa de medio término, siempre deberá depender de negociar apoyo en las dos cámaras. Sin embargo, con perspectiva electoral favorable de acá a siete meses, hay tensiones internas que se manifestaron en las dos últimas sesiones de Diputados. Al ser un sistema de conducción rígido, la probabilidad de quiebre es más grande. La superioridad además no tiene ninguna vocación por la contención política. La queja interna deviene también de que los legisladores deben ponerle el pecho a las balas en cuestiones inconsultas. Hizo mucho ruido el 1º de marzo el choque entre Santiago Caputo y Facundo Manes, generando conversaciones hasta altas horas de la madrugada. Abona la conflictividad el haber llegado al poder sin ser un proyecto político consolidado, sino solo los fieles amontonados de un liderazgo que se autoconsidera mesiánico. Y, como si esto fuera poco, a Martín Menem no le estaría dando la talla para conducir hábilmente la cámara baja. En suma, si esto sucede cuando les va bien, mejor no pensar en cuando estén barranca abajo. La economía de calle Otro ruido “silencioso” tiene que ver con la economía de calle, frecuentemente distanciada de las observaciones macroeconómicas. El último índice de confianza del consumidor de la Universidad Di Tella volvió a marcar un descenso por segunda vez consecutiva desde que asumió la administración libertaria. En febrero fue leve, 0.3 %, pero en marzo es más pronunciado, 6.7 %. Durante 2024 solo había dado negativo en tres meses: enero (por el efecto lógico de la devaluación y la inflación consiguiente) junio y septiembre (quizá fruto de los ruidos políticos que se produjeron con dos temas sensibles como jubilaciones y presupuesto universitario). Lo curioso es que este clima se produzca cuando la economía está despegando y la inflación es claramente más baja que en esos meses del año pasado. En esta última medición, la caída fue en todos los segmentos sociales y geográficos, y en todos los componentes del índice. Lo más preocupante para el gobierno es la caída sustancial de las expectativas futuras que inciden sobre los comportamientos de consumo y además correlaciona con el voto al oficialismo de turno. A este dato se le debe sumar un consumo masivo que no repunta, arrastrando una caída de 15 meses consecutivos. Si el gobierno comete errores políticos que lo muestran desenfocado, si le cuesta ordenar a la propia tropa y si la calle se pone inquieta por el devenir económico, crecen las amenazas, aunque el final de la historia no se modifique (triunfo electoral en octubre). De todas las amenazas posibles, la que más debería preocupar es una eventual derrota en la estratégica Provincia de Buenos Aires, ya que eso impactaría sobre los temores que tienen los fondos de inversión. Una victoria kirchnerista llevaría a muchos a vender sus bonos de la deuda argentina, produciendo un efecto negativo sobre las perspectivas económicas. Con toda esta información en la mano, es más comprensible por qué el presidente se bajó de dos viajes al exterior en los últimos días, a los que es tan afecto. Si uno no está cuidando la cocción de la comida, es más probable que se queme.
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