Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • No más frutas podridas: el truco definitivo para que duren más

    » Data Chaco

    Fecha: 12/03/2025 17:32

    Guardar frutas y verduras en la heladera parece una tarea sencilla, pero hacerlo de forma incorrecta puede acortar su vida útil y generar desperdicio innecesario. Muchas personas desconocen que ciertos alimentos requieren condiciones específicas de humedad, temperatura y separación para mantenerse frescos. Aplicar algunas técnicas de almacenamiento puede hacer la diferencia entre consumir productos en su punto óptimo o tirarlos antes de tiempo. Uno de los factores más importantes es la conservación de estos alimentos es la temperatura del refrigerador. Mantenerla entre 1 y 4 grados celsius ayuda a frenar el crecimiento de bacterias y hongos. Además, los cajones diseñados para frutas y verduras cuentan con niveles de humedad ajustables, ideales para prolongar su frescura. Ajustarlos correctamente puede evitar que se deterioren antes de lo esperado. Separar ciertos productos también es fundamental. Frutas como manzanas, bananas y tomates liberan etileno, un gas natural que acelera la maduración de otros alimentos. Si se almacenan junto a verduras sensibles a este compuesto, como zanahorias o espinacas, se deteriorarán más rápido. Por eso, siempre conviene guardarlas por separado y prestar atención a su compatibilidad en el refrigerador. Las verduras de hoja verde requieren un cuidado especial. Para evitar que se marchiten o se pudran rápidamente, lo mejor es envolverlas en papel de cocina y guardarlas en bolsas perforadas, lo que permite que circule el aire. En cambio, algunas frutas como aguacates, duraznos y mangos deben madurar a temperatura ambiente antes de ir a la heladera. Los tomates, por su parte, conservan mejor su sabor y textura fuera del refrigerador hasta que alcanzan su punto justo de maduración. No todos los alimentos deben almacenarse en frío. Cebollas, ajos, papas y batatas necesitan un lugar seco, fresco y bien ventilado para evitar que acumulen humedad y se descompongan antes de tiempo. También es importante prestar atención a los hongos comestibles: en bolsas plásticas pueden estropearse rápidamente debido a la acumulación de humedad, por lo que es preferible guardarlos en papel o en recipientes con ventilación. Otro aspecto clave para prolongar la vida útil de los alimentos es evitar el exceso de humedad. Las frutas rojas, como frutillas, frambuesas y arándanos, no deben lavarse antes de almacenarlas, sino justo antes de su consumo. Envolver hierbas frescas como perejil o cilantro en papel absorbente o colocarlas en un vaso con agua dentro de la heladera también ayuda a mantenerlas en óptimas condiciones por más tiempo. Siguiendo estas recomendaciones, no solo se puede disfrutar de frutas y verduras frescas durante más días, sino que también se contribuye a reducir el desperdicio de alimentos y a ahorrar dinero. Con pequeños cambios en la manera de almacenarlos, es posible optimizar su conservación y aprovechar mejor sus beneficios nutricionales. Notas Relacionadas

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por