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» Diario Republica
Fecha: 08/07/2024 04:23
Corre por hacer deporte, por placer y por mamá. Tres motivos impulsan a la meta a Pamela Fernández. Empezó hace dos años a hacer atletismo y se destaca en los podios de San Luis y en provincias vecinas. Vive en El Trapiche, donde entrena todos los días sin falta. También siente que con todo el esfuerzo, las ganas y el corazón que le pone a la actividad puede darle fuerzas a su madre, Verónica Bordón, quien fue arrojada desde la pasarela de un puente de casi dos metros en El Trapiche, el 24 de junio de 2020, y también corría. “Empecé con atletismo y a los meses me dediqué más que nada a lo que es correr en las sierras, es decir, a hacer trail. Ahora es esto en lo que me destaco. El año pasado gané el campeonato provincial en 10 kilómetros y gané todas las fechas. En calle, por suerte, también me va bastante bien. En total, llevo 40 carreras aproximadamente que gané entre San Luis y Córdoba”, contó Pamela y agregó que entrena de lunes a sábado, y el único día que se toma para descansar es el domingo. “Tres días me preparo para atletismo y otros tres días voy al gimnasio. Voy variando de esta manera para trabajar la fuerza, porque para correr en sierra se necesita mucha. En cuanto a la dieta, recién ahora he empezado a ir a una nutricionista. Antes no tenía tanto apoyo y ahora es como que me están acompañando algunas firmas y personas, y no les quiero fallar. Entonces, voy haciendo todo lo que me permita mejorar”, explicó y añadió que todos estos aspectos le permiten profesionalizarse. “Contar con ellos es superimportante para mí, antes no podía entrenar de la misma manera porque comía mal, por ejemplo. Ahora estoy ajustando varias cositas que me están permitiendo rendir mejor. Estoy comiendo como debería comer en realidad. También voy al kinesiólogo, ya sea antes o después de cada competencia, para evitar lesiones”, dijo. Pamela hace deportes desde siempre: “Jugué mucho tiempo al fútbol. Mi mamá era quien me motivaba a correr, porque ella lo hacía y me invitaba siempre. Al principio, como que me costaba salir, pero era porque no estaba en un grupo. Justamente ahora formo parte de una agrupación y es otra cosa. La lesión que sufrió mi mamá en la caída la dejó parada. No puede correr más. Ella me dio más fuerza y lo que le pasó me incentivó mucho más a correr, porque me mata que no pueda hacer lo que le gusta y se muere por hacerlo. Entonces, me dije: 'No paro más', todo lo hago por ella”, expresó. El tiempo de estudio también es importante para la deportista, quien en el transcurso de los años se capacitó como personal trainer orientando su carrera específicamente hacia el atletismo. “El conocimiento en esta actividad me ayudó mucho también a mí. Y mucho de lo que fui aprendiendo en los cursos lo practico actualmente con mi profesor Facundo Sosa, en el gimnasio Wellness. De hecho, me ha tocado dar clase a niños y es algo que disfruto mucho. Entonces, se me hace más fácil porque estudié algo que también practiqué. Porque pienso, no tendré el título o el profesorado de Educación Física, aunque sí quiero llegar a tenerlo, pero sí fui adquiriendo conocimientos a través de varios cursos y capacitaciones”. Los días de Pamela transcurren entre el estudio, el trabajo de medio tiempo por la mañana y los entrenamientos. “Con el grupo, que está conformado por personas que van al mismo gimnasio, siempre nos juntamos a entrenar a la tarde y cuando no puedo ir por algún imprevisto, me organizo y tengo que salir sola. Es lo que más me cuesta, salir sola, pero me esfuerzo mucho para cumplir los seis días a la semana”, aseveró. Con respecto a su mamá, la joven atleta recordó que “fue muy complicado lo que le pasó, porque quien entonces era su pareja la empujó, se golpeó muy fuerte y él se fue, la abandonó en el lugar. Fue un caso muy conocido en la provincia; salió por todos lados. Ella sufrió una lesión en un brazo y en una pierna, quebraduras, y hasta hoy sigue con rehabilitación. Ahora solamente puede hacer