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  • Incendios en el sur: todo se quema y el gobierno niega

    Parana » Inventario22

    Fecha: 07/02/2025 09:32

    El asfalto está empapado como si hubiese llovido pero el agua no viene del cielo, es la que traen como pueden bomberos, brigadistas y la comunidad entera de la zona de Maillín Ahogado en la provincia de Río Negro. “La comunidad activa es lo que sostiene todo en este momento, en todos los niveles, cuando perdés todo lo peor que te puede pasar es estar solo” dice Agustina, vecina de El Bolsón. Le cuesta contar lo que pasa, el doble movimiento que implica luchar contra el fuego y poder comunicar hacia afuera lo que está pasando le resulta agotador: “Los discursos fascistas que hay en este momento son la cara de lo que está pasando con el fuego y la contracara es la comunidad haciendo”. Según cuenta, en estos días se conformó lo que llamaron “guardia de la ceniza”, son personas alertas al fuego que vigilan mientras otras utilizan ese tiempo para poder dormir. “Es muy difícil conciliar el sueño sabiendo que en cualquier momento se puede prender fuego tu casa. Los discursos individualistas, acá se caen, nadie se salva solo”, dice en diálogo con Las12 “Desde el primer momento que empezaron a llegar las noticias del fuego, vimos cómo la gente de El Bolsón empezó a tender redes para colaborar a apagarlo, rescatar a los animales y ayudar a las personas que perdieron todo” dice Dana, una voluntaria que está en El Bolsón pero vive en Buenos Aires. Los lazos de solidaridad y cuidado aparecen en todos los relatos, donaciones, armado de viandas para quienes trabajan día y noche, un accionar colectivo que va desde armar las bombas de agua y cargarlas en las camionetas hasta resguardar a las personas que se quedaron sin vivienda. En esa hoguera, de parques, bosques y ríos, de personas que se quedaron sin casa y sin sus huertas comunitarias, de animales que ya no pueden estar donde estaban, crepitan también las preguntas por el cambio climático negado por el gobierno nacional y su rol institucional en el manejo del fuego. Tejido social y lucha contra el fuego Luis Corvalán tiene un camión Ford 600 del 66´, 50 años y nació en El Bolsón: “Desde el primer día me puse a disposición de la emergencia con los recursos que fui consiguiendo, le puse cinco tanques de mil litros a la camioneta y una bomba prestada” dice. Su historia se replica en otros vecinos y vecinas que colaboran con las brigadas de sol a sol: “Puse a disposicion mi camioneta para el reparto de donaciones e insumos, fueron días de mucha angustia, desesperación y de una impotencia que nos invadía cuando los mismos focos que eran apagados el viento los volvía a prender” dice. La solidaridad se extendió a la velocidad del viento, comercios regalando mercadería, la escucha constante, la certeza de que va a haber un plato de comida después de haber perdido todo. Mayra Lucio, es hija de Eduardo Lucio que junto a Isabel Giraudo fundaron el museo de Piedras Patagónicas de Mallín Ahogado. El museo reunía rocas y minerales de la Patagonia con clasificación científica y un parque temático donde una pirámide de cuarzo junto a rocas, raíces y troncos ensamblados invitaban a una mirada artística. Fue creado hace 25 años y recientemente donado a la fundación Cooperar de la cooperativa de telecomunicaciones Coopetel de El Bolsón. Días antes de los incendios se inauguraba en su nuevo lugar próximo a la Plaza Pagano. Si no fuera por ese movimiento, hoy todos esos minerales únicos para la comunidad serían ceniza. El fuego arrasó con casas, bosques y zonas de chacras productivas. “Los proyectos de cultivos comunitarios son pérdidas invaluables. La solidaridad en la Comarca Andina siempre aparece, el fuego se combate con las brigadas pero en un gran porcentaje por los y las vecinas” dice una voluntaria que vive en El Bolsón. "Mayin no va a ser lo que era por unos cuantos años” dice. Para ella todo el tiempo se está buscando un enemigo interno, un culpable y en eso se señalan personas que no tienen nada que ver: “Acá todo el mundo tiene nafta, para la desmalezadora, los generadores, las motosierras y si algo que está circulando en todos los autos que suben a la zona, es la nafta. Pero se corre la bola que si hay nafta, hay un culpable”. En este sentido, recalca que hay una necesidad de querer saber cómo se inició el fuego pero también una gran responsabilidad del Estado de tener a las brigadas equipadas y a las poblaciones preparadas. Detrás del fuego El 27 de diciembre del año pasado y por medio del decreto 1136/2024 publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo