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  • Cristina Kirchner, humillada y acorralada. EEUU no le permitirá el ingreso a CFK «por corrupción» – Cadena Entrerriana 96.5MHz LRS 798

    Concordia » Cadena Entrerriana

    Fecha: 22/03/2025 13:30

    Cristina Kirchner volvió a las primeras planas y Javier Milei lo celebró burlándose de ella en las redes sociales. Mientras el kirchnerismo, como principal fuerza opositora, continúe demostrando que solo tiene un gran pasado por delante para ofrecerle a la ciudadanía y en tanto su líder siga acorralada contra las cuerdas en su pelea contra la Justicia, el presidente de la Nación podrá confiar en que cuenta con inmejorables posibilidades de retener la mayoría de los votos cosechados en el balotaje de noviembre de 2023, que alcanzaron el 55,6 por ciento. El fuerte protagonismo de Cristina Kirchner puede seguir uniendo a ese electorado por el espanto ante un posible regreso a otras épocas más que por un sentimiento de amor al líder libertario. El de ayer fue uno de los peores días para CFK. Primero, por el comunicado del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, que anunció que la líder del kirchnerismo y titular del Partido Justicialista no podrá ingresar a los Estados Unidos por haber abusado de su cargo, “al orquestar y beneficiarse de múltiples tramas de soborno relacionadas con contratos de obras públicas, lo que resultó en el robo de millones de dólares al gobierno argentino”. La comunicación, contundente y humillante, afirma que “múltiples tribunales han condenado a CFK y a (Julio) De Vido por corrupción, socavando la confianza del pueblo argentino y de los inversores en el futuro de la Argentina”. Casi al mismo tiempo se conoció la decisión unánime de la Sala IV de la Cámara de Casación que rechazaba el recurso extraordinario presentado por Cristina Kirchner y otros ocho condenados en la denominada causa Vialidad -Lázaro Báez y José López, entre ellos-, por lo que quedó confirmada su pena de seis años de prisión por fraude a la administración pública e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Así las cosas, a los abogados de la condenada Cristina F de Kirchner y del resto de los condenados solo les queda la alternativa de presentar un recurso de queja ante la Corte Suprema, aunque no pocos especialistas suponen que el máximo tribunal de la Nación también rechazaría la posibilidad de revisar la sentencia condenatoria. La mayor duda es cuándo habrá de pronunciarse la Corte sobre la cuestión para que la condena pueda considerarse firme, de modo que Cristina Kirchner se quede sin chance alguna de ser candidata a algún cargo electivo en los próximos comicios legislativos, previstos para el 26 de octubre. Aunque la situación de la Cristina Kirchner podría ser catalogada como desesperante, le queda la ilusión de que los jueces supremos al menos dilaten en el tiempo una decisión. Si los tiempos de la Corte se prolongan hasta después de las elecciones y si el proyecto de ley de ficha limpia aprobado por la Cámara de Diputados no pasa el filtro del Senado, CFK podría aspirar a postularse en las elecciones de este año. La otra alternativa que le queda es negociar con el Gobierno otra salida que implique cambios mayores en el máximo tribunal. El año último, dirigentes kirchneristas como Eduardo “Wado” de Pedro y Juan Martín Mena mantuvieron contactos con representantes del oficialismo con la idea de aprobar los pliegos de los candidatos de Milei a la Corte -Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla- a cambio de una ampliación del número de miembros del alto tribunal y de un acuerdo sobre el futuro procurador general de la Nación y los cargos vacantes en la Justicia Federal. Sin embargo, esas negociaciones no llegaron a buen puerto. Lo cierto es que, para sobrevivir, Cristina Kirchner necesitaría de una Corte Suprema muy distinta a la que existe hoy. Tal vez por eso, la expresidenta y sus operadores meditan si les conviene mandar a sus senadores nacionales a forzar el tratamiento de los pliegos de Lijo y García-Mansilla para defenestrarlos y asestarle un golpe a Milei. Tal vez podrían hacerlo, dado que les bastarían 25 votos en