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  • Alejandra Locomotora Oliveras: “Cuando empecé boxeo me decían ‘vos no sos mujer, vos sos marimacho’, le gané a la discriminación”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/02/2025 04:42

    María Laura Santillán Con Locomotora Oliveras Quería ser astronauta y karateca, quería estudiar. Para salir de la pobreza eligió el boxeo, dice que la vida se lo puso delante. Vivió varias vidas Alejandra. Tuvo una vida en El Carmen, Jujuy, donde nació y se crio. Otra vida como boxeadora cuando su carrera explotó, ganó seis títulos mundiales y recorrió las principales ciudades del mundo. Tiene una vida como líder motivacional en la que inspira a sus seguidores en redes, pero además trabaja en la inclusión de chicos muy vulnerables a través del boxeo para escuelas de deporte. Hoy, a los 46 años, está cumpliendo uno de sus sueños: estudia la carrera de Psicología en la Universidad de Morón. – Sí, el deporte es inclusión porque hay un reglamento y es para todos igual. Todos los boxeadores y boxeadoras venimos del mismo lugar, de abajo, de la pobreza. En el deporte todo se hace con esfuerzo, nadie te regala nada. Es disciplina, son años de darle para adelante, es entrenar, es hacer dieta, es llevar una vida muy dura, pero que te lleva a lo que siempre soñaste: una casa, un trabajo, éxito, fama. “EL BOXEO LO ELEGÍ PORQUE NO TENÍA OTRA, NO TENÍA NI PARA COMER” – ¿Elegiste el boxeo porque tendría una salida laboral? – El boxeo en realidad lo elegí porque no tenía otra, no tenía ni para comer. No podía estudiar y quería estudiar. Mi sueño era ser abogada, bailarina, cantante, karateca y astronauta, eso decía que iba a ser a los 12 años. Yo quería hacer cinco profesiones y por supuesto no podía, porque la universidad me quedaba a 100 kilómetros. Intenté hacer dedo. "Todos los boxeadores y boxeadoras venimos del mismo lugar, de abajo, de la pobreza", aseguró Alejandra Locomotora Oliveras (Gustavo Gavotti) – ¿Por qué decís que la única posibilidad que tenías era el boxeo? – Porque la vida me lo puso adelante. Yo sufrí violencia de género, me tuve que defender, tal vez hoy no podría estar contando mi historia de vida. Después, trabajando en una radio, yo leía el diario en una radio de mi pueblo, leí la noticia que contaba que Tyson había salido de la cárcel. Yo siempre fui fanática de Tyson y ahí dije: me gustaría ser boxeadora. Pero es como si vos dijeras “cómo me gustaría ser astronauta”, un sueño que uno tiene. Se me presentó una persona que había sido boxeador, un hombre grande, y me dijo: “¿vos querés boxear? Yo te hago pelear”. – ¿Es Mike Tyson entonces el que despertó esa pasión? – Sí, es mi ídolo. Porque ese negro con una sola piña los tumbaba, no necesitaba dos. – Ganaste varios títulos mundiales. – Seis títulos mundiales, en cinco categorías. – Supergallo, ligero, pluma, súper ligero y welter junior, tenés todos los títulos ¿Cuánta gente hoy se acerca a vos para que el boxeo sea su descarga o para que sea una herramienta de defensa personal? – Yo aconsejo hacer boxeo a todo el mundo. No solo como deporte, sino como descarga. ¿Cómo descargás vos la bronca, la angustia, los nervios? – Salgo a caminar hasta cansarme. – ¿Y te alcanza? Necesitás descargar ¿Sabés cómo descargar? Pegándole a la bolsa descargás esa bronca, un mal día, los nervios, la angustia. Todos los seres humanos tenemos bronca, y tenemos angustia y dolor por cosas que nos hacen o por errores que cometemos. El boxeo es