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» Diario Cordoba
Fecha: 24/02/2025 11:58
Pasaban unos minutos de las 8.00 horas de este lunes cuando Daniel Fernández, encargado de la obra para convertir la antigua casa de los Guzmanes, en El Realejo (Córdoba), en un hotel, ha encontrado entre los escombros del inmueble lo que a simple vista, con la luz escasa de ese momento, parecía un trozo de hierro similar a los adornos antiguos que están apareciendo. Sin embargo, al analizarlo ha observado que el artefacto tenía la anilleta o seguro. Se ha dado cuenta de que, "como en las películas", lo que tenía en sus manos era una granada. "La he sacado al patio corriendo y la he soltado". "Al principio no, pero luego me ha dado un poco de miedo", ha admitido. Tres compañeros en total se encontraban trabajando en la intervención que ejecuta Construcciones González, de Fernán Núñez, para acometer el proyecto del grupo valenciano Gimeno. Daniel Fernández ha detallado a este periódico que la granada ha aparecido entre los escombros de una pared que derribaron la semana pasada, por lo que desconocen si podría estar alojada en ese muro o en el tejado. De forma inmediata, diferentes fuentes han relacionado este hallazgo con las huellas de la Guerra Civil en Córdoba. No en vano, en el inmueble residió el general golpista Enrique Varela, a quien se atribuyen operaciones de sometimiento y represión en Sevilla, Córdoba, Antequera y Málaga, y muchos fusilamientos de prisioneros republicanos. Cabe recordar que el pasado septiembre se localizó un proyectil de la Guerra Civil en las obras del tanque de tormentas, en El Arcángel, y el hallazgo fue relacionado con bombardeos republicanos sobre la ciudad, que tuvieron como objetivos los barrios de San Andrés y El Realejo, probablemente, porque allí residían el coronel golpista Ciriaco Cascajo y el general Varela. Desalojo y cierre de negocios El hallazgo de la granada se ha convertido este lunes en la comidilla del barrio. De este modo, el desplazamiento de numerosos efectivos de la Policía Nacional, la Policía Local y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento ha provocado un gran revuelo en la zona. Sobre las 10.15 horas, la Policía Nacional ha activado a la unidad Tedax, que finalmente ha trasladado el explosivo a un lugar seguro para detonarlo. No obstante, durante alrededor de 45 minutos, la calle ha estado cortada al tráfico y la zona, acordonada. Los negocios han tenido que echar la persiana y los clientes, dispersarse. Algunos cafés y tostadas se han quedado a medias en la pastelería Roldán. Una de sus trabajadoras, Olga Muñoz, ha reconocido que han sufrido "un susto grande en una hora punta de afluencia de público". Además, señala que ahora "el miedo es que, con tanto movimiento, aparezcan más". José Ángel Martínez, vendedor de la ONCE, ha tenido que "recoger corriendo, porque la Policía me ha dicho que me vaya". En la misma línea, Esperanza Caballero, trabajadora del estanco El Realejo, señala que en un primer momento les han pedido que permanezcan en el interior del local, pero después han tenido que desalojarlo y cerrarlo. "La calle estaba cortada como en un atentado" El Realejo es una calle del casco histórico muy concurrida y después de la intervención policial se han podido escuchar comentarios en todos los sentidos. Así, a mediodía de este lunes una vecina afirmaba a otra que "estaba la calle cortada como si hubiera un atentado". En la parada del autobús, otra mujer ha manifestado que "pensaba que iban a parar las obras un par de días, para comprobar si había más artefactos". No ha faltado quien se lo ha tomado con humor y este ha sido el caso de María del Mar Luque, quien ha recordado que "ahí escondían armamento, a ver qué más sale. Lo que ocurre en este barrio no es normal". Otras personas apuntaban que "dicen que han puesto ahí la granada para que no se construya el hotel". Suscríbete para seguir leyendo
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