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  • Leandro Paredes en “Mi Selección”: los entretelones del abrazo más emotivo con Scaloni y la pelea con Messi que duró tres meses

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 06/03/2025 02:37

    Leandro Paredes es uno de los socios fundadores de La Scaloneta. El mediocampista surgido en Boca, de 30 años, no sólo fue parte de la génesis del exitoso ciclo de la selección argentina que acumula cuatro títulos (incluidas dos Copas América y un Mundial); podría decirse que resultó la piedra basal de un estilo, gracias a la decisión del entrenador de utilizarlo como un N° 5 poco convencional, casi un enlace en esa función. Y los resultados le dieron la razón. Pero además se convirtió en uno de los referentes, junto a Messi, De Paul y Otamendi, entre otros, de un grupo que mutó en familia. Y se defiende como tal dentro y fuera del campo de juego. El hombre de la Roma le abrió las puertas de su casa a Infobae y también el cofre de sus recuerdos con la casaca albiceleste, que todavía tiene mucho espacio por alimentar, en el umbral de los dos primeros compromisos del equipo en 2025: los choques del viernes 21 ante Uruguay, en el Centenario, y el martes 25 contra Brasil, en el Monumental, por las Eliminatorias sudamericanas. -¿Desde hace cuánto estás en la Roma en esta etapa? -Desde junio de 2023 hasta el día de hoy. Así que vamos un año y medio, espectacular, disfrutando. -Yo siempre digo lo mismo, que llama la atención porque el jugador de fútbol generalmente va a una ciudad a la que tal vez todos fuimos de visita o a hacer turismo, pero prácticamente no la conocen. No pueden pasear por un montón de cuestiones. -Y acá menos. -¿Por qué? ¿Acá son muy pasionales? -Son muy pasionales. Si vas al centro se te va a hacer muy difícil caminar y vamos muy poco. Vamos de noche a alguna cena o algo, pero sí, se va poco. Los romanos son iguales a nosotros. Lo viví cuando vine la primera vez en el 2014. Hasta el día de hoy no cambiaron nada. Son siempre muy pasionales, muy cariñoso, muy, muy caldos, como dicen acá. -Tenés un buen italiano. ¿Lo aprendiste la primera vez? -Lo aprendí rápido cuando llegué a Roma la primera vez y después no lo dejé. Después de que me fui de Italia, nunca dejé de hablarlo porque cuando me fui a Rusia, el entrenador era italiano. Hablaba siempre en italiano con él. En París tenía muchos jugadores que hablaban italiano, entonces nunca dejé de hablarlo y siempre lo fui perfeccionando. -Acá está toda la familia. Tienen dos hijos y están embarazados. ¿Alguien les avisó que generalmente dicen que el tercero o la tercera es como una bomba? -Nos avisaron. Pero estamos preparados. Sabíamos lo que queríamos. Lo buscamos, así que ojalá que llegue con mucho amor. Mucha paz. Va a ser nene: Lautaro. -¿Sos romántico? -Yo soy muy romántico. El Día de los Enamorados justo hablábamos en el grupo de mis amigos y me decían “¿qué regaló el romántico”. Me ponían eso los amigos porque saben cómo soy. Transita su segunda etapa en la Roma (Alfredo Falcone/LaPresse via AP) -¿Sos más de los detalles? -Un todo. Me gusta la música romántica. Me gusta también tener detalles con mi mujer. Me gusta mucho. -Vamos a hablar un poco de la Selección. Estás desde el 2017. Siempre se habla mucho de Fideo Di María o de Leo Messi, de todo lo que sufrieron y cómo se dio vuelta todo. Pero casi toda esta camada también lleva muchos años y todos sufrieron en mayor o menor medida las críticas. ¿Te das cuenta de eso? ¿De que a ustedes también se les rompió la pared? -Como bien decís, nosotros, más allá de que muchas cosas no las vivimos estando dentro de la Selección, las sufrimos como jugador, como hincha. Y, cuando yo llegué, todavía era parte de esa camada que estaba dejando la Selección, que estaba por jugar un Mundial. Nos tocó clasificar casi en la última fecha para ese último Mundial (en 2018), fuimos muy criticados también cuando agarró Scaloni; también lo criticaron mucho porque me hizo jugar a mí de