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Parana » ER 24
Fecha: 13/01/2025 00:25
Tribuno o Tribunero: Portela sigue pidiendo perdón por liberar a Urribarri El juez Portela, protagonista del fallo que permitió la liberación de Sergio Urribarri, enfrenta una avalancha de críticas no solo por su decisión judicial, sino también por la habilitación de la feria judicial, una medida que deja a miles de presos en prisión preventiva esperando resoluciones durante años. Mientras Portela insiste en explicar su postura, su discurso parece desconectado de las verdaderas preocupaciones de los entrerrianos. La justicia paralela y la opinología de familia En sus declaraciones recientes, Portela reveló que sus propios hijos “no están de acuerdo” con el fallo. Sin embargo, este comentario parece irrelevante para una sociedad agotada de ver cómo el sistema judicial prioriza casos políticamente sensibles mientras ignora a miles de personas que sufren el atraso procesal. A nadie le importa realmente lo que opinen los hijos del juez, porque lo que está en juego es la confianza en una justicia que parece operar al servicio de los poderosos. Habilitar la feria: ¿Justicia o privilegio? El fallo de Portela no solo benefició a Urribarri, sino que también habilitó un esquema donde la celeridad procesal parece reservada para quienes tienen recursos y contactos. Mientras tanto, miles de entrerrianos permanecen en prisión preventiva, atrapados en una feria judicial que, para ellos, significa más espera y más sufrimiento. Este contraste desnuda un sistema que no trata a todos por igual. Entre el tribuno y el tribunero Portela parece haber asumido un papel más cercano al de un «tribunero» que al de un «tribuno». Mientras intenta justificar su accionar, su discurso evade preguntas fundamentales: ¿Por qué su decisión benefició a una figura política tan cuestionada? ¿Por qué miles de personas en situación de vulnerabilidad no reciben el mismo trato? Sus explicaciones públicas reflejan una necesidad de legitimación que lo aleja de la imagen de imparcialidad que debería proyectar. En lugar de abordar el fondo de las críticas, su postura se limita a defenderse, dejando en claro que la prioridad no parece ser la justicia, sino su propia posición ante la opinión pública. Un sistema en crisis El caso Urribarri es solo un símbolo de un problema más profundo. Entre Ríos enfrenta una crisis judicial donde las decisiones parecen responder más a intereses particulares que al derecho. Portela, lejos de calmar las aguas, ha intensificado las dudas sobre la independencia del sistema. Conclusión La sociedad entrerriana no necesita explicaciones superfluas ni comentarios familiares. Lo que se requiere es una justicia que actúe con celeridad e imparcialidad para todos, no solo para quienes tienen nombre y poder. Portela, al habilitar una feria que perpetúa las desigualdades, se posiciona como un símbolo de lo que el sistema judicial no debería ser: un espacio al servicio de privilegios y no de derechos. La pregunta central sigue en el aire: ¿Portela actuará como un verdadero tribuno de la justicia o continuará optando por el rol de un tribunero buscando aplausos fugaces? La Caldera.
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