maravilloso, en primer lugar te levanta la autoestima porque el cuerpo enseguida responde: la cintura chiquitita, bajás la panza, las piernas. Segundo: estás en el presente. Porque si me pongo enfrente tuyo y hacemos una pelea, así sea suave, vos vas a estar pensando qué hacer para que no te pegue, no vas a estar en otro lado. Vivís el presente, te conecta con la vida. "El boxeo es maravilloso, en primer lugar te levanta la autoestima porque el cuerpo enseguida responde", explicó Alejandra Locomotora Oliveras en entrevista con María Laura Santillán – ¿Vivir el presente saca la angustia? – Totalmente, te saca la angustia. ¿En qué está pensando una cuando está sola? En el pasado. ¡Uy, cómo no hice esto! ¡Qué error que cometí! O en el futuro, ¿qué va a pasar? Entonces hay que vivir el presente, estar en el presente y disfrutar el presente. “AMO MIS MÚSCULOS. ME GUSTA MI CUERPO” – ¿Por qué seguís desarrollando tu cuerpo como si todavía pelearas por títulos mundiales? – Porque amo mis músculos. Cuando era campeona del mundo, tenía 9 horas por día de entrenamiento. Como una persona que trabaja ocho o nueve horas, yo trabajaba y entrenaba nueve horas, tres turnos. Cuando me retiré del boxeo para dedicarme a otras cosas, no pude dejar de entrenar porque es salud. – Es adictivo. – También es adictivo. Es la mejor adicción del mundo, pero yo lo hago por mi salud. El boxeo, además de mantenerte bien físicamente, te mantiene bien mentalmente, te mantiene fuerte. – Dijiste “amo mis músculos”. – Amo mis músculos, los amo. A mí me gustan, sí, sí, sí. – Te gustan grandes. – Me gusta tener fuerza, me gusta tener músculos, me gusta entrenar, me gusta mi cuerpo. – ¿Cuánto tiempo entrenás por día? – Ahora dos horas, nada más. "Me gusta tener fuerza, me gusta tener músculos, me gusta entrenar, me gusta mi cuerpo", expresó la seis veces campeona del mundo – ¿Cómo seguís manteniendo el cuerpo? – La disciplina, solo tomo agua desde los 19 años, ni una gota de alcohol, ni una sola papa frita, ni una. Como muy sano, como carne, pollo, verdura, fruta. Somos un Fórmula 1. ¿Qué le ponés a tu auto? ¿Querosén? ¿Aceite quemado? Le ponés la mejor nafta, las mejores cubiertas, el mejor aceite y va a andar perfecto. – ¿Nunca aflojás? ¿Nunca te tentás? – Sí, yo como helado, me como una torta de chocolate. Durante las fiestas subí cuatro kilos en dos días. Lo que no tomo es alcohol ni como frituras, lo que me hace mucho daño no lo hago. Uno se puede tomar una copita, pero el alcohol para un deportista es malísimo, va directo al hígado y un golpe en el hígado te deja sin piernas. La fritura también, todo lo procesa el hígado. “QUERÍA DEMOSTRAR QUE LA MUJER PUEDE HACER LO MISMO QUE EL HOMBRE SIN DEJAR DE SER MUJER, QUE NO EXISTE EL SEXO DÉBIL” – Tuviste que permitir que te pegaran, porque en el boxeo recibís golpes fuertes. – Yo elegí ser boxeadora porque no tenía otra cosa para hacer y yo quería salir adelante en la vida. El boxeador no tiene otra manera, no tiene para comer, no consigue un trabajo. Si no tenés estudios, tampoco. Pero elegí también, como decís vos, quería demostrar que la mujer puede hacer lo mismo que el hombre sin dejar de ser mujer, que no existe el sexo débil, existe la persona débil. – Los golpes duelen, si te lastiman duele. – Duele, acá tengo la mano quebrada, me quebré con la cabeza de la mexicana. En México me rompieron un tímpano en una pelea, me sangraba el oído. Claro que duele, las piñas duelen, los golpes duelen, pero justamente ése es el desafío, pegarte