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  • Las 3 claves de la operación Talgo, una compra que entra en la recta final

    » Diario Cordoba

    Fecha: 13/02/2025 12:03

    El grupo vasco Sidenor, el fondo polaco PFR y la compañía india Jupiter Wagons encarrilan las últimas horas antes de que el próximo 14 de febrero venza el plazo marcado por Pegaso, consorcio accionista de Talgo, para enviar sus ofertas para adquirir el fabricante de trenes. A pesar de que la oferta del grupo liderado por José Antonio Jainaga es la mejor posicionada, los dos inversores extranjeros esperan cautelosos los movimientos del Gobierno y también del fondo británico Trilantic, primer partícipe de la compañía industrial. ¿Cuáles son las claves de la operación? 1. La españolidad y el papel del Gobierno vasco Casi desde el primer minuto, es decir, desde que se supo que el fondo Trilantic quería vender su 29,8% en Talgo (que estaba unido a otro 10% en manos de los Abelló y los Oriol), el Gobierno ha trasladado que su primera intención en la operación es asegurar la españolidad de la compañía. Es decir, conseguir un núcleo duro español que garantice que la sede, y parte de la capacidad productiva, las inversiones y el empleo se mantengan en nuestro país. Puede parecer un objetivo de mínimos, pero la realidad es que grandes empresas como la española CAF o internacionales como Siemens o Alstom no se han interesado en la compra pese a las sugerencias del Ejecutivo. En ese punto se plantea la opción que sea Sidenor el aliado necesario, una siderúrgica radicada en Basauri (Vizcaya) que ofrece capacidad de gestión y que cuenta además con el impulso del Gobierno vasco, que sueña con que la sede de Talgo vuelva a Euskadi y que ha puesto a su disposición los recursos del Instituto Vasco de Finanzas (la Sepi vasca) y de las fundaciones de las cajas BBK y Vital. Otro aspecto no menor es que el Ejecutivo vasco está gobernado por el PNV apoyado por PSOE, unos papales que se intercambian en el Congreso de los Diputados: aquí el PNV es uno de los socios parlamentarios habituales del Ejecutivo socialista. Sin embargo, el primer escollo es que Sidenor no está por la labor de lanzar una opa por el 100% de la ferroviaria. Solo está interesada, posiblemente por falta de músculo financiero, en adquirir una participación inferior al 30%, umbral exento de lanzar una opa. Y además para ello ha ofrecido un precio relativamente bajo: 4,15 euros por título que se complementarían en 4 años en virtud del cumplimiento de determinados (y no especificados) cumplimientos hasta poder llegar a 4,8 euros. Pero sin duda el principal problema de la opción Sidenor es no solventa el problema industrial de falta de capacidad que acecha a Talgo, ya que no dispone de plantas que en el corto plazo (dos o tres meses) puedan fabricar trenes. En estos momentos, el fabricante ferroviario no puede cumplir con la entrega de algunos pedidos (su cartera suma 4.000 millones), lo que ha llevado a la propia Renfe a demandarla por 166 millones. 2. El papel geopolítico: de Europa del Este a Asia Y en esa falta de capacidad industrial hay que enmarcar la irrupción de ofertantes extranjeros para comprar Talgo: desde la malograda opa de la húngara Magyar Vagon, vetada en agosto pasado por el Gobierno por temor a los lazos de la firma con Rusia, a las anunciadas pero aún no formalizadas opas del fondo público polaco PFR (propietario de la ferroviaria Pesa) y del grupo privado indio Jupiter Wagons. La cuestión es que Moncloa no quiere que ningún grupo extranjero entre ya en Talgo. La hoja de ruta pasa por esperar a una segunda fase, una vez consolidado Sidenor como primer accionista. Si se da por bueno que tanto Pesa como Jupiter ofrecen una capacidad industrial suficiente para fabricar talgos en un breve plazo de tiempo, la clave está en las relaciones e intereses geopolíticos del Gobierno español. India tiene en marcha un plan de construcción de infraestructuras, donde el ferrocarril juega un papel destacado, de 133.000 millones de dólares. Por no hablar de su crecimiento (algunos la consideran la próxima China) y su carácter de puerta de entrada al gigantesco mercado asiático. En su contra juega que India adjudicó este mismo año a una empresa alemana un contrato de 5.000 millones para construir submarinos donde pujaba la española Navantia. Respecto a Polonia las relaciones de los respectivos jefes de Gobierno, Pedro Sánchez y Donald Tusk, son excelentes. El país es un miembro de pleno derecho de la Unión Europea (aunque también lo es Hungría) y también tiene en marcha un ambicioso plan de infraestructuras que reserva unos 40.000 millones al ferrocarril. Polonia es otra puerta de entrada, esta vez al mercado de Europa del Este, amplio y en reconstrucción, sobre todo en el caso ucraniano. El propio ministro Carlos Cuerpo ha encabezado esta misma semana una amplia delegación en Polonia en la que ha dejado constancia de su interés en el mercado. 3. El escudo 'antiopas' y la segunda fase ¿Cómo pretende el Gobierno español que los ofertantes extranjeros esperen a una segunda fase de la operación? Ahí está la clave de este proceso y donde radica su complejidad. Está claro que para Moncloa es clave que ninguno de los dos lance una opa formalmente por el 100% de Talgo. Sobre todo si alguna de esas ofertas o ambas superan el precio que ofrece Sidenor. Y para evitar esas supuestas opas solo hay dos caminos. Pactar antes del viernes, el día clave fijado por Trilantic, o hacer valer la disposición del Gobierno a vetar la opa, como ya se hizo en el caso húngaro. Los diferentes movimientos han causado que ni Jupiter ni PFR vayan a lanzar la opa que pretendían, a pesar de tener todo listo para ello, tal y como ha venido adelantando este periódico en los últimos días. El motivo es que el Ejecutivo les ha exigido que dejen despejado el camino a Sidenor para primero solucionar el problema accionarial que tiene la compañía: la salida de principal accionista, Trilantic, que ya ha culminado su ciclo inversor. Desde el Gobierno ya se emplaza a estos inversores a lo que han denominado una "fase dos" para Talgo. Una vez consolidado un núcleo duro español en la compañía, el cual ocuparán Sidenor y las autoridades vascas, están abiertos a dar entrada a inversores industriales extranjeros, sean los dos que ya se han interesado, Pesa y Jupiter, u otros. La realidad es que la ferroviaria fundada por Alejandro Goicoechea Omar y José Luis de Oriol y Urigüen, en los próximos años, seguirá requiriendo un plan industrial con el que sacar adelante sus pedidos, especialmente si quiere seguir ampliando su cartera de encargos.

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