12/03/2025 06:31
12/03/2025 06:31
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
12/03/2025 06:30
» La Capital
Fecha: 11/03/2025 12:51
El desarrollo de la educación en línea sigue sumando desafíos en una lista que va desde la pandemia hasta el crecimiento de la inteligencia artificial (IA). El sociólogo español Manuel Herrera Gómez es optimista en cuanto a las nuevas tecnologías, pero también pide cambios: "Un material digital tiene que ser tan atrayente como 'La Casa de Papel'" . La comparación del docente es parte de su análisis como referente de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), pionera en procesos de formación a través de internet. Durante su última visita a Rosario le concedió una entrevista a La Capital y aseguró que el camino hacia modelos híbridos de enseñanza y aprendizaje es inevitable , de modo que el "profesor del siglo XXI" debe cambiar contenidos, herramientas y metodología. Herrera comenzó a dar clases hace 35 años y actualmente tiene un trabajo íntimamente relacionado con los problemas de la educación de nivel superior. La institución europea tiene más de 250 convenios firmados en Latinoamérica y sus propuestas abarcan desde la capacitación hasta el diseño de contenido digital, pasando por maestrías altamente especializadas y becas de movilidad virtual. Nosotros activamos nuestro plan de relacionamiento, que consiste en aportar en lo que somos buenos. Somos muy buenos porque fuimos los primeros en enseñanza online de calidad. Hoy todas las universidades en América Latina y en el mundo caminan hacia modelos híbridos que combinan presencialidad y virtualidad. En la enseñanza en línea, lo importante no son las plataformas. Lo importante es tener profesores capacitados que conviertan el aula en un escenario de aprendizaje, donde el protagonista fundamental es el alumno. ¿Cómo cambió el profesor del siglo XXI desde la pandemia? Internet revolucionó la relación profesor-alumno de tal manera que el profesor de sus clases magistrales ha tenido que convertirse en un nuevo gestor de conocimiento. Muchos compañeros dicen: "Mis alumnos no me hacen caso, están más pendientes de Whatsapp y las redes sociales que lo que yo doy". No han sabido que aquellas clases magistales, modelos socráticos donde tú predicabas durante 45 minutos como un sacerdote el domingo en misa han desaparecido. Son simplemente anecdóticas. Hoy tienes que fomentar el pensamiento crítico, elaborar materiales que favorezcan el autoaprendizaje de los alumnos. Tienes que gestionar las relaciones dentro de la clase, haciéndola más participativa y construyendo el conocimiento con los propios alumnos. Educación e inteligencia artificial El director académico de Relaciones Internacionales de Unir se declaró un "gran partidario" de la revolución de la inteligencia artificial. Si bien se enfoca en la cuestión educativa, su mirada va mucho más allá. ¿Qué tiene para ofrecer la inteligencia artificial en la sociedad actual? La IA está suponiendo en el tercer milenio lo que la máquina de vapor supuso a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Si tú ves algunos tratados de sociología, te darás cuenta de algo muy sencillo. Karl Marx, August Comte, Emile Durkheim y Max Weber la atacaban: iba a romper las relaciones tradicionales, crear un mundo de parados. La máquina de vapor permitió democratizar los viajes, las prendas de vestir, el tránsito del campo a la ciudad. Esta es una revolución similar, pero mucho más radical. Aquí el que no coja el tren, quedará totalmente aislado. ¿Adónde apunta esa revolución en la educación? La sociedad del siglo XXI necesita una democratización del conocimiento. El reto es reconducir lo técnico a lo humano. No es sustituir al profesor que tradicionalmente hacía una prédica sobre determinado tema. El profesor sigue estando ahí. Qué gran diferencia hay cuando en un aula rompemos la unidireccionalidad y establecemos una bidireccionalidad, donde el eje fundamental es la aportación de conocimiento. La inteligencia artificial es algo más que ahorrar tiempo, también es poder desarrollar otras aptitudes y capacidades. Las herramientas digitales y las brechas educativas Por otra parte, Herrera levantó su bandera en defensa de la educación en línea como un "instrumento para corregir desigualdades sociales". Al mismo tiempo, advirtió: "En las sociedades digitales tiene que intervenir una política pública sin por ello cooptar lo que es el libre desarrollo". ¿Cuáles son las principales ventajas de este sistema de aprendizaje? Permite llegar a personas y escenarios que quedarían totalmente excluidos de otra forma. La formación online permite conciliar vida laboral y familiar. También es un corrector de desigualdades de género: casi el 65 % de los cursos de UNIR tienen asistentes mujeres. En nuestras sociedades latinas, es la mujer la que abandona el puesto laboral para dedicarse a las tareas del hogar y después tiene que volver. ¿Cómo cambiaron los procesos tras la emergencia por coronavirus? La pandemia marcó un antes y un después en la enseñanza online. Empezó a cambiar el perfil de los alumnos. Ya no son solamente profesionales ubicados que necesitan actualizarse. Los centennials y millenials descubren un nuevo proceso de socialización como en las redes sociales. Hoy las currículas tienen que estar cada vez más pegadas a la realidad y eso implica que la digitalización puede jugar un papel importante para esa flexibilización. ¿Las instituciones se enamoran de las plataformas cuando hacen esos cambios? Ahí hay un condicionante económico. Algunas presuponen una gran inversión, como Canvas, y otras tienen que escoger herramientas como Moodle casi obligatoriamente porque son gratuitas. Cada universidad del siglo XXI tiene el resto de escoger qué quiere ser. Algunas buscan apostar a la digitalización con un importante desarollo de formación online. Otras quieren seguir siendo presenciales y tener un poco para la formación continua. ¿Qué papel juegan las condiciones materiales en esa evaluación? En el uso de las nuevas tec, la emergencia de desigualdades no está simplemente ligada al acceso a internet o la computadora. Esa es la primera capa de la desigualdad. Hay otra capa que es el uso desigual de la computadora o de internet. Numerosos estudios sociológicos ponen de relieve que las clases más bajas usan internet fundamentalmente para el entretenimiento, mientras que las clases más cultivadas lo utilizan para realizarse como personas, conocer nuevos escenarios formativos y de capacitación. En las sociedades tradicionales existen desigualdades de carácter económico ligadas a la desigual posición con respecto a los medios de producción, pero también hemos tenido desigualdades de género y desigualdades étnicas.
Ver noticia original