y que no me pegues. Eso es de campeona, es el arte de pegar y no dejarse pegar. Tenés que demostrar que sos fuerte, que aguantás los golpes porque no solamente pegás, recibís. Tenés que demostrar que sos rápida, que sos inteligente. Tenés que demostrar que descansaste bien, que hiciste pesas, que corriste miles de kilómetros y que llevás tu bandera argentina adentro en tu corazón. "No existe el sexo débil, existe la persona débil", dijo Oliveras “LE GANÉ A LA DISCRIMINACIÓN. CUANDO EMPECÉ BOXEO ME DECÍAN: VOS NO SOS MUJER, VOS SOS MARIMACHO. Y YO SOY MUJER Y SOY MAMÁ” – ¿Qué tiene de impresionante ganar y qué te trae perder? – ¿Perder? Nunca perdí. Tengo tres peleas robadas, podés mirarlas, están en YouTube. Fijate bien que nunca me sangró la nariz, nunca me tiraron al piso, únicamente una vez con un golpe en la nuca, pero eso no vale. Ganar significa ganarle a la vida. Porque cuando venís de muy abajo y levantás los brazos, decís: le gané a la pobreza, le gané a la miseria, le gané a la discriminación, porque cuando empecé el boxeo me decían “vos no sos mujer, vos sos marimacho”, y yo soy mujer y soy mamá. – ¿Por qué te decían eso? – Porque el boxeo era solo para hombres. Entonces ganar significa ganarle a la vida, ganarle a otro país, es ser la mejor deportista, es decir que las mujeres somos todas fuertes, es ganarle a la violencia. – Sos una mujer muy fuerte. – Sí, claro que sí, muy fuerte. María Laura Santillán con Locomotora Oliveras - “ME DECÍAN ‘VOS NO SOS MUJER, VOS SOS MARIMACHO’. YO SOY MUJER Y SOY MAMÁ. LE GANÉ A LA DISCRIMINACIÓN” – ¿A quién saliste? ¿Con quién te identificás de tu familia? – Todas las personas somos fuertes, Mari, todas. Y hay personas mucho más fuertes que yo. Una persona que pierde un hijo y sigue adelante es mucho más fuerte que yo. Una persona que se queda sin piernas en un accidente y sigue adelante es mucho más fuerte que yo. Todos somos fuertes, la fortaleza está acá (se señala la cabeza). “DIJE: NO VINE AL PEDO A ESTE MUNDO, VENGO A DEJAR HUELLA” – ¿Te fuiste haciendo fuerte? – Yo siempre tuve ganas de vivir. Dije, ¿por qué estoy viva?¿Es un milagro la vida? Claro, entonces no vine al pedo a este mundo, yo vengo a dejar huella. Voy a hacer lo que sienta, lo que quiera. Por eso a los 14 años me enamoré y me fui, era una nena, quedé embarazada. Por eso decidí ser boxeadora, y eso que mi mamá no quería. Decía: “Te van a matar, ¿cómo vas a hacer eso, hija?”. Siempre tomé decisiones. – Siempre fuiste fuerte, siempre tomaste decisiones, siempre vas para adelante, nunca aflojás. – Es que si aflojás la vida te pasa por encima. Eso es lo que les digo a las personas en mis redes y en mis charlas motivacionales, que no pueden aflojar. La vida te caga a palos, te tira al piso. Decime si no te ha golpeado la vida, a vos también te ha golpeado la vida. – Pero a veces uno afloja. – Pero para levantarte más fuerte, más rápido. – ¿Cómo te levantás? ¿Sola? ¿Sin terapia? ¿Sin ayuda, sin compañeros? – Conmigo misma. Siempre tenés alguien que te ayuda, en su momento fueron mi padre, mi madre, mis entrenadores. Hago terapia también, estoy estudiando psicología en la Universidad de Morón. Estoy muy feliz. “ESTOY ESTUDIANDO PSICOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD. MI MISIÓN DESPUÉS DE BAJARME DEL RING ES SALVAR VIDAS Y LA HERRAMIENTA ES LA PSICOLOGÍA” – ¿Cuándo empezaste la universidad? – En 2024, estoy muy contenta, aprobé un final con nueve. El sueño de mi vida era estudiar y ahora lo estoy