contra de la designación de ambos como jueces de la Corte para que no alcancen la mayoría de dos tercios que requieren en la Cámara alta para llegar al máximo tribunal en forma definitiva. Pero muchos se preguntan si sería esa la mejor estrategia para alguien que, como la exjefa del Estado, sabe que el destino de las causas judiciales que enfrenta depende de la Corte. Qué autoridad moral pueden tener Cristina Kirchner y sus adláteres para defender a los jubilados cuando la expresidente ha pasado a percibir un doble beneficio previsional de privilegio que ronda los 35 millones de pesos mensuales ¿No sería para Cristina Kirchner una mejor estrategia tentar a Milei con la aprobación de los pliegos de los dos jueces a cambio de una eventual ley de ampliación del número de integrantes de la Corte, junto con el compromiso de diluir el proyecto de ley de ficha limpia? Desde ya que sí. ¿Pero le convendrá a Milei arriesgarse a rifar parte de su capital político en una oscura negociación que no pocos de sus votantes en el balotaje de 2023 percibirán como escandalosa? Por otra parte, el gobierno nacional podría optar por dilatar todo el trámite, ganar tiempo y esperar a tener, luego de los comicios legislativos de octubre, bloques de diputados y senadores más grandes, que le otorguen mayor margen de maniobra sin necesidad de concesiones tan onerosas. El ejemplo del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que llegó al poder en franca minoría parlamentaria y hoy domina la Asamblea Legislativa, sigue estando en la cabeza de algunos estrategas de La Libertad Avanza. Descartada cualquier negociación, la última opción que podría alentar el kirchnerismo es seguir apostando al deterioro y a la desestabilización del gobierno mileísta. No se trata de algo novedoso. Es lo que ha venido haciendo en las últimas semanas, de la mano de movilizaciones callejeras cuyos manifestantes se ocultaron bajo la máscara de los jubilados. Podemos preguntarnos qué autoridad moral pueden tener Cristina Kirchner y sus adláteres para defender a los jubilados cuando la expresidenta, después de haber desconocido durante su gestión el 82% móvil para los haberes jubilatorios, ha pasado a percibir un doble beneficio previsional de privilegio que ronda los 35 millones de pesos mensuales, equivalentes a más de un centenar de jubilaciones mínimas. Debería recordarse también que quienes en los últimos días se jactaron de estar a muerte con los jubilados son responsables de haber convertido al sistema previsional en una variable de ajuste para financiar los gigantescos gastos del Estado, que terminaron solventando muchos ciudadanos con haberes jubilatorios vergonzosamente bajos en relación con las contribuciones efectuadas a lo largo de su vida laboral. Por un lado, los fondos de la seguridad social fueron durante demasiado tiempo una enorme caja de la que se sirvieron discrecionalmente los dirigentes políticos para hacer frente al déficit fiscal derivado de sus políticas irresponsables y de su corrupción. Por otro lado, durante los 16 años en que gobernó la Argentina, el kirchnerismo acentuó la crisis del sistema previsional con cada vez más parches demagógicos. Desde 2003, se pusieron en práctica sucesivas moratorias que incrementaron en más de cuatro millones el número de beneficiarios de jubilaciones y que, en su mayoría, eran personas que nunca habían efectuado aportes previsionales o que los habían hecho de manera insuficiente. Así, hemos llegado a la actualidad, con casi siete de cada diez jubilados que han accedido al beneficio sin haber hecho los aportes necesarios. Mientras que en 2005 menos del 1% del total de jubilados del país alcanzaron su beneficio gracias a una moratoria, cifras oficiales de 2024 indican que ese porcentaje creció hasta el 67%, al tiempo que solo durante el año último el 75% de las personas que obtuvieron su jubilación la alcanzó a través de una moratoria. La conclusión es que quienes, desde la oposición kirchnerista, dicen hoy movilizarse en defensa de los jubilados no son los más indicados para hacerlo. Gracias a sus políticas, el sistema previsional está como está.

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