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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/01/2025 09:13
Más de 12.300 estructuras han sido destruidas o dañadas, dejando a millones de personas en estado de alerta en California. (REUTERS/Ringo Chiu) La crisis en el estado de California continúa agravándose, con más de 12.300 estructuras destruidas o dañadas y un saldo de al menos 16 muertos. Las condiciones climáticas, marcadas por fuertes ráfagas de viento y una humedad extremadamente baja, han intensificado la propagación de las llamas, afectando a más de 8 millones de personas que se encuentran en zonas de riesgo crítico. Las autoridades advierten que la situación podría empeorar en los próximos días, con pronósticos que indican la persistencia de los vientos de Santa Ana y la falta de alivio en el clima seco. De acuerdo con ABC News, los incendios, que comenzaron el martes pasado, han sido alimentados por ráfagas de viento que alcanzaron velocidades de entre 56 y 88 kilómetros por hora, con picos de hasta 113 kilómetros por hora en las montañas cercanas a Los Ángeles. Estas condiciones llevaron al Servicio Meteorológico Nacional a emitir una advertencia de bandera roja, que permanecerá vigente al menos hasta el miércoles. Además, la humedad en la región ha descendido a niveles tan bajos como el 10%, creando un entorno ideal para la rápida propagación del fuego. El incendio más devastador hasta ahora ha sido el de Pacific Palisades, que ha consumido más de 9.600 hectáreas y amenaza viviendas en áreas como Brentwood y el cañón de Mandeville. Según The Wall Street Journal, este incendio, que solo estaba contenido en un 11% hasta el domingo por la mañana, ha obligado a los residentes a evacuar y ha dejado a muchas familias enfrentando la pérdida de sus hogares. Los vientos de Santa Ana, con ráfagas superiores a 100 km/h, exacerban el desastre en áreas urbanas y rurales del sur del estado. (REUTERS/Ringo Chiu) Tatiana y Alexi Nikolev, residentes de un complejo de apartamentos en Sunset Boulevard, describieron cómo su edificio quedó completamente destruido, mientras que las propiedades vecinas permanecieron intactas. “¿Por qué no intentaron salvarlo?”, expresó Tatiana entre lágrimas, al observar los restos de su hogar. En contraste, los bomberos lograron avances significativos en otros incendios de la región. El fuego en Altadena y Pasadena, conocido como el incendio de Eaton, había sido contenido en un 27% tras consumir más de 5.600 hectáreas. Por su parte, el incendio de Lidia, ubicado en el Bosque Nacional de los Ángeles, fue completamente contenido, mientras que el incendio de Hurst, en el Valle de San Fernando, alcanzó un 76% de contención. Sin embargo, las autoridades advirtieron que los vientos podrían reavivar las llamas en áreas que aún no han sido afectadas. Los desafíos para los equipos de emergencia Uno de los mayores retos ha sido la disponibilidad de agua para combatir las llamas. A pesar de los esfuerzos de más de 14.000 bomberos, incluidos equipos de otros estados, México y Canadá, las condiciones extremas han dificultado las labores de contención. Según NBC News, el gobernador Gavin Newsom calificó los incendios como “el peor desastre natural en la historia de Estados Unidos” y advirtió que el número de víctimas podría aumentar. “Tenemos equipos de búsqueda y rescate desplegados, junto con perros rastreadores, y es probable que encontremos más fallecidos”, declaró Newsom en una entrevista televisiva con el medio. Según el gobernador Gavin Newsom, estos incendios representan el “peor desastre natural en la historia de Estados Unidos”, con alto riesgo de más víctimas. (REUTERS/Daniel Cole) En los primeros días de los incendios, aproximadamente el 20% de los hidrantes en el área de Palisades quedaron sin agua debido a la alta demanda y la falta de apoyo aéreo. Aunque el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles aseguró que todos los hidrantes estaban operativos para el sábado, algunos experimentaron una caída en la presión, lo que complicó las operaciones de los bomberos. Pronósticos para los próximos días El Servicio Meteorológico Nacional ha advertido que los vientos de Santa Ana podrían intensificarse nuevamente a partir del domingo por la noche, alcanzando velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en algunas áreas. Estas ráfagas podrían transportar brasas hacia zonas no afectadas, aumentando el riesgo de nuevos incendios. “Lo que más preocupa hoy son las áreas que aún no han registrado crecimiento del fuego. En las zonas ya afectadas, el daño está hecho, pero las llamas seguirán avanzando”, explicó Brian Hurley, meteorólogo del NWS. Además, las advertencias de bandera roja, que indican condiciones extremadamente peligrosas, se han extendido a los condados de Ventura, Orange, Riverside y San Diego, lo que subraya la magnitud de la amenaza. Según ABC News, estas alertas son raras y representan el nivel más alto de peligro que puede emitir el Servicio Meteorológico Nacional. El fuego en Altadena y Pasadena, conocido como incendio de Eaton, alcanzó un 27% de contención tras consumir más de 5.600 hectáreas. (REUTERS/Nathan Frandino) Mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso, las críticas hacia las autoridades locales y estatales han comenzado a surgir. Algunos residentes han cuestionado la preparación para enfrentar incendios de esta magnitud, especialmente en lo que respecta a la gestión de recursos hídricos. Sin embargo, las autoridades han defendido sus esfuerzos, destacando la colaboración internacional y la movilización de miles de bomberos para contener las llamas. Con los incendios aún activos y las condiciones climáticas adversas, el sur de California enfrenta una semana crítica. Las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de evacuación, mientras los equipos de emergencia continúan luchando contra uno de los desastres naturales más devastadores en la historia reciente del estado.
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