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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/03/2025 02:58
Nos acostumbramos a convivir durante años con “Precios Cuidados”, “Precios Esenciales”, “Precios Justos” o “Compre Más Cerca”. Estos mecanismos minan la transparencia del mercado (Foto: AP) El extenso historial de inestabilidad macroeconómica, los mecanismos de protección sectorial y las complejas regulaciones han generado un mercado que padece una confusión recurrente. Quizás la manifestación más contundente de esa realidad sea la formidable distorsión de los precios relativos. Nos acostumbramos a convivir durante años con “Precios Cuidados”, “Precios Esenciales”, “Precios Justos” o “Compre Más Cerca”. Estos mecanismos minan la transparencia del mercado, generan opacidad en la cadena de distribución, afectan la competencia y terminan perjudicando al consumidor final. Si a esto se suman las promociones bancarias y las ofertas de los centros comerciales, se puede afirmar que Argentina contaba con un gran plan denominado “Precios Infinitos”. La multiplicidad de cotizaciones del dólar, un bien clave en la economía local, también es evidencia de la falta de claridad en el mercado. La multiplicidad de cotizaciones del dólar, un bien clave en la economía local, también es evidencia de la falta de claridad en el mercado Dólar mayorista, minorista, blue, MEP, CCL, Netflix, solidario, Cedear, turista o cripto conforman un abanico de variantes que reflejan una política económica que intenta disimular problemas estructurales con soluciones temporales. Un caso revelador es el de los servicios públicos, que dejaron de tener un precio cierto. Siempre había un tercero abstracto que pagaba la cuenta, sin importar cuán cuidadoso o dispendioso fuera el consumidor. Las distorsiones no solo se observan entre los precios de la economía local, sino también al compararlos con los valores predominantes a nivel internacional. Un caso ilustrativo es el de la Big Mac que, además de ser una hamburguesa popular, es una referencia internacional básica para medir si una moneda está devaluada o sobrevaluada (Foto: ShutterStock) Un caso ilustrativo es el de la Big Mac que, además de ser una hamburguesa popular, es una referencia internacional básica para medir si una moneda está devaluada o sobrevaluada. Sorprende que su valor hoy en un local porteño sea de USD 6,20, un 6,2% más que en EE.UU. y el segundo más alto del mundo. Sin embargo, tampoco era lógico que pocos meses atrás, en agosto de 2023, costara USD 2,60, menos de la mitad que en EE.UU. Otro ejemplo es el precio de un modelo de zapatillas de la marca de la pipa, fabricado en el sudeste asiático y comercializado globalmente. Mientras que aquí una reconocida cadena deportiva las ofrece en USD 140 ($170.000), en EE.UU. se consiguen (por ahora) a USD 75. Es decir, el consumidor argentino paga un 86% más por el mismo calzado importado. No solo se trata de volatilidad macroeconómica, sino de regulaciones, aranceles, costos en la cadena de comercialización y, probablemente, oportunismo No solo se trata de volatilidad macroeconómica, sino de regulaciones, aranceles, costos en la cadena de comercialización y, probablemente, de cierta dosis de oportunismo. Conjugando los dos ejemplos señalados, se alcanza a tomar una real dimensión de las profundas distorsiones de precios que existen. Por el precio de las mismas zapatillas, en EE.UU. se compran 13 Big Macs, mientras que en Argentina se adquieren 23. En un trueque imaginario, un argentino recibiría un 75% más de hamburguesas que un estadounidense por el mismo par de zapatillas. Con este cambio en los precios relativos, las empresas de software -y de muchos otros sectores deberán mejorar su eficiencia o replantear su modelo de negocios (Foto: Freepik) En cuanto a los costos directos e inmediatos de los sectores productivos, y a modo de ejemplo, un programador senior argentino que en julio de 2023 ganaba USD 1.100 brutos, hoy percibe USD 2.500, un 127% más. Con este cambio en los precios relativos, las empresas de software -y de muchos otros sectores deberán mejorar su eficiencia o replantear su modelo de negocios. La normalización macroeconómica y cierta desregulación han reducido algunas brechas de precios, aunque otras están en proceso de ajuste. También es cierto que, por la apreciación del peso, algunos valores sufren un overshooting y deberán encontrar un valor de equilibrio sostenible. La normalización macroeconómica y cierta desregulación han reducido algunas brechas de precios, aunque otras están en proceso de ajuste Por caso, quizás el precio de la nafta parezca alto, pero hoy guarda relación con el costo de producción y, claro, su importante carga fiscal. El valor de un litro de nafta súper, cercano a USD 0,92, es similar al que afronta un automovilista estadounidense. Lo que sí resulta evidente es que los USD 0,33 que costaba el mismo litro de nafta en agosto de 2023 no respondían a ninguna lógica de mercado. La cantidad de tipos de dólares se ajustó y la brecha cambiaria está entre el 10% y el 15%. Entre noviembre de 2023 y enero de 2025, las tarifas de los servicios regulados aumentaron muy por encima de la inflación general y la núcleo (279% vs. 179% y 170%), mientras que los bienes en general y los artículos de indumentaria se encarecieron en menor medida (158% y 115%). Efectivamente, junto con una inflación mensual a la baja, que ronda el 2%, se está verificando un proceso de normalización, estabilización y reacomodamiento de precios significativo. Sin embargo, el camino por recorrer sigue siendo desafiante. Fuente: VDC Consultora El gran desafío para los próximos años es consolidar la estabilidad y dar el gran paso a una etapa superadora: la de un plan de desarrollo sostenible en el largo plazo Los logros fiscales, la disciplina monetaria, el superávit comercial, la desregulación y la tendencia a la normalización de los precios relativos han sido factores clave para estabilizar la economía y deberían ser pilares del crecimiento a futuro. El gran desafío para los próximos años es consolidar la estabilidad y dar el gran paso a una etapa superadora: la de un plan de desarrollo sostenible en el largo plazo. Es central poner sobre la mesa el debate sobre el desarrollo de Argentina, para determinar cuánto crecer y, fundamentalmente, cómo hacerlo. El autor es director de VDC Consultora
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