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» Diario Cordoba
Fecha: 18/02/2025 15:24
Julia Wendell, la joven polaca que asegura ser Madeleine McCann, ha vuelto a la carga con nuevas pruebas que tratan de contradecir el test de ADN que ya descartó su teoría hace dos años. Wendell saltó a la fama en febrero de 2023 tras asegurar en las redes sociales que era la niña británica desaparecida en Portugal, algo que tanto su familia como los padres de Madeleine McCann han negado en repetidas ocasiones. A pesar de la inconsistencia de las pruebas y de las preguntas que siguen sin responder, la joven, también conocida como Julia Faustyna, ha decidido abrir un nuevo capítulo en uno de los casos más mediáticos de la historia reciente, el cual ha dado pie a múltiples y descabelladas teorías en los últimos años. En un nuevo perfil de Instagram, Wendell ha presentado una serie de pruebas de dudosa validez para tratar de demostrar su origen. La primera de ellas, de fuente desconocida, apunta a que la joven tiene ascendencia británica e irlandesa, algo que contradice la prueba de ADN a la que se sometió en 2023, que confirmó su origen 100% polaco. La segunda es un test realizado por Monte Miller, un experto estadounidense “altamente respetado y reconocido”, quien sostiene que las muestras “encajan bastante bien, más de lo que podría esperar” y que “hay un patrón específico que apunta a una conexión familiar casi segura”. Miller señala, sin embargo, que los resultados no son definitivos y recomienda buscar a un familiar para tener mayores garantías. “Para nosotros es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima y sobrina adoptiva. Tenemos recuerdos, tenemos fotos" Familia de Julia Wendell La tercera prueba se basa en la comparación del ADN de Wendell con muestras supuestamente extraídas del lugar de la desaparición de McCann en Portugal, incluido un extracto de saliva recogido en el edredón de la cama en la “escena del delito”. En ningún momento la joven da detalles sobre cómo ha obtenido estas muestras ni la identidad del autor de la prueba –se limita a decir que es un experto genetista con 28 años de experiencia–, pero destaca que los resultados apuntan a una conexión con Gerry McCann, el padre de Madeleine. “La prueba genética sostiene firmemente que McCann podría ser el padre biológico de Julia Wendell, ya que los datos coinciden perfectamente con los de una relación padre e hijo”, concluye el experto anónimo. Wendell también se ha apoyado en varios análisis de reconocimiento de voz y de rasgos faciales para reforzar su teoría, en muchos casos sin revelar de dónde proceden. Disculpa anterior Con su reaparición en las redes sociales, Wendell ha abierto de nuevo un caso que ella misma cerró en 2023, cuando ofreció una disculpa a los McCann por haber contribuido a aumentar su angustia. Ahora ha decidido volver a sembrar dudas con nuevas revelaciones, tras reconocer que tuvo “dificultades para entender” los resultados del primer test, a pesar de que ni los padres de Madeleine ni su propia familia se han prestado a participar. “Para nosotros, como familia, es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima y sobrina adoptiva. Tenemos recuerdos, tenemos fotos. Siempre intentamos comprender todas las situaciones que pasaron con Julia”, aseguró su familia en un comunicado en 2023. Entre los cabos sueltos está la diferencia de edad entre las dos jóvenes: Madeleine tendría hoy 21 años y Julia es dos años mayor Wendell afirmó en su momento haber sido víctima de abusos sexuales, algo que contribuyó a sus episodios depresivos y a sus presuntas pérdidas de memoria durante su infancia y adolescencia. Estas pérdidas de memoria la llevaron a sospechar sobre su origen familiar y a asegurar ser hasta dos niñas desaparecidas distintas, una alemana y otra estadounidense, antes de generar una enorme ola de expectación con su teoría sobre Madeleine McCann. Una teoría que deja muchos cabos sueltos, entre ellos la disparidad de edad entre la pequeña desaparecida, quien tendría actualmente 21 años, y la de la joven polaca, dos años mayor. Investigación abierta Mientras, la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann sigue abierta. El principal sospechoso, Christian Brückner, fue absuelto el año pasado de cinco casos de violación y abuso sexual no relacionados con la niña británica, mientras sigue cumpliendo condena en Alemania por otro caso de violación. Brückner no ha sido imputado por el momento y no hay otras líneas claras de investigación. La Policía Metropolitana de Londres ha evitado pronunciarse sobre las revelaciones de Wendell, a las preguntas de EL PERIÓDICO, y se ha remitido a las declaraciones del inspector jefe Mark Cranwell, el hombre al frente de la investigación en el Reino Unido, bautizada como Operación Grange. “Seguimos ayudando a la familia de Madeleine a comprender lo que ocurrió la noche del 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz. Nuestros pensamientos siguen estando con la familia”, se ha limitado a decir el agente.
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