gimnasia, pero lo que es de impacto, como correr, no, y no lo va a poder hacer nunca más”, explicó. Ese lamentable momento que vivió su mamá fue el que la motivó aún más a correr, “porque si bien antes iba al gimnasio, solo había corrido una carrera en 2019. Había hecho eso y nada más, ahí quedó. Pero mi mamá era quien me empujaba y me motivaba a que corriéramos. Entonces fue la primera carrera que hice y la hicimos juntas”, dijo. La última carrera en la que participó la atleta fue el 9 de junio. “Corrí en Estancia Grande y gané en los 21 kilómetros. De las fechas de San Luis, lo que es trail, trato de hacer todas las carreras. San Luis Trail organiza cuatro fechas al año. También suelo ir al sur de Córdoba, a Alpa Corral o a Las Albahacas. Este año también corrí en la media maratón de Mendoza, 20 kilómetros en calle, donde me fue bastante bien. Así que ahora me estoy preparando para poder correr en agosto la media maratón de Buenos Aires, el 25 de agosto”, adelantó Pamela. Y volvió a mencionar a Verónica: “Mi mamá siempre me jode y me va diciendo: ‘Acordate que una de las piernas —la que ella tiene lesionada— es mía, porque te la hice yo, así que corré por las dos’, bromea. Así que siempre mis logros se los dedico a ella; somos muy unidas y siempre me acompaña. También tenemos un grupo de entrenamiento muy unido y mi mamá va al mismo gimnasio. El mismo profe nos contiene a toda la familia y a todo el pueblo”, reconoció entre risas y añadió que antes no había gimnasio en El Trapiche. “No se hacía atletismo y en estos años de trabajo se nota la diferencia. Tenemos un grupo numeroso, mucha gente está haciendo deporte, van chicos desde los 12 y 13 años hasta señoras de 65, quienes corren 20 kilómetros como si nada”. Lo bueno se contagia y la alegría que caracteriza a Pamela llegó a todo el pueblo. “Me han tomado como una referente, es relindo lo que pasa, porque todos me apoyan cuando se acerca alguna fecha de competencia. Enseño muchas cosas de las que voy aprendiendo. Es un grupo bastante unido y eso me ayuda y me fortalece muchísimo, tanto física como espiritualmente. Quien se quiera sumar puede hacerlo, tenemos Instagram (Wellnessgymfas); siempre hay un lugar”, expresó Pamela, quien no para. Por estos días está preparándose para el ingreso en la carrera de Enfermería y “lo que me gustaría hacer es el Profesorado de Educación Física”, concluyó. "Todo lo que hago es por mi mamá" La vida de Verónica Bordón cambió para siempre el 24 de junio de 2020, cuando cayó y sufrió quebraduras que no le permiten moverse bien. La mamá de Pamela Fernández fue arrojada por su expareja Roque Arrieta desde la pasarela de un puente de casi dos metros en El Trapiche. Tras el episodio, fue encontrada por un vecino de la zona. Ese día estaba frío y Arrieta se fue, abandonándola en el lugar. “El daño que le produjo la caída tuvo muchas consecuencias. Se quebró la tibia de la pierna derecha y la muñeca de la mano izquierda. Le hicieron muchas cirugías, pero no quedó bien. Ella era muy activa, vivía entrenando y eso no lo puede hacer más. Hace ejercicios de rehabilitación”, explicó la atleta. Verónica fue quien desde siempre alentaba a correr a Pamela y le enseñó a la joven sobre la importancia de hacer actividad física. Iban juntas a competencias y disfrutaban de encontrarse en el punto de llegada. Aunque la madre de Pamela no pudo correr más debido a las lesiones que recibió en su cuerpo tras la caída, su actitud hacia una vida saludable sigue intacta. “Corro por ella, porque mi mamá no puede hacerlo más debido a ese lamentable episodio que le tocó vivir. Me duele mucho que ella no pueda correr. De hecho, no deja de decirme todo el tiempo que vaya, que entrene, que corra. Siempre está esperando la ocasión para ir a verme, para acompañarme y alentarme. Mi hermana también se sumó a correr y casi todos los hijos estamos involucrados, haciendo algún deporte, porque es la forma también de apoyarla y hacer que ella se sienta un poco mejor”, expresó la joven.
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