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  • Metaneumovirus humano: ¿una nueva amenaza o un viejo conocido?

    Gualeguaychu » El Dia

    Fecha: 13/01/2025 01:20

    Luego de la pandemia por Covid-19 que se originó en China y que provocó un caos a nivel mundial, con miles de casos en nuestra ciudad y también con víctimas fatales, cada vez que se origina una nueva enfermedad respiratoria en Oriente se encienden las alarmas en todos los rincones del planeta. El médico neumonólogo Federico Gini Cambaceres, quien integró el COES y fue una de las voces autorizadas durante los tiempos del Coronavirus, detalla de qué se trata el metaneumovirus humano (HMPV) y cuáles son los riesgos reales de que se expanda y las posibilidades reales de que afecte a la ciudad en un futuro. “Se trata de “un virus respiratorio similar al que provoca resfríos, gripe (influenza) y bronquiolitis (VSR). La mayoría de las infecciones respiratorias afectan la vía aérea superior (nariz y garganta), pero a veces puede provocar infecciones respiratorias bajas que afecten los bronquios y pulmones, como la neumonía. Las personas infectadas pueden experimentar síntomas como tos, fiebre, dolor de garganta y dificultad para respirar. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más peligroso para los niños pequeños, los adultos mayores y aquellos con inmunodeficiencia o enfermedades de base”, describió el especialista en diálogo con Ahora ElDía. El HMPV provoca infecciones respiratorias cada invierno, con síntomas similares al resfrío común, la gripe y la bronquiolitis. Su impacto es bajo en personas sanas, pero puede ser más severo en niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades de base. El neumonólogo hizo hincapié en que los síntomas “son respiratorios, muchas veces parecidos a un resfrío común con tos, febrícula, catarro nasal y dolor de garganta, además de cansancio o dolor corporal”. Hizo la salvedad que “a veces, especialmente en niños pequeños, adultos mayores o personas con inmunodeficiencia o enfermedades de base pueden afectar de una manera más severa y provocar neumonía o broncoespasmos severos”. Por el momento, sostuvo que, tanto la tasa de internación como de mortalidad “es baja”, por lo que sería más inofensivo que el Covid-19. Y profundizó: “La tasa de internación y mortalidad es menor a 1% en personas jóvenes y sanas, pero llega a 5% en niños menores de 1 año (con baja mortalidad), 10% de internación en ancianos con hasta 5% de mortalidad y hasta 20% de internación y 15% de mortalidad en personas con inmunodeficiencias severas”. El contagio y la posible expansión Gini Cambaceres explicó que el contagio es similar a otros virus respiratorios; es decir, por toser, estornudar o hablar, a través de las microgotas, a través del contacto directo de las manos luego de que el infectado se tocó la nariz, ojos o boca e indirectamente al tocar superficies contaminadas o compartir objetos. En este aspecto, la clave para evitar que el HMPV crezca y trascienda fronteras es la prevención: “Es similar a otros virus respiratorios: lavarse las manos o usar alcohol al 70%, cubrirse al toser o estornudar, usar pañuelos descartables, autoaislarse en caso de mocos y fiebre, usar barbijo si debe salir, ventilar las habitaciones y dejar entrar la luz natural”. Las medidas para frenar el HMPV son similares a las de otros virus respiratorios: lavado de manos, uso de barbijos, ventilación de espacios y consulta médica precoz en caso de fiebre o síntomas severos. Por el momento, no hay una vacuna específica para tratarlo y se recomienda realizar una consulta precoz en caso de fiebre y síntomas respiratorios, especialmente si son niños, ancianos o personas con inmunodeficiencia o enfermedades de base. Según la OMS, existe un aumento mes a mes de las infecciones respiratorias agudas, incluidas la gripe estacional, el virus respiratorio sincitial (VRS) y el metaneumovirus humano (HMPV). “Es el esperado para esta época del año (invierno en el hemisferio norte) por lo que no hay una alerta en China ni otros países de la región”, dijo el neumonólogo. Gini Cambaceres marcó que en Argentina “habitualmente hay un aumento progresivo de infecciones respiratorias desde fines de abril, que coincide con el inicio del año escolar y llegada del otoño, y progresa hasta un pico entre fines de junio y principios de julio. Este aumento se interrumpe por el ‘aislamiento’ de 2 semanas de las vacaciones de invierno, ya que al ir dos semanas los niños a su casa se corta con la cadena de los contagios”. “Todos los años tenemos casos de metaneumovirus en Argentina, igual que gripe, bronquiolitis y neumonía”, aclaró, y sentenció que “no es ni por asomo una situación como la del Covid-19”. “El metaneumovirus es un viejo conocido que provoca casos de infección respiratoria en invierno todos los años, con un brote cada 3 o 4 años. Ese fenómeno tiene que ver con la renovación de la población que, al nacer nuevos niños, hay gente predispuesta sin anticuerpos, entonces el virus tiene un terreno fértil por el cual expandirse. Es similar a lo que ocurre con la bronquiolitis por VSR y también por la gripe por virus influenza”, concluyó. El Dato A pesar de ser identificado hace más de dos décadas, el HMPV, que pertenece a la familia de los Pneumoviridae, junto con el virus respiratorio sincitial (VRS), sigue siendo objeto de investigación. Estudios recientes han señalado que su capacidad de propagación está vinculada a su similitud estructural con otros virus respiratorios, lo que dificulta su diferenciación en diagnósticos clínicos sin pruebas específicas. Los avances en biología molecular han permitido detectar la presencia del virus mediante técnicas de PCR, que han revelado que en algunos brotes invernales puede ser responsable de hasta el 15% de las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias en Pediatría. Además, investigaciones lideradas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han destacado la estacionalidad del HMPV, con picos en climas fríos en regiones de ambos hemisferios. Sin embargo, su comportamiento varía según las condiciones climáticas y densidad poblacional de cada zona. Los expertos subrayan que, aunque actualmente no exista una vacuna, se están desarrollando terapias basadas en anticuerpos monoclonales que podrían ofrecer protección a los grupos más vulnerables en un futuro cercano.

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