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» Elterritorio
Fecha: 22/03/2025 08:12
Florencia Hinc, acompañante terapéutica, resalta la necesidad de trabajar por maternidades libres de culpa y de prejuicios . Advierte que “no hay que normalizar paternidades ausentes” sábado 22 de marzo de 2025 | 7:00hs. Florencia Hinc enseña sobre salud mental perinatal a médicos, obstetras y otros profesionales. Foto: Guadalupe de Sousa Hace no mucho que la sociedad empezó a mirar y abrazar otros esquemas familiares, de maternidades y paternidades. Los partos humanizados y crianzas respetuosas, y los cuidados durante el período perinatal -que abarca hasta los primeros 3 años de vida de un bebé- tomaron relevancia en la comunidad, lo que revela, para muchos profesionales, una especie de deconstrucción de esos viejos estereotipos del “deber-ser” de una familia y, en especial, de cómo se debe ser madre. La obereña Florencia Hinc (30) es una de las que apuesta a destejer esos estereotipos. Tuvo la oportunidad de irse de su ciudad para armar su propio camino en el ámbito de la psicología en Posadas, donde se recibió como profesora en esa área en 2016. Después se especializó en acompañante terapéutico (AT) en 2019. Atravesada por la propia experiencia de la maternidad, y atenta a las violencias que padecían mujeres de su entorno, nació su interés por especializarse en la salud mental perinatal. Con ese bagaje de conocimientos y vivencias decidió capacitar a médicos, enfermeros, obstetras y otros profesionales en cómo acompañar y atender la salud mental de quienes maternan y crían. Si bien la propuesta se gestó en el 2023 con el lanzamiento del primer programa provincial de Formación en Salud Mental Perinatal, la idea finalmente se materializó en la Fundación PerinatalMente, un espacio que en pocos meses ganó decenas de interesados en aprender sobre la temática. Allí dictan cerca de 10 módulos teóricos relacionados a este eslabón de la salud, donde -reconoció- queda mucho por hacer. Florencia resalta que la maternidad no es igual para todas y que, por esto, es necesario acompañar desde la escucha y no desde el prejuicio. “A veces no hay información, recursos ni libertad para decidir”, observó, en Charlas con El Territorio. ¿Cómo elegiste el área de la salud? ¿Vino primero ser AT o ser profesora? Primero me formé como profesora en Psicología en Posadas, me recibí y estaba buscando empleo. Ser acompañante terapéutico era algo que tenía pendiente, que siempre me interesó. Entonces me formé en eso en Oberá. Estar en contacto con las personas y compartiendo cotidianidad me voló la cabeza, y apenas me recibí de AT me ofrecieron trabajo formando a acompañantes terapéuticos. Siempre lo hice desde el lado de la docencia, principalmente a adultos, y me di cuenta que era lo que me gustaba. También soy técnica orientadora en teología. ¿Cómo elegiste especializarte en lo perinatal? Como yo venía del área de la salud mental decidí que mi formación fuera por ese lado. Pero no lo elegí desde un inicio, sino que surgió con mi maternidad. En la gestación me di cuenta de que si yo tenía herramientas, me parecía injusto que otras no. Porque es el momento en el que uno tiene que estar más relajada y enfocada. Entonces se me despertó el interés a finales del año en el que estaba embarazada (2022). Empecé a indagar para que esta experiencia pueda ser canalizada en una formación. Hay que entender que lo perinatal es muy amplio. Abarca desde el momento de búsqueda, que a veces es angustiante para muchos. Y el embarazo es un evento que no a todos les pega igual. Y en eso también influye el entorno, ¿no? Sí, un poco lo que queremos transmitir desde la Fundación es no hablar por hablar. A veces hacemos esto de felicitar un embarazo pero hay que preguntar cómo se siente, si necesita ayuda. También en la gestación es importante acompañar: en nueve meses van apareciendo miedos y ansiedades, cambios. También en el parto, y en esto trabajamos con perspectiva de género porque apostamos a que los partos sean respetados y buscar la naturalidad de estos momentos. Con ir a cesárea porque si se pierde la idea de que el parto es del bebé, de la mamá y de la familia, y no de los médicos. Nuestro foco es hablarle al personal de salud, formarlos. Porque pasa que en las guardias pediátricas, por ejemplo, retan a los padres, y no tiene que ser así. ¿Cómo abordás situaciones violentas en las maternidades? Intento calmarme, y trato de hablar desde la empatía. También observo mucho, aprendo y lo llevo a clases para demostrar que esto no tienen que hacerlo. Entonces, desde la Fundación vamos a la raíz: como profesionales tenemos que dar otro