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  • Cotagú, Casa Betolaza y Tiendas París Londres: los tres comercios históricos de Gualeguaychú que homenajea Papelitos

    Gualeguaychu » El Dia

    Fecha: 13/01/2025 01:19

    Para la edición 2025 del Carnaval del País, la comparsa del Club Juventud Unida, Papelitos, salió a conquistar la pasarela del Corsódromo con “Iguales”, una temática que sitúa al espectador en una Gualeguaychú distópica, ambientada en una época de auge industrial que evoca los comienzos del siglo XX en Argentina. En este mundo alternativo, la ciudad se encuentra dividida en dos sectores –el Este y el Oeste– cada uno habitado por grupos sociales bien diferenciados: los “Puros”, una clase dominante compuesta enteramente por humanos que desde el Este dirige las fábricas y gobierna la ciudad; y los “Olvidados”, una clase trabajadora integrada por seres fantásticos como gigantes, minotauros, centauros, elfos y hadas, los cuales se ven forzados a realizar las tareas más duras y son limitados a vivir en el sector Oeste. La historia que se narra en esta ficción carnavalera gira en torno al amor prohibido de un hada bailarina y un joven idealista que acuerdan verse en la noche del “Corso de la Alegría”, un festejo tradicional de los Olvidados que es visto por los Puros como una “maldición”. Esa noche, el Alcalde ordena sabotear la celebración y desalojar el sector Oeste, pero los policías se ven transformados por “un hechizo de unión y alegría” que los hace sentir iguales a los Olvidados y sumarse a la fiesta popular. Este relato se cuenta a través de una elaborada puesta en escena, donde la sumatoria de detalles es clave para darle vida al mundo ficticio en el que se desarrolla. Pero a la par de los elementos fantásticos abundan las referencias que anclan la temática en una Gualeguaychú de antaño. Una de las escuadras llamó la atención de muchos durante la primera noche de Carnaval, en la que Papelitos estuvo a cargo de la apertura: tres centauros (hombre con cuerpo de caballo) cargaron sobre sus lomos cajones de madera con artículos y carteles que aludían a los antiguos comercios “Casa Betolaza”, “Tiendas Paris Londres” y “Lácteos Cotagú”. Para conocer en profundidad el vínculo de “Iguales” con la historia local y el porqué de sus decisiones artísticas, Ahora ElDía conversó con el director de la comparsa Juane Villagra. “Cotagú (Cooperativa Tambera Gualeguaychú) fue todo un símbolo para Gualeguaychú, que de hecho lleva su nombre, y para Entre Ríos mismo, más allá de cómo lamentablemente terminó después. Me pareció algo hermoso para representar”, comenzó a explicar el ideólogo de la comparsa, Juane Villagra, a Ahora ElDía. “Casa Betolaza también es un símbolo. Son muchos los comercios que tienen una historia interesante en nuestra ciudad, pero éste puntualmente fue muy rico por lo que generó en la sociedad. Los elementos que lleva ese traje no son al azar, hacen referencia a la vitrola Víctor, de la que tenía la representación local y usaba la imagen del perrito con la vitrola como publicidad en la puerta del negocio. Me pareció un pequeño guiño para las personas más grandes, que puedan verlo y acordarse de esa época”, comentó Villagra, quien luego explicó que el tercer comercio fue elegido por un motivo personal. “Paris Londres fue la tienda de mi abuelo materno, Héctor ‘Tito’ Caballero. Si bien su fundador fue Alberto Alazard, mi abuelo arrancó siendo cadete en la tienda y con el paso del tiempo se hizo amigo de Alazard y después lo invitó a ser socio. Me acuerdo de ser chico y pasar por el negocio en 25 de Mayo a saludarlo”, rememoró. “Paris Londres fue la tienda de mi abuelo materno, Héctor ‘Tito’ Caballero. Arrancó como cadete y con el paso del tiempo se hizo amigo del dueño, Alberto Alazar, quien lo invitó a ser socio. Me acuerdo de ser chico y pasar por el negocio a saludarlo”, contó Juane Villagra. El director de Papelitos contó que la figura de Tiendas Paris Londres siempre significó mucho para su familia, por lo que ocultó hasta último momento este homenaje para darle una sorpresa a su madre: “Fue una emoción muy grande cuando mi familia se enteró de esto, porque lo mantuvimos lo más hermético posible. Como mi vieja viene siempre al taller, tuve que estar atento a esconderlo desde que empecé a armar los logos. Todos sabían que no se podía enterar porque quería que lo viera completo. El día anterior a la primera noche, cuando estaba armando el carro, llegó y vio que estaba armando el cartel, poniendo las telas y el maniquí que va arriba, y fue una gran emoción para ella. Lo terminó descubriendo, pero ya estaba casi listo”. Otro detalle casi imperceptible en los trajes de Casa Betolaza es un guiño a la historia de la comparsa: sobre la vitrola Víctor hay