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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 22/03/2025 16:00
Esta es la historia de Enrique Gerardo Esteban Guastavino Díaz. Sus amigos le decían "Resorte", tocaba la guitarra y cantaba en el seminario y se destacaba por ser "transparente" según lo retrató Luis Alberto D'Elía, compañero de la iglesia católica. Hace casi medio siglo, se instaló en Argentina durante siete largos años, la noche más oscura del Terrorismo de Estado, la represión, la muerte y la violación de los derechos fundamentales de las personas. La dictadura del 24 de marzo de 1976 al 9 de diciembre de 1983, fue atroz y en Gualeguaychú dejó sus rastros. Enrique Gerardo Esteban Guastavino Díaz fue detenido, torturado, desaparecido por esa dictadura. Su histora está narrada brevemente en "Trazos de Vida", el libro que editó Madres de Plaza de Mayo. LA CELDA 5 Enrique fue detenido y alojado en la celda número 5, en la planta baja del primer patio central de la Unidad Penal N°2, en octubre de 1974 y fue liberado en setiembre de 1975. Al salir se trasladó a la ciudad de Santa Fe donde trabajó como viajante de productos veterinarios. El 17 de febrero de 1976 fue secuestrado en la via publica y metido en un Ford Falcón verde de la Policía Federal. Según testimonios habría sido visto alojado en la Comisaría Quinta de Santa Fe y luego fue trasladado por el Ejércto. Nació en Gualeguaychú el 29 de diciembre de 1950, era mayor de siete hermanos. Su casa siempre estaba llena de amigos y alumnos de su mamá que era profesora de matemáticas, mientras que su papá fue óptico y un activo militante peronista. Estudió en la ENOVA donde se recibió de Maestro, compartió grupos juveniles católicos y la pasión por el río junto a la vida al aire libre. Al terminar el secundario viajó a estudiar Medicina en Buenos Aires, pero solo un año después abandonó la universidad para ingresar al Seminario de los Palotinos e integró la Juventud Peronista. "En su alma tenía un fuego por luchar por la justicia social", sintetiza su perfil en el libro de Madres. Ahora, en Gualeguaychú, la celsa 5 donde estuvo casi un año es uno de los puntos centrales de las visitas guiadas por el Espacio de la Memoria de la Unidad Penal 2. Para que la memoria siga viva.
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