informó que el Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) pasó a formar parte del Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich. Los incendios en el sur arrasan territorios de Chubut, Río Negro y Neuquen, ya hay cientos de casas destruidas y 23 mil hectáreas quemadas. A pocos horas de iniciados los focos de incendio, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, declaró en su cuenta de X: “Este desastre dejó una víctima fatal, arrasó miles de hectáreas y provocó un daño enorme a nuestra comunidad. Con las pruebas reunidas, podemos confirmar que fue intencional”. A través de la misma red social informó que se habían producido tres detenciones a sospechosos de haber producido los incendios. Mientras tanto, circularon videos desde la ciudad de El Bolsón, denunciando que quienes habían sido detenidos eran personas que estaban colaborando a apagar el fuego. Vecinos de la Comarca Andina se acercaron a la comisaría para exigir su liberación y denunciaron que fueron agredidos por “la patota” de Joe Lewis. En 5 de febrero se iba a realizar la Marcha por la Soberanía a Lago Escondido para denunciar la apropiación ilegal del magnate sobre las tierras y el acceso al lago en Río Negro, finalmente no se pudo realizar por los incendios. El 31 de enero de este año, el intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, condecoró a Van Dittmar -mano derecha de Lewis- cómo ciudadano ilustre de la ciudad. Vecinxs publicaron un video en el que un hombre identificado como Víctor Hugo Araneda agrede a manifestantes en los alrededores de la comisaría, Araneda está imputado por el ataque en 2023 a manifestantes que exigían la apertura del camino de Tacuifi que Lewis mantiene cerrado. También fue guardaespaldas de Enrique Ibarra, ex secretario de obras públicas del municipio de El Bolsón, que ahora ocupa el cargo de delegado regional de vialidad nacional, hijo del interventor militar en Lago Puelo en la dictadura militar de 1976. Emergencia climática y negacionismo El combate de los incendios en el sur ponen en evidencia una enorme presencia de un lazo social solidario -algo contra lo que Milei apunta sistemáticamente- y una comunidad que se pregunta cómo responde el Estado y las instituciones a los efectos del cambio climático. ¿Cómo se entra en el debate frente a un gobierno que niega la existencia del cambio climático ? ¿Qué estrategias pueden empezar a circular como respuesta? “Son preguntas difíciles, porque soy consciente de que enfrentamos un gobierno negacionista que, por definición, niega la crisis ambiental y, por ende, suprime políticas ambientales y recorta cada vez más el presupuesto en nombre del ajuste fiscal, mientras los incendios previsiblemente se multiplican y devoran bosques, destruyen ecosistemas, seres humanos, animales y viviendas” dice Maristella Svampa, investigadora y escritora, quien percibe que todavía el gobierno no paga ningún costo político frente a la sociedad. Para ella es crucial organizar la solidaridad y generar empatía ambiental en términos más amplios: “Contamos con un sistema de información meteorológico altamente capacitado, que también ha sido afectado por despidos del gobierno. En vez de estar planificando cómo activar las alertas tempranas, que servirían para controlar la propagación de focos de incendios, lo que el gobierno busca es reducir el personal, mantenerlos en la angustia de la precariedad laboral y amenazarlos con despidos o represalias si –por ejemplo- hablan de “cambio climático”, dice. “La solidaridad que vemos en los territorios dañados es posible en un escenario de colapso localizado, pero deviene más complicada y difícil de construir en un contexto nacional donde la población está siendo bombardeada con mensajes de insensibilidad y crueldad. Además, hay que entender que ese tipo de construcción colectiva no se logra por una vía exclusivamente racional o a través del conocimiento científico, que a veces asusta y desmoviliza, sino por la revolución de los afectos y las emociones” explica. Ella pone en discusión un aspecto clave de este conflicto: la defenda de la vida no solo incluye la de las personas que viven en la zona, sino también la de los seres no humanos, animales, bosques, fuentes de agua que están siendo devastadas: "Si no alentamos esa pulsión de vida, nuestros mejores sentimientos y emociones, en clave de construcción colectiva e interdependencia, nadie se salvará. Ni siquiera los ricos o los grandes empresarios que contratan bomberos privados para salvar a sus propiedades" concluye.

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