haciendo. Quiero ser psicóloga, quiero ayudar a las personas. ¿Sabés cuál es mi misión después de bajarme del ring? Es salvar vidas, y la herramienta para mí es la psicología. En las redes sociales yo digo: vamos, levantate, dale, vos podés adelgazar y si te gorrearon, separate, pero la herramienta para ayudar de verdad a la gente es la psicología. – Te vas a recibir antes de los 50. ¿Te cuesta estudiar? – Sí, si Dios quiere, me voy a recibir. Me cuesta porque trabajo mucho, viajo mucho, doy charlas motivacionales a empresas, a municipios. Trabajo 12, 13, 14 horas y cuando estás cansada la cabeza no te da. Pero me encanta estudiar, me encanta aprender el conocimiento. Mari, te pueden quitar todo, te pueden quitar el dinero, te puede fundir, te puede pasar cualquier cosa, te podés separar, el amor de tu vida te deja, te gorrea, podés perder la libertad de un día para el otro, pero lo que nunca vas a perder es el conocimiento. Eso lo llevás con vos a la tumba. "¿Sabés cuál es mi misión después de bajarme del ring? Es salvar vidas, y la herramienta para mí es la psicología", contó la oriunda de Jujuy – ¿Vas a usar la psicología para tus charlas motivacionales? Es una herramienta más. – Sí y para salvar vidas. En las redes sociales me escriben: “Locomotora, bajé 26 kilos gracias a vos”, “Alejandra, decidí estudiar, tengo cáncer y había tirado la toalla”, “me quería pegar un tiro”, “estoy depresiva y me levantas el ánimo”. Esa palabra que le doy a la gente y que le da fuerza, siendo psicóloga va a ser mucho mejor, voy a salvar muchas vidas. – A la gente se le pide que ponga voluntad para estar bien y muchas veces no puede. – Sí se puede, es mentira que no podés. ¿Cómo no vas a poder levantarte de la cama? Pasa que todos necesitamos una mano, un empujón, una palabra de aliento, alguien que te abrace. Pero todos podemos. Yo no tenía ni para comer, miraba la casa y no había nada. ¿Cómo cambié mi vida? Porque luché, porque soñé, porque pensé, porque busqué la manera, porque salí a trabajar cuando sufría violencia. Te quiero decir: atravesé miles de infiernos, pero nunca me rendí. – No hay gente acaso que te dice “no puedo” aunque vos le repitas “sí que podés”. – Es que el ser humano es invencible. Vos ponés una computadora o un auto, el auto te da hasta 220 kilómetros por hora y no te da más, y la computadora cuando se termina la batería y se apaga. El ser humano no, siempre batimos récords, siempre podemos más. Tres días y tres noches corriendo o tres días y tres noches nadando, eso solamente lo hace un ser humano. El ser humano es un semidiós, es invencible. – ¿Cómo convencés a la gente que está sentada la mayor parte del día o acostada con pantallas de hacer ejercicio? A los que te dicen: estoy bien así como estoy. – La persona que no hace ejercicio puede morir joven porque el órgano y el músculo que no se usa se atrofia. Si tenés un auto tirado, así sea un Fórmula 1 o una Ferrari y no lo usás se atrofia, no sirve más. El cuerpo hay que usarlo, los músculos, el corazón. Mari, antes de nacer ya latía tu corazón. – No es sencillo cuando son tantos los que dicen “viviré los años que tenga que vivir”. Los que no quieren hacer el esfuerzo. – ¿Te puedo decir lo que le digo a toda la gente en las redes sociales? “No seas pelotuda, querete, valorate, cuidate pelotuda, vos sos importante. Viví la vida con energía, con ganas, con amor. Abrazá con ganas, hacé el amor con ganas, comé y disfrutá la comida, tomate ese mate y sentí qué rico que está este mate