un disco de pasta con el título “Olelé Olalá, del genial Ricardo Pereyra”, en honor a uno de los himnos papeliteros. Villagra contó que no sólo fue su idea sino también qye fue su mano la que estuvo detrás de todos los detalles: “Puntualmente de este trabajo me quise encargar yo, porque había una cuestión muy personal”. Por otro lado, aclaró: “Podría haber hecho una comparsa entera con referencias a comercios, pero en esto de tratar de empaparla un poco de la historia de Gualeguaychú surgieron estos tres que para mí son representativos. Hicimos sólo tres trajes porque son muy complejos. Las patas delanteras del centauro son las piernas del integrante y hacia atrás tiene una rueda que mueve las patas traseras, así parece que va galopando”. “Podría haber hecho una comparsa entera con referencias a comercios, pero en esto de tratar de empaparla un poco con la historia de Gualeguaychú surgieron estos tres que para mí son representativos”, aclaró el director de Papelitos. Estos tres negocios representativos de la economía gualeguaychuense del siglo XX dejaron su huella en el recuerdo de innumerables vecinos y constituyen al día de hoy un ejemplo del espíritu emprendedor local. Lácteos Cotagú Cotagú se fundó el 17 de agosto de 1961, convirtiéndose rápidamente en un modelo de organización cooperativa en la ciudad y la provincia de Entre Ríos. Durante su auge logró producir y distribuir hasta 40 productos lácteos y se consolidó como un actor central en la economía local y regional. Sus productos eran ampliamente consumidos y valorados, no solo por su calidad, sino también por el impacto social de la cooperativa en la comunidad. Sin embargo, la gloria de Cotagú no fue eterna. Problemas financieros acumulados y deudas impagables llevaron a su quiebra en 2018. El cierre definitivo marcó un duro golpe para la ciudad, ya que dejó sin empleo a unas 40 familias, simbolizando el fin de una era para una cooperativa que había sido un pilar de Gualeguaychú durante décadas. Casa Betolaza Fue fundada por Enrique Betolaza el 25 de mayo de 1910, en pleno centenario de la Revolución de Mayo. Nacido en una familia de raíces vascas, Enrique se destacó por su visión de vanguardista. Sus frecuentes viajes a Europa le permitieron traer productos novedosos y tendencias modernas, los cuales posicionaron a Casa Betolaza como una referencia comercial en la ciudad. El negocio, que tuvo diversas ubicaciones antes de asentarse en 25 de Mayo y Perón, ofrecía una amplia variedad de productos: desde joyería y electrodomésticos hasta prendas de piel e instrumentos musicales. Sus iniciativas innovadoras, como la instalación de un artista estatua viviente o el famoso perro de la RCA “Víctor” en la puerta del local, fueron detalles que quedarían en el recuerdo de muchos vecinos. Además de su actividad comercial, Enrique Betolaza desempeñó un rol clave en la vida cultural de la ciudad. Fue socio fundador del Teatro Gualeguaychú y promotor de artistas y eventos, como los carnavales que marcaban la vida social de la comunidad. Su legado también incluye aportes filantrópicos, como la iluminación del Parque Unzué y la donación del trampolín del balneario municipal. También financió casas a empleados del Frigorífico Gualeguaychú y les dio créditos muy blandos para que compraran allí sus productos. El cierre de Casa Betolaza, el 1 de agosto de 1981, coincidió trágicamente con el fallecimiento de su fundador, y dejó un vacío en la comunidad de Gualeguaychú. Sin embargo, su historia siguió viva en la memoria colectiva y al día de hoy, más de cuatro décadas después, su nombre recorre la pasarela del Corsódromo con Papelitos. Tiendas París Londres Nació el 3 de octubre de 1938 de la mano de Alberto Eloy Alazard, otro comerciante visionario que dejó su puesto en Casa Galli para fundar su propio negocio. Conocida como "La tienda de las telas bonitas", París Londres se convirtió rápidamente en un referente para quienes buscaban calidad y estilo. Ubicada inicialmente en 25 de Mayo 871, ofrecía secciones dedicadas a confecciones, telas, perfumería y cosmética. Su fama creció con iniciativas como el "Libro de la Suerte", un sorteo mensual que atraía a numerosos clientes. Más adelante, amplió su oferta con prendas masculinas, trajes "Modelco" y productos exclusivos de la zapatería Tomsa de Buenos Aires. La tienda no solo destacó por su oferta comercial, sino también por su rol como espacio de interacción para los clientes habituales. Su cierre definitivo fue el 31 de agosto de 1995 y marcó el fin de una etapa histórica para Gualeguaychú. Don Alberto falleció dos años después, en 1997, dejando como legado el recuerdo de una tienda que representó elegancia y calidez durante casi seis décadas.

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