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Parana » AIM Digital
Fecha: 31/12/2025 06:31
Con el cierre del año legislativo y un Congreso atravesado por tensiones políticas, el Gobierno nacional comenzó a delinear sus prioridades parlamentarias para 2026, mientras parte del Gabinete reduce su actividad por el receso de verano. En la Casa Rosada anticipan que el próximo período ordinario estará marcado por proyectos estructurales que el oficialismo considera centrales para su programa de reformas, en un escenario que augura debates complejos y una oposición más activa. Entre los principales objetivos figura el impulso de los pliegos para completar la Corte Suprema de Justicia. Tras los obstáculos enfrentados en el Senado durante 2025, el Ejecutivo busca reordenar su estrategia para cubrir vacantes que considera clave para el funcionamiento del máximo tribunal. El margen de avance dependerá, admiten en el oficialismo, de la capacidad de negociación con los distintos bloques. Reforma laboral y cambios ambientales en la hoja de ruta Otro eje prioritario será la reforma laboral. El Gobierno prevé reactivar el debate con un proyecto que apunta a modificar el régimen de contratación y los costos laborales, bajo el argumento de promover el empleo formal y mejorar la competitividad. Se trata de una iniciativa que genera resistencias en sectores sindicales y anticipa un tratamiento prolongado en el Congreso. También aparece en la agenda la modificación de la ley de glaciares, una propuesta que el Ejecutivo considera necesaria para ampliar la explotación de recursos naturales. El tema promete reavivar el conflicto con organizaciones ambientales y con provincias que defienden el esquema vigente de protección. Un Gabinete con actividad dispar durante enero Mientras se proyecta esa hoja de ruta, el Gabinete atraviesa el receso estival con dinámicas diversas. El presidente Javier Milei no tomará vacaciones formales y mantendrá una agenda acotada desde la residencia de Olivos. En enero, además, tiene previsto viajar al Foro Económico de Davos, donde volverá a exponer su visión política y económica. En contraste, algunos ministros optaron por reducir su actividad o realizar viajes al exterior, mientras que otros funcionarios permanecerán activos para sostener el vínculo político con gobernadores y referentes provinciales, un factor que el Ejecutivo considera clave para encarar el tratamiento legislativo del próximo año. Un desafío político abierto La combinación entre planificación legislativa y receso ministerial marca una etapa de transición para el Gobierno. Con la mirada puesta en 2026, la Casa Rosada busca ordenar prioridades y recalibrar estrategias para llegar al inicio del período ordinario con un esquema político más sólido. La agenda está definida; su viabilidad dependerá, una vez más, de la capacidad del oficialismo para construir consensos en un Congreso fragmentado.
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