mensaje, hacerlo diferente y derribar estos prejuicios de que todas las mujeres tienen que ser madres, porque son realidades muy diferentes. También hay que replantearse las paternidades ausentes, de que si el padre no está “no pasa nada”. Además, que se respete el no tener hijos, y que la decisión de no tenerlos sea segura. ¿Cómo nació la fundación? Surgió en enero de este año, pero desde 2023 venimos formando a profesionales de la salud. Empezamos a juntar profesionales y armar un programa de formación. Contacté a licenciadas en obstetricia, psicólogas… Fuimos armando la estructura y lanzamos el curso. Fue tremenda la difusión, con 60 inscriptos la primera vez, y logramos alcance nacional e internacional. Dictamos módulos que van desde la gestación, parto, reproducción asistida, adopción; temáticas con perspectiva de género y duelo perinatal. ¿Cuántos la integran? Somos seis personas en la comisión directiva y quince tutores, que son parte de este proyecto que, este año, decidimos que sean diez meses de duración. Y también inauguramos un segundo año, porque los egresados pedían más propuestas. Y no descartamos que haya un tercer año, hasta podríamos avanzar a una formación terciaria. Por el momento estamos dentro de la educación no formal, damos certificados a nivel nacional acreditados por la Cámara Argentina. Pero queremos lograr el aval del Ministerio de Salud, que es lo que más necesitamos. ¿Cómo fue recibida la propuesta en el campo? Quienes llegan al curso tienen deseo de crecer y con mentes muy abiertas, se dan cuenta de que su formación fue básica o que tuvieron situaciones que no supieron abordar. Y esto nos pasa mucho con los duelos perinatales, y la salud mental perinatal también incluye esta etapa. Los profesionales reconocen que nunca se formaron en eso o no les enseñaron cómo comunicar esa situación tan dolorosa. En ese sentido, celebramos la ley provincial que tenemos. La gente más joven quizás tiene otras herramientas de inteligencia emocional, pero la gente mayor no. Entonces es muy lindo lo que se crea. ¿Cómo se compone la matrícula? Son mayormente mujeres, y pocos varones. La mayoría son profesionales y algunos siguen en la facultad. En promedio tenemos estudiantes de 25 años en adelante. En los módulos que tenemos dejamos abierto el espacio para que compartan sus experiencias. Es tema a indagar por qué hay menor interés en varones... Es un tema que debe interesar a todos, porque hay médicos, enfermeros, obstetras. Y también es verdad que la maternidad es un momento de vulnerabilidad y de cambios en todos los niveles. Y es el mensaje que buscamos dar: la maternidad sin culpa, con disfrute y libertad. Pero trabajamos mucho con los padres y nos interesa trabajar con comunidades o grupos de personas que acompañan en la crianza, sean madrastras, padrastros, abuelos. Noté que había un bache tremendo en este sector, considerando que son vínculos tan necesarios, porque todos estamos criando: todos formamos a seres sociales. Siempre es necesario de un otro para criar y nuestro mensaje es cuidar a quienes cuidan desde la empatía y la escucha. ¿Qué falta trabajar en la salud perinatal en la provincia? Falta acompañar más en los puerperios y en las lactancias, se cree que es salir de la clínica y que surja el instinto materno. Y no existe eso. El tema es que la sociedad te llama a trabajar, y pasados los 45 días la mayoría de las lactancias se cortan. Hay que entender que la lactancia trae múltiples beneficios. Otra cosa: la sexualidad durante la etapa perinatal es nula. Te dicen que tenés que volver a tu vida sexual rápido y es mentira. Por eso en nuestra formación lo incorporamos como un eje de sexualidad y anticoncepción post parto. También se ven falencias en los modos de crianza, que algunas son violentas, y en las formas de transmitir los límites: esto de dejarlo hacer lo que quiera sin seguridad. Y uno como adulto tiene que impartir esos límites y participar de la crianza. ¿Cuánto dura el puerperio? No dura 45 días. Es algo relativo a cada vínculo, pero puede durar hasta los 2 o 3 años de vida del bebé. Porque hay cambios emocionales y físicos, te dicen que en un mes ya está y es mentira. Tenemos que acompañar y normalizar que la maternidad no es color de rosas. Hacemos hincapié en que hay que contar con un otro. Sería genial que todos podamos tener ese sostén. Perfil Florencia Hinc (30) Profesora en Psicología y acompañante terapéutica perinatal. Creó la Fundación PerinatalMente a principios del 2025 y formó parte del equipo que lanzó el primer programa en Misiones de Formación en Salud Mental Perinatal, en 2023.
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