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  • Jenni Hermoso: "Me sentí poco respetada. Me mancharon uno de los momentos más felices de mi vida"

    » Diario Cordoba

    Fecha: 03/02/2025 12:45

    La jugadora Jenni Hermoso ha lamentado ante el juez de la Audiencia Nacional que juzga al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y sus más íntimos colaboradores que el beso que le propinó el primero en la celebración del mundial le "había robado" el momento más feliz y esperado de su carrera. "Me sentí poco respetada. Me mancharon uno de los momentos más felices de mi vida", aseguró. "Me estaba besando mi jefe y eso es algo que no debe suceder", insistió. Rubiales se enfrenta a una petición fiscal de dos años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual y otro de coacciones, mientras que el exentrenador de la seleccion femenina Jorge Vilda y los otros dos acusados, Albert Luque y Rubén Rivera, a año y medio, por el último. La futbolista, primera testigo en declarar ante el juez central de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto, en relación con los delitos de agresión sexual y coacciones por los que se juzga a Rubiales, aseguró que decidió denunciar lo que había ocurrido "desde el primer día", en cuanto habló con su familia y su agencia, porque le "estaba besando" su jefe y eso "no es normal en ningún momento", con independencia de la denuncia que acabó presentando la fiscalía por lo ocurrido. Nada más bajar del estrado tras recoger la medalla de campeona del mundo, explicó que ya le comentó con sus compañeras Alexia Putellas e Irene Paredes que le había dado un beso en la boca y no había podido evitarlo. A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, Hermoso señaló que en el vestuario se mostró alegre y sonriendo porque estaba "celebrando en modo campeona del mundo" con sus "compañeras, alegre, muy alegre, sonriendo, porque es el mayor logro" que puede "conseguir en su vida". "No me entraba en la cabeza estar llorando por las esquinas del vestuario, por mí y por mis compañeras, porque no había tenido nada que ver y llevábamos mucho tiempo preparándonos para ser campeonas del mundo y yo quise que todo el mundo pusiese celebrar ser campeonas", explicó. El juicio del caso Rubiales por el beso a Jenni Hermoso, en imágenes / Chema Moya. EFE La jugadora señaló que tenía "sentimientos encontrados". "Estaba en una situación que no elegí, que nunca habría elegido, en el mejor momento de mi carrera, en un momento que nunca había pensado", y cuyas consecuencias se han prolongado hasta el día de hoy, como si su vida hubiera "estado en stand by" desde entonces. Durante todo su interrogatoria, la teniente fiscal fue muy incisiva, lo que le valió que el magistrado le vetara alguna pregunta, como cuando le preguntó por las razones por las que la actual entrenadora de la selección, Montse Tomé, no la convocó en la primera convocatoria tras el mundial. Incluso se interesó si alguien de la federación le había preguntado en algún momento por cómo estaba. Hermoso fue tajante: "Nadie es nadie. Ni [el entonces entrenador de la selección femenina, Jorge] Vilda, que tanta confianza tenía, con tantos años que llevábamos juntos.... Me sentí desprotegidísima por parte de la federación. Era jugadora de fútbol de su país, de su selección y nadie vino", aseguró. Más adelante, a preguntas de la defensa de Vilda, ejercida por Luis Jordana de Pozas, añadió que sintió "desilusión" y se enfadó y le causó dolor, que no hablara con ella. Atlas News A preguntas de la fiscal admitió que solo se dirigieron a ella para "salvar la reputación" de Rubiales, que en el avión de vuelta a España recurrió a sus hijas, que estaban llorando, y a su novia, a la que no le había molestado el beso, que lo entendió propio de la euforia del momento. La testigo recordó que también le dijo "si a los dos nos gusta lo mismo". Previamente ya había intentado convencerla para grabar un vídeo conjunto, cuando aún estaba en el vestuario. También la hicieron bajar del autobús para que el equipo de prensa que le mostrara un comunicado que supuestamente realizaba ella, sin que nadie le hubiera consultado, y que despachó diciendo que hicieran lo que quisieran. Las coacciones siguieron en el avión, que es cuando Vilda se acerca varias veces hasta lograr hablar con su hermano, y después en Ibiza, lugar en el delito lo habría presuntamente cometido Rubén Rivera, entonces director de marketing de la RFEF, para que hablara con el que era director deportivo de la selección, Albert Luque, a lo que se negó porque le venían a hablar del beso y no quería hacerlo más. Luque le mandó varios mensajes que a la futbolista Ana Ecube, amiga de Hermoso, en los que le decía que esta jugadora era "una malísima persona por no haber ayudado a quitar el marrón" al entonces presidente de la federación y deseándole que "se encontrara muy sola en la vida". "Eran mensajes muy desagradables de quien se dice mi amigo", señaló Hermoso. Represalias A preguntas del abogado con el que la jugadora ejerce la acusación particular, Ángel Chavarría, insistió en que "no podía reaccionar" y así se lo comentó a sus compañeras cuando vieron el vídeo en el que se veía el beso. Antes ya había contado cómo le cogió por las orejas y tras saltar sobre ella, lo que la obligó a echarse hacia atrás para equilibrar los pesos, le dio el beso sin que ella quisiera. "Llevaba 15 años en la federación, he dado muchísimo por defender esta camiseta. Siempre he sido de las que he intentado que el fútbol femenino español estuviera donde está. Ganar un mundial fue muy importante, pero también vimos lo que no queremos para nuestro fútbol. Hacer lo que hice contra el que por aquel entonces era mi jefe, era muy grave", señaló Hermoso al admitir que temió represalias por parte de la federación. La abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), María Josefa López, la testigo explicó que hasta que le ocurrió lo que ha acabado en este juicio ignoraba que hubiera un protocolo contra acoso en la federación. Por su parte, la defensa de Rubiales, que ejerce la abogada Olga Tubau, le preguntó si tenía el móvil del acusado y si en algún mensaje se había despedido con besos. También sobre por qué le dio unas palmadas después del beso: la jugadora aseguró que estaba siguiendo el protocolo de la celebración. Y respecto a sus primeras manifestaciones sobre el beso en la Cadena Cope, en las que restó importancia a lo sucedido, la testigo lo justificó en que estaba "en modo campeona del mundo".

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