cebado por vos”. – ¿Por dónde hay que empezar? – Por salir a caminar y sentir el aire, por respirar. Cuando la gente empieza a moverse, a sentir el cuerpo, te cambia la actitud, te cambia el pensamiento y cambiás tu manera de pensar. Tenés que empezar a moverte, a sentir la vida. –Para todas las decisiones que tomemos es bueno empezar a moverse. – Es que tenemos dos opciones en la vida: o tenés una vida de mierda por tus decisiones, o tenés una vida fantástica porque luchás. ¿Sabés quién es la ganadora? La que nunca se rinde. Vos te podés caer una y mil veces, pero si te levantás sos ganadora. María Laura Santillán con Locomotora Oliveras - “SOS MULTIMILLONARIA PORQUE TENÉS DOS PIERNAS Y DOS BRAZOS, PORQUE TENÉS SALUD. ¡LA GENTE NO LO VALORA!” “LA SALUD NO TIENE PRECIO, SOS MULTIMILLONARIA SI TENÉS SALUD, LA GENTE NO LO VALORA” – Es clave lo que estás diciendo, la vida arranca con el movimiento del cuerpo, es lo que te abre la puerta. – El movimiento es vida, la quietud es muerte, hay que moverse, hay que respirar. Hacer gimnasia previene enfermedades, la depresión, el estrés, el cáncer, el ACV, problemas de corazón, diabetes. Tenés la vida con un poquito de ejercicio, la salud que no tiene precio. Decime si tiene precio la salud. Si yo te ofrezco, por ejemplo, 50 millones de dólares, ¿los querés? – ¿Quién dice que no? – Sí, claro, no me vas a decir que no. Yo te doy 50 millones de dólares, pero vos me das tus dos piernas. – Claro que no. – Ni un segundo demoraste. ¿Te das cuenta que la salud no tiene precio? ¿Te das cuenta que lo más importante es que sos multimillonaria porque tenés salud, porque tenés dos piernas, dos brazos? Eso que la gente no valora. “MAÑANA NOS ARREPENTIREMOS CINCO MINUTOS ANTES DE MORIR DE LO QUE NO HICIMOS, DE LO QUE NO DISFRUTAMOS, DE HABER VIVIDO ESTA VIDA DORMIDA” – ¿Por qué no valora su cuerpo? – Porque se creen inmortales. Y mañana nos cagamos muriendo Mari, mañana nos arrepentimos cinco minutos antes de morir de todo lo que no hicimos, de todo lo que no disfrutamos, de las decisiones que no tomamos, de haber vivido esta vida dormida. – Al cuerpo se le da poca bolilla. – Es lo único que tenemos, no tenemos otra cosa. Cuando uno se muere no te ponen los dólares en el cajón, ni el teléfono, ni la casa. No entra nada en el cajón. Lo único que tenemos es nuestro cuerpo. – Vos decís en redes que lo único que tenemos es tiempo, eso es absolutamente real. ¿En qué lo aprovechás? – Tiene que haber un equilibrio. Trabajar, por supuesto, estudiar ni hablar. Pero también tenés que vivir, pensar en qué te gusta, usar tu don. Vos tenés un don, hace años y años yo te miro por televisión, no solo como periodista sino como persona, yo te admiro mucho. Esa virtud se ve en tus notas, hay que escuchar tu corazón y seguir esa virtud, ese don que tenés. "Cuando uno se muere no te ponen los dólares en el cajón, ni el teléfono, ni la casa. No entra nada en el cajón. Lo único que tenemos es nuestro cuerpo", sostuvo Alejandra Oliveras – Hay que trabajar, hay que estar con la familia, hay que dormir. ¿Cuánto tiempo te queda para entrenar cuando no sos deportista? – Si vas a renunciar a vos misma, a tu salud… porque si tenés salud, das lo mejor para tus hijos, para tu trabajo, para tus amigos. Hay que dar dos horas, una hora por día, 40 minutos también. No podés renunciar a tu salud a costa del trabajo o de la familia. “ERA TANTA LA BRONCA Y LA IMPOTENCIA QUE CUANDO ESTABA POR LARGARME A LLORAR ME PONÍA A ENTRENAR. ENTRENABA PARA NO