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» Jornadaonline
Fecha: 28/12/2025 15:32
Mendoza anticipa la cosecha de uvas 2026 y su impacto en los vinos argentinos El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, analizó el escenario vitivinícola de Mendoza, el rol del Certificado de Ingreso de Uva, el sobrestock de vinos y las decisiones clave que buscan ordenar el sector antes de la próxima vendimia. Mendoza comienza a definir hoy las condiciones que marcarán la cosecha de uvas 2026 y la elaboración de los vinos argentinos, en un escenario atravesado por la trazabilidad, el sobrestock y un cambio estructural del consumo mundial. En ese marco, el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, explicó que la provincia apuesta a anticiparse a la vendimia mediante herramientas de control, estímulos a la exportación y una reconversión vitivinícola orientada a la calidad. ¿Por qué el Certificado de Ingreso de Uva es clave para anticipar la cosecha 2026? Vargas Arizu remarcó que el Certificado de Ingreso de Uva (CIU) es una herramienta central para ordenar el sector antes de la vendimia. Según explicó, permite garantizar trazabilidad, transparencia y previsibilidad tanto para productores como para bodegas, especialmente aquellas que elaboran vinos con certificación de origen. "Desregulamos más de 970 normas, pero pedimos mantener una sola: el CIU", señaló el ministro, al sostener que el instrumento es clave para planificar la cosecha y evitar distorsiones en el ingreso de uva, un factor determinante para la calidad del vino 2026. ¿Cómo impacta el sobrestock en la planificación de la vendimia? El funcionario reconoció que el sector enfrenta un sobrestock de vinos, situación que condiciona directamente la próxima cosecha. Por ese motivo, la provincia decidió subsidiar tasas de prefinanciación para exportaciones de vino a granel. "Hay que desocupar antes de la cosecha", afirmó Vargas Arizu, al explicar que liberar stock es fundamental para recibir la nueva uva sin presionar precios ni generar excedentes que afecten la rentabilidad del productor y la calidad final del vino. ¿Se espera una cosecha normal de uvas para 2026? De acuerdo con las estimaciones oficiales, Mendoza se encamina hacia una cosecha promedio, sin grandes saltos en volumen. En ese contexto, la estrategia provincial apunta a un ajuste entre cantidad y calidad, en línea con la tendencia internacional de menor consumo de alcohol. "El mundo va hacia menos volumen y más valor", sostuvo el ministro, al anticipar que la vendimia 2026 estará marcada por una vitivinicultura más selectiva, con foco en calidad, diversificación de productos y posicionamiento externo. ¿Qué rol juega la reconversión vitivinícola en los vinos argentinos? Vargas Arizu señaló que la vitivinicultura atraviesa un proceso de reconversión inevitable. La combinación de cambios en el consumo, exigencias de los mercados y competitividad internacional obliga a redefinir estrategias productivas. En ese escenario, destacó que Mendoza cuenta con ventajas estructurales: manejo del riego, alta exposición solar, noches frescas e inviernos rigurosos, condiciones que permiten concentrar sabor y calidad en la uva que dará origen a los vinos 2026. ¿Cómo influyen la logística y los mercados en la cosecha futura? El ministro subrayó que Mendoza ocupa una posición estratégica desde el punto de vista logístico, con proyectos clave como el parque industrial de Luján de Cuyo, la zona franca de San Martín, el Puerto Seco y la variante Palmira. Estas obras, pensadas con inversión privada de entre 70 y 100 millones de dólares, apuntan a mejorar la competitividad exportadora del vino argentino. Además, anticipó que uno de los desafíos será optimizar el corredor hacia Chile, fundamental para la salida de la producción vitivinícola hacia los mercados internacionales. ¿Qué expectativas hay para el sector vitivinícola en el mediano plazo? Vargas Arizu se mostró optimista y aseguró que, con la macroeconomía más ordenada, Mendoza está en condiciones de crecer a partir de la agroindustria, el turismo y la minería. En ese contexto, la vitivinicultura sigue siendo una actividad estructural: representa cerca del 6% del PBI provincial y, sumada al turismo asociado, alcanza alrededor del 22%. "Arreglada la macro, Mendoza está muy bien parada", afirmó, al proyectar un escenario de recuperación y crecimiento que comenzará a reflejarse en la cosecha de uvas 2026 y en la calidad de los vinos argentinos.
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