cinco, cuando el cinco normalmente era totalmente diferente. Entonces se nos criticó muchísimo. Obviamente que crecimos y nos hicimos fuertes como grupo, como Selección, que para mí fue lo más importante. -¿Se te ha cruzado en algún momento decir “no voy más”? -Jamás, Jamás. Para mí la Selección es lo más grande que hay. O sea, yo miro cada convocatoria como si fuera la primera. Nos avisan que va a salir la lista y estoy todo el día mirando a qué hora sale y si salgo. Es difícil de explicar lo que sentimos cuando estamos ahí. Cuando empezás a respirar el aire del predio es espectacular. -Scaloni lo aclaró muchas veces y el hecho de tener que rendir no se negocia. Pero sos un preferido de Scaloni: el cariño está. -Yo tengo una relación espectacular. Estamos desde el primer día con él, desde el día que agarró. Crecimos. Crecimos juntos en la Selección, como grupo, como equipo, como personas. Hemos crecido, hemos madurado muchísimo, hemos logrado cosas importantes, y la relación creo que es lo más importante. El abrazo de Scaloni y Paredes tras ganar el Mundial de Qatar -Qué lindo ese video en el que lo hacés quebrar en la final del Mundial... -Es recontra llorón. A él le cuesta un montón. Antes era peor. Antes le costaba hablar en las reuniones, en las reuniones de antes de los partidos. Se emociona un montón. Es muy sentimental. Y ese día no sé cómo estaba haciendo para aguantar tanto. Y explotó cuando lo fui a abrazar. -Vos cuando venís, decís “éste se está por quebrar”... Porque aparte la cámara lo toma y hace como si fuera un nene... -Explota, explota. Él explota. Salimos del abrazo con Leo (Messi) ahí en la mitad de la cancha. Empiezo a caminar para el lado del banco y, cuando miro, lo veo a él levantándose. Entonces ahí fue donde lo encaro. Él no me ve hasta el último momento y cuando levanta la cabeza y me ve, explota. Yo lo único que necesitaba era agradecerle por todo. Por lo que te dije antes, él me llevó desde el primer día. Apostó por mí. Creyó siempre en mí en esa posición, cuando realmente el periodismo en sí, la gente en sí, buscaba otro tipo de jugador en esa posición. Y hasta el día de hoy él sigue buscando las mismas características mías. Entonces yo fui. Soy un agradecido a él de por vida. -¿Te enganchás a ver videos tuyos en la Selección? ¿Como el que está dando vueltas del gol de Lautaro Martínez en la final de la Copa América, en el que participás? -Sí, me gusta. Porque la gente muestra o hace videos diferentes, de otro tipo de ángulo. Le pone una música, le pone algo que lo hace más lindo. Sí, sí, me gusta mirarlo. Y lo vi. -Ese gol fue hermoso. -En el momento no de das cuenta de la dimensión, obviamente que mientras más pasa el tiempo te das cuenta de que fue algo increíble, que recién entrábamos los tres (Leandro, Lo Celso, quien dio la asistencia, y Lautaro) y que seamos los protagonistas de ayudar a que pudiéramos conseguir otra copa importante fue espectacular. -¿Con el tiempo te arrepentís del pelotazo al banco contra Países Bajos? ¿Qué te pasa con eso cuando lo ves? -Obviamente que con la cabeza fría no lo haría, pero en ese momento me salió así. No es que tampoco uno lo prepara. Me quedo ahí. Pasa que yo me tiro a barrer y primero robo bien la pelota, y todo el banco se levanta a pedir un foul que no era. Entonces, en la segunda barrida, donde yo sí hago foul, se vuelven a levantar todos y me quedo la pelota ahí. Y fue como un descargo. Fue un “siéntense”. -Parecía el barrio. Jugadores profesionales diciendo “si se tiene que pudrir, que se pudra”. -Fue desde el minuto cero así el partido, desde antes de arrancar. Fue muy picante por la declaración y demás. Entonces fue medio barrio. -¿Alguna vez lo viste así a Leo, como ese día? -Sí, conmigo se calentó mal. -¿Por cuánto tiempo se calentó con vos? -Como tres meses sin hablar estuvimos. Yo la pasé como el orto. Yo jugaba para el PSG y él para el Barcelona. Jugábamos por Champions y en ese momento, claro, no había gente. Era la pandemia y se escuchaba todo. Entonces