LLORAR” – Te escuché decir que alguna vez empezaste a “entrenar para no llorar”. – Sí, tuve un golpe muy feo en la vida, mi marido me gorreaba y justo lo encontré. Era tanta la bronca que tenía, la impotencia, el llanto, que yo entrenaba para no llorar. Llegaba a la noche cansada de haber trabajado todo el día, de haber entrenado, de haber dado clase en cinco gimnasios. Cuando estaba conmigo misma y a punto de largarme a llorar, desesperada corría el colchón y me ponía a hacer flexiones de brazos, abdominales, saltaba la soga. Y cuando no daba más y ya no podía ni levantar un brazo, me bañaba y me dormía. Entrenaba para no llorar. – No fue una traición cualquiera. – No, porque fue con un familiar y fue duro, muy duro, terrible. Pero creo que la vida me puso eso en el camino porque venían cosas mucho mejores y siempre después de un dolor grande aparece la luz. – ¿Cuánto tiempo entrenaste para no llorar? ¿Cuánto duró ese duelo? – ¿El duelo de una traición? ¿De los cuernos? A mí me duró un año. Pero todos tenemos nuestra pelea Mari. Hay gente que en este momento está peleando por su vida, ésa es una campeona, ése es un campeón, el que pelea por su vida, por su salud. Hay gente que está peleando por adelgazar, por dejar la droga, por dejar el cigarrillo. Hay gente que está peleando por el dolor de una traición porque te parte al medio, te traiciona la persona que más amás, en la que más confías, a quien le entregaste todo. Todos tenemos nuestra pelea, la vida es una pelea. – Tu primer marido te golpeaba, sufriste violencia de género, el tercer marido te traicionó con un familiar, ¿volviste a creer en los hombres? – ¡Sí! ¡Pero por supuesto! ¿Cómo dejar de creer en los hombres y dejar de creer en el amor? Si el amor es lo más lindo que te puede pasar, estar enamorado es hermoso. Cuando una está enamorada tiene otra energía, está pensando en la persona, eso que dicen “mariposas en la panza” es verdad. "Cuando una está enamorada tiene otra energía", dijo Alejandra Locomotora Oliveras – No te quedaron secuelas. – ¡No! Porque no somos todos iguales. No hay otra mujer que tenga tus huellas digitales, tus huellas en la piel, tu manera de reír, de pensar, de amar, de dormir, de comer. Es única. – ¿Y dónde encontraste a tu pareja? – Tuve un par más después, claro. – ¿Y ahora? – No. Me pasa esto: los hombres me tienen miedo. – ¿Cuántas parejas tuviste? – Tres. Después novios. Pero a mí me gustan las cosas que van en serio, para mí la base de todo es el respeto, la base del amor, de la familia, del trabajo. “LOS HOMBRES ME TIENEN MIEDO, SE ASUSTAN POR LOS MÚSCULOS” – ¿Ahora estás sola? – Sí, desde que llegué a Buenos Aires, no sé qué pasa, pero los hombres me tienen miedo. ¿Por qué será? No me dicen ni un piropo. “Caganos a trompadas”. Por ahí escucho un grito, pasan en un auto. Pero eso no es un piropo... María Laura Santillán con Locomotora Oliveras - "LOS HOMBRES NO ME DICEN NI UN PIROPO. ‘CAGAME A TROMPADAS’ POR AHÍ ME GRITAN. ME TIENEN MIEDO" – ¿Cuánto hace que te pasa eso? –Desde hace un año, desde que llegué a Buenos Aires. Acá en Buenos Aires no avanzan los hombres. ¿Por qué será? – ¿Hay alguno en especial que te gusta? – Hay un montón, son lindos los hombres. – ¿Hay pocos hombres solteros? – ¡Está lleno de solteros! Solterones. Pasa que tienen un poco de miedo, se asustan por los músculos, pero no les voy a pegar. Los voy a abrazar, claro que sí. – ¿Serías capaz de encarar a un hombre? – No, no.

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