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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/02/2025 04:30
"Los títulos emitidos en el canje indican un sendero decreciente a la tasa de interés, lo que contribuye a mantener expectativas de una nominalidad que sigue convergiendo a tasas decrecientes" El Gobierno y la economía avanzan a ritmo acelerado con el plan de reducción del tamaño del Estado, desregulaciones y baja de impuestos, como pilares de la política de disminución sostenida de la inflación hacia el rango de un dígito porcentual anual a fin de mandato. Frente a ese escenario, el sector privado responde con un aumento sostenido de la actividad económica -nueve meses consecutivos en el indicador de la consultora Orlando Ferreres-, mejora de los ingresos reales de la población -todavía muy heterogénea-. La evolución del tipo de cambio, las tasas de interés y el acceso al crédito serán claves para determinar el crecimiento en 2025. Daniel Marx, economista, ex secretario de Finanzas y director de la consultora Quantum Finanzas, dijo en diálogo con Infobae: “se ve una consolidación de expectativas de tasas de devaluación y de inflación hacia abajo”. — ¿Qué implica para la economía de 2025 el canje de deuda por $14 billones, que logró estirar plazos y reducir costos? — Contribuye a darle más estabilidad financiera al país, ya que disminuye las necesidades de financiamiento para el sector público durante el año. Ello no solo reduce la incertidumbre asociada con estos ejercicios, sino que también permite generar mayor disponibilidad de fondos al sector privado. Además, los títulos emitidos en el canje indican un sendero decreciente a la tasa de interés, lo que contribuye a mantener expectativas de una nominalidad que sigue convergiendo a tasas decrecientes. — La mejora de la calificación de los bonos argentinos por Moody’s podría replicarse en otras agencias calificadoras. ¿Es esta mejora suficiente para que Argentina retorne al mercado voluntario de deuda? — En la medida en que los indicadores económicos sigan evolucionando favorablemente, las calificadoras seguirán mejorando sus notas. Es un proceso esperable bajo esas premisas. Sin embargo, los operadores económicos y financieros se mueven generalmente más rápido que las agencias de calificación de riesgo. El índice de riesgo país para Argentina bien puede continuar descendiendo si se continúa en el rumbo trazado en 2024, consistente en hechos y señales que justifiquen su tránsito de “país de frontera” a “país emergente”. Así, se habilita el acceso al mercado internacional para la emisión de deuda soberana. "El índice de riesgo país para Argentina bien puede continuar descendiendo si se continúa en el rumbo trazado en 2024, consistente en hechos y señales que justifiquen su tránsito de 'país de frontera' a 'país emergente'" Cabe tener en cuenta que, en estos momentos, existe acceso a esas fuentes para varias compañías de Argentina. También está abierta posibilidad de obtención de fondos para el sector público y el privado en el mercado local. — Con este antecedente, junto con los avances de 2024 en lo fiscal y monetario, que permitieron reducir a la mitad la inflación y proyectar una baja a la quinta parte en 2025, ¿el nuevo acuerdo con el FMI será un trámite, o podrían surgir tensiones por la intención del Gobierno de obtener fondos frescos para reforzar reservas? — Todo acuerdo con el FMI implica diseñar y acordar un programa económico, lo que conlleva a discusiones sobre distintos aspectos. Algunas de estas pueden ser más tensas que otras. En cualquier caso, se buscará que el programa sea consistente y coherente entre las distintas áreas: fiscal, monetaria, cambiaria y de reformas. El objetivo último es lograr una estabilización económica que impulse el ingreso neto de capitales de largo plazo y permita cancelar deudas con el propio FMI. En esta ocasión, uno de los puntos clave será la resolución del sendero que lleva al levantamiento de las restricciones cambiarias y su administración posterior. Este parece un desafío complejo, ya que incluye definiciones sobre formas, tiempos e impacto de las medidas necesarias. En general, el FMI tiene hoy menos apuro en cerrar acuerdos que cuando enfrenta situaciones de alta vulnerabilidad o pagos inminentes. En 2025, Argentina no deberá afrontar vencimientos de capital con el organismo. Sin embargo, las reformas implementadas podrían justificar un apoyo financiero. Dicho esto, para Argentina no es lo mismo cerrar un nuevo programa que implique fondos adicionales -aumentando la exposición del FMI-, dado que el país ya ha tomado préstamos por encima del nivel tradicional en relación con su cuota. Además, aún está pendiente la discusión sobre una posible reducción de los sobrecargos en la tasa de interés que el FMI aplica a la deuda argentina. — ¿Cómo evalúa el nivel actual de reservas internacionales y el tipo de cambio real, y qué efectos prevé sobre la actividad económica? — Desde hace algún tiempo las reservas brutas publicadas por el BCRA se mantienen estables en aproximadamente USD 30.000 millones. Simultáneamente, se nota un crecimiento de la liquidez en dólares del BCRA, hoy en niveles de USD 12.000 millones. Esto mejora su capacidad para mitigar situaciones de turbulencia cambiaria. Dicho esto, habría que tener en cuenta no solo el nivel de tipo de cambio real en el país, sino qué ocurre en el mundo. Por ejemplo, la evolución de la fortaleza del dólar frente a otras monedas y el comportamiento del tipo de cambio de nuestros socios comerciales. La importante apreciación real del peso refleja los progresos económicos percibidos y esperados en el país. Mientras que en el corto plazo la situación es manejable, a mediano y largo plazo habrá que evaluar su impacto en la competitividad comercial y en los flujos de capital. "La importante apreciación real del peso refleja los progresos económicos percibidos y esperados en el país" — La volatilidad de la tasa de interés del bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos desde septiembre de 2024, ¿qué impacto puede tener sobre las finanzas argentinas? — Pese a los movimientos