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  • Contaminación por plásticos: impacto en la salud humana y 7 consejos para evitarlos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 06/03/2025 07:16

    Los microplásticos y nanoplásticos están presentes en el aire, agua, alimentos y productos de consumo diario. (Imagen Ilustrativa Infobae) Los microplásticos y los nanoplásticos son partículas diminutas que provienen de la descomposición de plásticos más grandes o de productos fabricados directamente en tamaños pequeños. Ambos tipos de plásticos se encuentran distribuidos por todo el entorno, incluidos el aire, el agua, los alimentos y los productos de consumo diario. Su presencia en los tejidos humanos, especialmente en el cerebro, genera preocupaciones sobre sus posibles efectos en la salud. Científicos de Canadá y los Estados Unidos publicaron un artículo en Brain Medicine, publicada por Genomic Press que compila pruebas de diversos estudios y advirtieron: “El aumento de los niveles de microplásticos y nanoplásticos (MNP) en el tejido cerebral humano es alarmante, especialmente en pacientes con demencia”. Hay preocupación por el potencial efecto de los microplásticos y los nanoplásticos en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como la demencia (Imagen Ilustrativa Infobae) Los síntomas más frecuentes de esa afección neurodegenerativa son la pérdida de funciones cognitivas, como la memoria, el pensamiento y la capacidad para tomar decisiones. En diálogo con Infobae, el doctor Ricardo Allegri, investigador en neurociencias del Conicet y del Fleni en la Argentina, expresó: “Es muy preocupante el problema de la contaminación por nanoplásticos y microplásticos en el mundo, más todavía cuando hay evidencia que posiblemente sea mayor en cerebros de pacientes con demencia. Las evidencias actuales deberían considerarse para planificar acciones que reduzcan esa contaminación”. Si bien en países como la Argentina la exposición puede ser menor que en Estados Unidos es una gran llamada de atención. Hoy debemos trabajar no solo en los factores de riesgo tradicionales, sino también en los contaminantes plásticos y en el impacto de los alimentos ultraprocesados en relación con el deterioro cognitivo y trabajar para contrarrestarlos”, sostuvo Allegri. Qué diferencia hay entre microplásticos y nanoplásticos La diferencia entre microplásticos y nanoplásticos reside en su tamaño/ REUTERS/Ivan Alvarado Los microplásticos tienen un tamaño menor a 5 milímetros, mientras que los nanoplásticos son aún más pequeños, con un tamaño inferior a 200 nanómetros. La cantidad de nanopartículas y micropartículas plásticas en el medio ambiente, que varían en tamaño desde tan pequeñas como 1 nanómetro (una milmillonésima parte de un metro) hasta 500 micrómetros (una millonésima parte de un metro) de diámetro, aumentó exponencialmente en los últimos 50 años. A medida que la contaminación por plásticos crece, se hace cada vez más evidente que pueden tener efectos negativos en la salud humana. Recientemente, un estudio llevado a cabo por investigadores de los Estados Unidos y Colombia aportó más pruebas. Fue publicado en la revista Nature Medicine en febrero pasado. Las pequeñas partículas de plástico pueden acumularse en niveles más altos en el cerebro humano que en el riñón y el hígado, con concentraciones mayores detectadas en muestras post-mortem de 2024 que en las de 2016, señaló el grupo de científicos, que incluyó a María Zuluaga-Ruiz, del Grupo de Investigación en Rehabilitación de la Universidad del Valle (GIRUV), en Cali, Colombia. Se detectó una mayor acumulación de partículas plásticas en cerebros humanos recientes frente a muestras más antiguas (Imagen Ilustrativa Infobae) También encontraron una mayor concentración de partículas micro y nanoplásticas en 12 cerebros de individuos con diagnóstico documentado de demencia en comparación con otros que no tenían el trastorno. Esos hallazgos identificaron una asociación, pero no establecen un vínculo causal entre las partículas plásticas y los efectos en la salud. También los autores sugirieron que algo de variación en las muestras cerebrales podría deberse a diferencias geográficas. Cómo los contaminantes ingresan en el cuerpo humano Identificaron mayores concentraciones de partículas plásticas en cerebros de personas con demencia en comparación con quienes no padecen la enfermedad (Imagen Ilustrativa Infobae) Según los autores del trabajo publicado en Brain Medicine, los microplásticos y los nanoplásticos penetran en el cuerpo humano a través de diversas rutas, como la ingestión, la inhalación o el contacto dérmico. Los investigadores son Nicholas Fabiano, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Ottawa, y Brandon Luu, del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Toronto, en Canadá. El tercer autor es David Puder, de la Escuela de Medicina de la Universidad Loma Linda, en California, Estados Unidos. Mencionaron que los microplásticos en el cerebro pueden inducir estrés oxidativo, inflamación y disfunción inmune. Además, los nanoplásticos más pequeños (menos de 200 nanómetros) parecen tener una mayor capacidad para atravesar las barreras biológicas, lo que facilita su acumulación en los tejidos. En modelos animales, se han observado alteraciones en la memoria y el aprendizaje debido a la presencia de MNPs en el cerebro. También se ha detectado que interfieren en el funcionamiento de células cerebrales, lo que podría contribuir a enfermedades neurodegenerativas como la demencia. ¿Cómo protegerse de los microplásticos y los nanoplásticos? Para reducir la exposición a microplásticos y nanoplásticos, científicos sugirieron reemplazar el agua embotellada por agua de grifo(Imagen Ilustrativa Infobae) Los científicos sugirieron varias estrategias para reducir la exposición a los microplásticos y los nanoplásticos. Estas recomendaciones se enfocan principalmente en los cambios de hábitos en el día a día: Reemplazar el agua embotellada por agua del grifo. Esta simple acción podría reducir la ingesta anual de microplásticos de 90.000 partículas a solo 4.000. Evitar el uso de plásticos para almacenar y calentar alimentos, ya que el calentamiento en plástico libera grandes cantidades de partículas. Se recomienda “dejar de calentar alimentos en plásticos, especialmente en microondas, debido a la liberación de hasta 4.22 millones de partículas por centímetro cuadrado en solo tres minutos”, afirmaron. Reducir el consumo de alimentos altamente procesados, que a menudo están almacenados en plásticos. Este tipo de alimentos contienen muchas más partículas de microplásticos que los productos frescos. Usar contenedores de vidrio o acero inoxidable en lugar de plásticos para evitar la contaminación por MNPs. Evitar el uso de bolsitas de té plásticas, que liberan grandes cantidades de microplásticos al ser sumergidas en agua caliente. Eliminar el consumo de alimentos enlatados podría ser una estrategia eficaz para reducir la exposición, ya que el uso de bisfenol A (BPA) en las latas puede aumentar los niveles de microplásticos en el cuerpo. Mejorar las prácticas de almacenamiento de alimentos: usar recipientes de vidrio o acero inoxidable, que puede ser una acción clave para reducir la exposición a los microplásticos. Se aconsejó usar bolsitas de té no plásticas para limitar la contaminación por esas partículas (Imagen Ilustrativa Infobae) Las recomendaciones apuntan a un cambio de estilo de vida que permita una reducción sustancial en la exposición a los contaminantes, aunque los autores reconocieron que aún falta más investigación para confirmar la eficacia de esas medidas a largo plazo. Por eso, hicieron un llamado a realizar más estudios a largo plazo, con poblaciones más grandes y diversas, para poder confirmar si las soluciones realmente son efectivas en la reducción de la exposición a los contaminantes y en la mejora de la salud humana a largo plazo.

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