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Parana » El Once Digital
Fecha: 03/02/2025 12:30
“La Batalla de Caseros marcó un quiebre en la historia argentina porque terminaba el ciclo de la Confederación Argentina, un país no organizado constitucionalmente con la caída de Rosas, y comienzo del proceso constituyente que se desarrollaría después”, repasó a Elonce el historiador Rubén Isidoro Bourlot. Es que el 3 de febrero de 1852 se enfrentaron el Ejército Grande, liderado por el general Justo José de Urquiza, y el Ejército de Buenos Aires, al mando del general Juan Manuel de Rosas. El resultado de la misma posibilitó que la entonces Confederación Argentina iniciara un proceso de organización nacional bajo la conducción de Urquiza, que se tradujo en la sanción de la Constitución Nacional de 1853 y el inicio del periodo constitucional a escala país. “El quiebre se produce a partir de las desavenencias entre dos bandos -porque Rosas y Urquiza adherían al Partido Federal- enfrentados a la reacción unitaria que combatía contra ambos, pero que para 1851 estaba sofocada, porque los unitarios estaban exiliados, por lo tanto, el país estaba pacificado y arreglada la situación de relaciones exteriores con las firmas de los acuerdos con Francia e Inglaterra que había mantenido bloqueado el puerto de Buenos Aires a partir de 1845”, indicó Bourlot. En la oportunidad, el historiador indicó que se la considera la batalla más grande de la historia nacional por la cantidad de efectivos que participaron. “Se movilizaron 50 mil efectivos -28 mil del Ejército de Urquiza y 23 mil de Rosas- en un país con un más de un millón de habitantes, por lo tanto, fue un número considerable de desplazamiento de tropas, embarcaciones, caballería e infantería”, explicó. Y agregó: “La batalla duró muy poco tiempo porque las fuerzas de la Confederación fueron abatidas rápidamente y Urquiza se quedó con el triunfo, que fue transitorio sobre Buenos Aires”. Rubén Isidoro Bourlot, historiador (foto Elonce) “Urquiza se transforma en el gran líder de la Confederación Argentina y convoca al Acuerdo de San Nicolás y al Congreso Constituyente, no obstante, la rebelión de Buenos Aires porque la provincia queda en manos de los unitarios”, sostuvo Bourlot. De hecho, comentó que “Paraná fue capital de la Confederación Argentina porque Buenos Aires se resistía a entregar la ciudad como prenda de unión y ser sede del gobierno nacional”. Mirá la nota completa:
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