que han tenido las tasas de interés en Estados Unidos y Argentina últimamente, la compresión de los márgenes (spreads) de nuestra deuda soberana marca una tendencia de acercamiento de la tasa de Argentina a la norma de los países emergentes. En la medida en que siga avanzando en el proceso de convergencia a esa situación, los movimientos en la tasa base -bonos del Tesoro de EEUU- van a incidir con mayor ponderación relativa en los títulos de Argentina. Por ejemplo, cuando el riesgo país era de 1500 puntos básicos (pb), el 78% era explicado por el riesgo específico local, mientras que actualmente, con un riesgo en torno de 620 pb, el riesgo propio argentino representa el 36% de esa medida. La proporción restante corresponde a variaciones de la tasa base. En ese sentido, la mayor o menor volatilidad global podrá afectar de forma creciente el costo del financiamiento local. Aunque la diferenciación entre distintos tipos de riesgo de crédito -según el tomador y el sector- será cada vez más relevante, lo que exigirá una mejor asignación y evaluación de la capacidad de repago. — ¿Qué piensa de la decisión del Banco Central de bajar desde febrero la tasa de interés de referencia de política monetaria de 32% a 29% nominal anual a 30 días, y la de Pases Activos de 36% a 33% anual? — Leo en el cambio de la tasa de interés del Banco Central una adecuación a lo que es la política de los pesos en particular. En 2024, se observó inicialmente una actitud agresiva y proactiva de reducción de tasas de interés, en incluso con niveles reales negativos respecto de la inflación esperada. En estos momentos, veo una actitud más reactiva, tratando de defender al peso con prudencia. Es decir, se busca reducir las tasas cuando hay una consolidación de expectativas de menor devaluación e inflación. El objetivo es disminuir los riesgos de movimientos de portafolios de pesos hacia dólares, y sostener al peso como moneda, preparándose para la anunciada competencia de monedas, donde no necesariamente el dólar desplace al peso, sino que este mantenga un rol con preponderancia en la economía. — Pese a los logros del primer año de gestión de Javier Milei, persiste una amplia brecha entre el riesgo país argentino y los índices de Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Colombia. ¿A qué lo atribuye y qué medidas serían necesarias para reducir esa diferencia? — Ayuda profundizar y consolidar los aspectos positivos de las reformas y adecuaciones emprendidas. Los resultados se reflejan con el tiempo, y no es esperable una corrección inmediata. Este proceso permite demostrar la sostenibilidad del modelo y recuperar la reputación financiera del país, que viene de niveles muy deteriorados. No hay que subestimar los desafíos en numerosos frentes. La ejecución coordinada de proyectos en distintas áreas será clave, especialmente si se logra minimizar los costos derivados de fricciones regulatorias y económicas. — El Gobierno, en un año electoral, planea un nuevo recorte presupuestario ¿Considera que esta medida limitará o impulsará la reactivación económica? — El impulso debería sostenerse principalmente por el sector privado. Las posibilidades estarán determinadas tanto por un mayor flujo de comercio -exportaciones energéticas- como por la concreción de proyectos de inversión viables, que generen un ingreso neto positivo de capitales del sector privado de forma sostenible. — ¿El ajuste del gasto público alcanzará para compensar la pérdida de recaudación derivada del fin del Impuesto PAIS y la baja transitoria de retenciones? — En principio, es uno de los desafíos centrales en materia fiscal. El impacto combinado de estas medidas podría representar 1,3% a 1,4% del PBI, una cifra no menor. La compensación podría venir de una mayor recaudación del Impuesto a las Ganancias y de aportes y contribuciones de los trabajadores a la seguridad social e IVA, en la medida que aumente el nivel de actividad económica. Desde el lado del gasto, hay cierto margen de ajuste, aunque limitado, en subsidios económicos, que representaron 1,4% del PBI. — El saldo comercial cerró 2024 con signos de recuperación, pero enfrenta desafíos externos como la caída de los precios de internacionales de las materias primas y la depreciación del real brasileño. ¿Qué sectores considera clave para mejorar la balanza comercial en 2025? — Luego de la importante depreciación del real brasileño de principios de 2024, hubo una estabilización y cierta reversión. Sin embargo, la caída en los precios de productos exportables clave genera presión en el frente externo. A pesar de ello, se registra una mejora en los términos del intercambio, con precios de exportación que superan en 18% a los de importación de mediados del año pasado y están por encima del promedio de largo plazo. "El esquema de incentivos como el RIGI contiene elementos valiosos para atraer inversiones en ciertos sectores. Esto es relevante en Argentina" Las tensiones podrían darse por una mayor demanda de importaciones, explicada por el crecimiento de la actividad, la evolución de stocks y factores comerciales. Por el lado de las exportaciones, se espera un superávit de entre USD 7.000 y 8.000 millones en 2025, impulsado por el sector energético, la minería y la liquidación de la cosecha agrícola. De todas maneras, es clave monitorear las condiciones para la producción, ya que puede haber una diferencia entre la balanza comercial devengada y la caja efectiva. — En un contexto de mayor estabilidad macroeconómica, ¿qué condiciones deberían garantizarse para atraer inversión extranjera directa, especialmente en sectores estratégicos como energía, minería, agroindustria e industria del conocimiento? — El esquema de incentivos como el RIGI contiene elementos valiosos para atraer inversiones en ciertos sectores. Esto es relevante en Argentina, donde históricamente las reglas de juego han sido inestables y onerosas. Sin embargo, sería deseable evolucionar hacia un régimen más generalizado, que brinde mayor previsibilidad y no dependa de excepciones o limitaciones de tamaño. Fotos: Maximiliano Luna
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