nosotros pasamos a ganar 2 a 1 y yo dije algo para mis compañeros y él me escuchó... Para qué... Es recontra calentón. Y para que se le pase... El abrazo con Messi tras conquistar la Copa del Mundo (REUTERS/Lee Smith) -Pero a los 15 días, ¿no da para mandarle un mensaje? -Yo le mandé al día siguiente, le mandé a los 15 días... Yo le dije: “No era para vos, no era para ofender”. Y no respondió. Estuvo tres meses sin contestar. El partido creo que fue en febrero. Y nosotros teníamos Selección en marzo. Los partidos de marzo se suspenden. Entonces recién nos encontramos para los de junio antes de la Copa América. Ya habían pasado tres meses sin hablar. Yo pensaba: “Ahora tengo que ver cómo reacciona”. Pero no, un fenómeno, un fenómeno, porque llegamos el mismo día al predio. Yo llegué un ratito antes y apareció en mi habitación. Yo me estaba lavando los dientes. Era muy temprano y me tiró agua y me dijo: “¿Qué haces despierto tan temprano?”. Tenemos una relación increíble. -¿Qué onda con los vinos? Tenés dos vinos. ¿Te enganchaste por una cuestión empresarial? ¿Es un hobby? -Hasta los 24 o 25 años no me gustaba el vino. Para nada. Tomaba fernet. La cerveza tampoco me gustaba. El vino lo empecé a tomar después de más grande; terminaba un partido importante, me quedaba solo en casa, en París, y me tomaba una copa de vino. Así me empezó a gustar y mi hermana Vanesa desde chico me decía “cuando seas grande tenés que hacer un vino tuyo, con tu marca”. Yo, ni bola. Claro, cuando me empezó a gustar el vino, le dije que podíamos probar. Y la verdad es que ella se encargó de todo, se encarga de todo hoy en día. Y nos fue muy bien. Nos va muy bien. -¿Sos bueno jugando al pádel? -No me gusta hablar de mí, pero sí, juego bien. -¿Y en la Roma jugás con alguien? -Cuando tenemos libre, voy con Angeliño, el español, que juega bien; juego con él. Está Perotti acá. Diego Perotti, que ahora está jugando mucho al pádel. Juego con él también. -Hoy tu recreación es esa. Vos vas a entrenar y tu vida en Roma es hacer más deporte. Bueno, tampoco podés ir al Coliseo, por ejemplo. A la Fontana di Trevi... -Fuimos, pero a las 3, 4 de la mañana. Hace poco estuvo mi familia acá, estuvieron todos; mis hermanas, mis sobrinos. Todos fuimos a cenar y esperamos hasta hasta casi la una o dos de la mañana para poder ir. -¿Sos mamero de tu vieja, Miriam? -Sí, ahora cambié un poco más. Maduré un puntito. Antes era terrible. Mis papás se separaron cuando era muy chico. Entonces me crié con mi mamá y dos hermanas más grandes. En casa me hacían todo. Era el bebé mimado, el más chico, el único nene. Y sí, sí, fui muy mimado por mi mamá, al punto que hasta el día de hoy mis hermanas me cargan porque dicen que soy el preferido. Siempre fui muy mamero. Fideo y Paredes: próximamente, una dupla técnica -¿Seguís siendo el más fachero de la Selección? Una vez te preguntaron y dijiste que sí. -Hay gente muy fachera en la Selección. Top tres, me pongo. -Tenés fanáticos del fútbol y de Paredes. -Hay gente en los clubes de fans que suben videos todo el tiempo. -Ya lo dijiste: con Fideo (Di María), van a ser técnicos. -Arrancó tipo en joda, pero sí, nos gustaría. La verdad es que yo siempre dije que técnico no quería ser, pero que sí me gustaría ser ayudante. Y Fide sí es uno al que le gustaría ser entrenador. Entonces podríamos hacer algo. No estaría nada mal. Obviamente que tenemos que prepararnos, hay que hacer mucho, es mucho trabajo juntos. Pero sí, nos gustaría. -Han hecho toda una carrera. Han sufrido, han ganado todo. Y el técnico es empezar de cero, que te digan que no ganaste un partido... O sea, ¿están de vuelta preparados para sufrir? -Yo creo que nacimos para esto. Y hoy en día tuvimos la suerte de conseguir cosas muy importantes, sabemos que para volver a sentirnos así hay que lograr ese tipo de cosas. Y a los dos nos gustan los desafíos, nos gusta enfrentar las cosas. Así que ojalá, ojalá podamos hacer algo importante.

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