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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 02/02/2025 07:53
Ante el pedido de apoyo presentado por Orgullo Gualeguaychú, desde la Comisión de Carnaval no hubo una respuesta hacia la comunidad LGBTIQ+. La prohibición de usar insignias con la bandera multicolor por parte de algunos clubes. Sábado, 1 de Febrero de 2025, 23:57 Por Germán Farabello Para muchos de nosotros el Carnaval del País es parte de nuestra vida. Lejos de ser una fiesta que dura 10 noches, los que disfrutamos de la fiesta del Rey Momo estamos todo el año esperando ese momento en que la pasarela se abre y el Corsódomo enciende sus luces. Y es en ese tiempo en el que para el resto de la ciudad la fiesta ha desaparecido, cuando los carnavaleros trabajan de manera silenciosa pero continua para poner en escena la próxima edición y dejar en lo más alto a sus comparsas. Desde sus inicios, el Carnaval del País ha sido el ámbito por excelencia para que la comunidad LGBTIQ+ de Gualeguaychú se visibilizara. No solo artísticamente, sino como una red de apoyo y contención mutua en tiempos difíciles. Del mismo modo, esa comunidad fue mano de obra artística y creativa fundamental para que la fiesta se desarrollara hasta alcanzar el estatus que tiene hoy. Pero ¿Qué posición se toma desde la Comisión organizadora del Carnaval cuando la comunidad LGBTIQ+ es atacada mediante discursos de odio? Como bien se señala desde la organización Orgullo Gualeguaychú “es importante recordar que estos carnavales no serían lo que son sin el aporte innegable de la comunidad LGBTIQ+” y que “El legado de nuestra comunidad ha sido y sigue siendo esencial para el brillo, la diversidad y la creatividad que caracterizan a esta celebración. Directores, integrantes y colaboradores forman una pieza clave en este esfuerzo colectivo”. Sin embargo, desde la Comisión de Carnaval no hubo ningún tipo de apoyo. Algo que no sorprende, porque la Comisión no suele expedirse públicamente sobre otros asuntos que no sean meramente organizativos del evento, pero que igualmente indigna. Quizás, sería bueno repasar cuál ha sido el aporte de la comunidad LGBTIQ+ al crecimiento y sostenimiento de esta fiesta que no solo es un motor económico para la ciudad, sino que se ha convertido en una gran fuente de ingresos para los clubes. En la primera noche de febrero, los integrantes planeaban agregar un distintivo con los colores de la diversidad a sus trajes, pero la orden fue clara: su uso podría causar el descuento de puntos a la comparsa. Personajes entrañables como José Luis Gestro irrumpieron en la escena de los ’80 aportando innovación y destape en una Gualeguaychú aún conservadora. Con un talento tan grande como su carisma, fue un visionario y un rupturista. Nadie puede negar lo imprescindible de la figura de José Luis para que el carnaval diera ese salto cualitativo que lo posicionó como el más grande de la Argentina. Entre sus méritos, se destaca el hecho de haber innovado en diseños de vestuarios y carrozas, uso de nuevos materiales, perfeccionar las formas de narrar una comparsa, dotar al carnaval de Gualeguaychú de un estilo propio lleno de brillos y lujos. Además, fue Gestro quien tuvo la visión de que Gualeguaychú contara con un Corsódromo, anticipando que esto repercutiría en un crecimiento seguro para la fiesta, y por consecuencia, para la ciudad. También tuvo la visión de proponer la construcción de un Museo de Carnaval más de 20 años antes de que esa obra se concretara. Fue un maestro formador de muchos de los directores artísticos que continuaron su legado, asegurando el éxito y la calidad del espectáculo que hoy, es el motor turístico principal de la ciudad. Antes que él, Juancho Martínez fue ejemplo de arte y transgresión, cuando con elegancia pero sobre todo con muchísima valentía, salió a la calle a celebrar las fiestas carnestolendas travestido en plena dictadura. Juancho, junto a sus compañeros de la Barra Divertida fueron ejemplo de valentía y compromiso. En su novena década de vida, sigue siendo un referente en la comunidad carnavalera y un personaje icónico para la cultura de ciudad. Más acá en el tiempo, la figura de Rony Galante en los Corsos Matecito deslumbraba por su desparpajo y alegría. Quien no recuerda su paso desenfrenado por las calles de Gualeguaychú bailando y pidiendo palmas. Con su ya legendario vestuario de víbora supo encarnar el espíritu del corso popular, convirtiéndose en una figura que hasta hoy, perdura por su aporte y carisma. El compromiso, la visibilización y el aporte de la comunidad LGBTIQ+ en el Carnaval del País va mucho más allá de estos ejemplos que se mencionan, pero que sirven para dar una mirada sobre la presencia permanente del colectivo en el desarrollo de esta fiesta. En cada taller de vestuario, en los equipos de maquillaje, en los galpones de carrozas, en la pasarela o detrás de un boceto, la comunidad LGBTIQ+ estuvo siempre presente. Hoy que los discursos de odio, de xenofobia y racismo nos interpelan, es necesario plantar posiciones y respaldar a aquellos que han estado siempre detrás del sostenimiento de esta fiesta. Detrás del silencio y la indiferencia de la Comisión de Carnaval ante el avance del odio, se encuentra toda una comunidad que brinda su arte, su tiempo y su esfuerzo, a la espera de un mínimo gesto de empatía. Sería bueno reflexionar, en qué medida el compromiso de las partes es recíproco. Cuando el fascismo avanza, es muy importante saber de qué lado posicionarse.
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