15/03/2025 15:18
15/03/2025 15:17
15/03/2025 15:16
15/03/2025 15:16
15/03/2025 15:16
15/03/2025 15:16
15/03/2025 15:15
15/03/2025 15:15
15/03/2025 15:15
15/03/2025 15:14
Concordia » Hora Digital
Fecha: 15/03/2025 11:25
Uruguay aprueba megaproyecto de hidrógeno verde en río Uruguay, desatando protestas en Colón, Entre Ríos, por su impacto ambiental. El anuncio del acuerdo entre el gobierno uruguayo y la empresa HIF Global para llevar a cabo un proyecto de 6 mil millones de dólares ha generado controversia en la región. Este proyecto, que representaría la mayor inversión extranjera en la historia de Uruguay, tiene como objetivo producir combustibles sintéticos a partir de dióxido de carbono y hidrógeno verde obtenido de energías renovables. Sin embargo, su ubicación cerca del polo turístico que conforman diversas ciudades entrerrianas ha suscitado rechazo tanto por parte de la comunidad como de las autoridades provinciales. La planta estaría situada 5 kilómetros al norte de Paysandú, ocupando 442 hectáreas que anteriormente estaban destinadas a uso rural. Las autoridades locales han autorizado la redestinación de parte de estas tierras para adaptarlas al proyecto. Se proyecta la construcción de una planta y una cañería de 7 km hasta el establecimiento de Alur, perteneciente al holding público Ancap, dedicado a la producción de biodiesel y sus derivados. HIF Global, empresa controlada por la chilena AME con sede en Houston, Texas, y socios como Porsche, EIG, Baker Hughes, Gemstone Investments, Idemitsu y JOGMEC, tiene previsto iniciar las obras del proyecto en 2026. Sin embargo, los intendentes de la Mancomunidad Tierra de Palmares han solicitado la reubicación de la planta argumentando que afectaría negativamente el turismo, principal fuente de ingresos de la zona, debido a la contaminación visual y ambiental que generaría. El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, respaldó el pedido de relocalización y ha iniciado gestiones para activar consultas previas en el marco de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), debido a que el río es un recurso compartido entre ambos países. La falta de respuesta por parte del gobierno uruguayo ha generado preocupación y movilización en la región, con la participación de legisladores locales, empresarios y organizaciones ambientalistas que cuestionan el impacto negativo del proyecto en la zona. A pesar de los esfuerzos de Uruguay por explicar los beneficios del emprendimiento, la resistencia de la comunidad en la zona ribereña recuerda al conflicto generado por la instalación de Botnia – UPM años atrás. El debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental continúa abierto, mientras se espera una resolución que satisfaga a todas las partes involucradas.
Ver noticia original