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» Diario Cordoba
Fecha: 03/02/2025 00:12
Lo condenaron a pasar dos décadas entre rejas tras admitir, en el juicio, que había violado a sus dos hijas, menores de edad, en su casa de Murcia en repetidas ocasiones. A una de ellas, desde que cumplió 12 años y hasta que tuvo 15, dos veces por semana, drogándola con sedantes; a la otra, la pequeña, los dos meses de verano de 2017, cuando la niña tenía 11 años. "La extraordinaria dureza y gravedad de los hechos determinó al Ministerio Fiscal solicitar que el juicio se celebrase a puerta cerrada", consta en la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Esa resolución es del año anterior a que estallase la pandemia de coronavirus y el violador, que ahora tiene 53 años de edad, continúa en la cárcel, aunque una causa relacionada con él vuelve a la Sección Segunda de la Audiencia: y es que, cuando fue detenido, la Policía encontró en su poder muchísima pornografía infantil. Sus propias hijas Orden judicial de registro en mano, los investigadores de la Policía Nacional pudieron acceder a los dispositivos de almacenaje que poseía el individuo. Los especialistas del Grupo de Informática Forense examinaron los portátiles, discos duros y un pendrive del sospechoso. En uno de los ordenadores "se hallaron unos 100 vídeos y 900 fotos de menores en comportamientos sexuales explícitos", apunta la resolución judicial. Este depredador se había hecho pasar por menor de edad en redes sociales para pedir fotos a otras niñas Este material fue creado por el violador. Él mismo salía en los vídeos y las imágenes: se le veía abusando de menores, realizando actos brutales y repugnantes. Algunas de las instantáneas eran de sus propias hijas, sus víctimas. En los comentarios de los archivos, el sujeto escribía comentarios explícitos y nauseabundos. En uno de los vídeos sale otro adulto violando a una menor, pero este delincuente no ha sido aún identificado. La Policía también descubrió que este violador, meses antes de ser detenido, se había hecho pasar por menor de edad en redes sociales para pedir fotos a otras niñas. Admite lo que hizo Aunque él lleva años en la cárcel, por el delito de pornografía infantil ha sido juzgado ahora. Y, al igual que hizo con las agresiones sexuales a sus hijas, volvió a reconocerlo todo en sala. Además de con su confesión, la sentencia recalca que "se cuenta con el testimonio del agente policial que actuó como perito informático respecto del material incautado, que reconoció que era evidente la minoría de edad de las niñas, que el acusado se grababa manteniendo relaciones sexuales con una de sus hijas y que editaba algunos vídeos que contenían las frases recogidas en los hechos probados", frases que este diario no reproduce por ser sórdidas. El auge de las nuevas tecnologías abre un oscuro horizonte en la creación de contenido sexual Entre la abundante prueba documental que hay en los autos "se encuentra el atestado policial en que se describen las actuaciones practicadas para el esclarecimiento de los hechos y la participación del acusado", apostilla la resolución de la Audiencia Provincial. Más pena El hombre, que no negó lo que hizo, suma ahora a su condena de dos décadas de cárcel por violar a sus hijas otra pena: cinco años más entre rejas por un delito de pornografía infantil. Los investigadores, con la cantidad de indicios y ya la orden judicial en mano, intervienen a estos depredadores su hardware informático y los dispositivos de almacenamiento masivo, donde guardan los ficheros, los cuales va clasificando en sus ordenadores. Estos individuos suelen tener miles de archivos con imágenes de menores, las cuales en ocasiones llegan a grabar ellos mismos, como es el caso de este violador condenado. Contactan con otros depredadores por Internet y se intercambian archivos pedófilos. "La reforma, un acierto" El magistrado Miguel Rivera, portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia en la Región, dice que "las penas previstas para quienes participan en el proceso de elaboración y divulgación del material pornográfico infantil se elevan considerablemente en determinados casos, pudiendo llegar a los nueve años de prisión". David Morillas, catedrático de Derecho Penal de la UMU. / L. O. M. "Así sucede cuando se utiliza a menores de 16 años para elaborar el material pornográfico. Esto es así desde el año 2015, que elevó la edad del consentimiento sexual a los 16 años, desde los 13 en que se encontraba antes", rememora el magistrado de Murcia, para sentencia que "la reforma ha de considerarse un acierto". Por su parte, el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Murcia David Morillas detalla que "como puede apreciarse, las penas son elevadas para las conductas verdaderamente lesivas (creación y tráfico), pues ahí es verdaderamente donde se victimiza a los menores de manera directa pero completamente incoherentes en otros como, por ejemplo, la mera posesión de material pornográfico infantil".
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