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Fecha: 28/12/2025 15:31
Entre enero y octubre de 2025, Argentina registró condiciones climáticas que se ubicaron entre las más extremas de las últimas décadas, con temperaturas récord, olas de calor, episodios de lluvias intensas e impactos significativos sobre vastas regiones del país. El Servicio Meteorológico Nacional informó que la temperatura media nacional superó el promedio del período 1991-2020, posicionando a los primeros diez meses de 2025 como el cuarto más cálido desde 1961. Este comportamiento térmico se manifestó con mayor intensidad durante el verano, cuando se registraron valores extremos en amplias zonas del territorio. Durante el año se produjeron dos olas de calor intensas que afectaron al centro y norte del país, con récords tanto de temperaturas máximas como mínimas y un número inusualmente elevado de jornadas con registros superiores a los 40 °C. En contraste, se observó un único evento de ola de frío de alcance nacional, que dejó marcas históricas en las temperaturas mínimas. En materia de precipitaciones, el acumulado entre enero y octubre superó el promedio climatológico, ubicándose como el vigésimo segundo valor más alto desde 1961 y constituyendo el registro más elevado de los últimos ocho años. Agosto se destacó especialmente por presentar condiciones extremadamente lluviosas en la franja central del país, con récords diarios y mensuales que derivaron en inundaciones. La Patagonia, entre la sequía persistente y la escasez de nevadas En la Patagonia, el informe señaló un escenario particularmente complejo, caracterizado por condiciones de sequía que se intensificaron durante el invierno. El noroeste patagónico fue una de las zonas más comprometidas, con déficits hídricos prolongados que afectaron suelos, ecosistemas y actividades productivas. Según los datos oficiales, la falta de precipitaciones y la persistencia de meses con humedad por debajo de lo normal provocaron un deterioro progresivo de las condiciones ambientales. A esta situación se sumó la escasez de nevadas, no solo en la Patagonia sino también en la región de Cuyo, lo que redujo los aportes de agua provenientes del deshielo y profundizó el impacto de la sequía. El reporte detalló que, en sectores patagónicos, se acumularon hasta 40 meses consecutivos de sequía, con millones de hectáreas afectadas en distintos niveles de severidad. Esta persistencia generó un escenario propicio para incendios forestales y complicaciones en la disponibilidad de agua para consumo humano y actividades productivas. Eventos extremos y registros destacados en el territorio nacional El análisis de eventos extremos mostró contrastes notables entre regiones. Mientras en el centro del país se registraron lluvias y tormentas intensas con acumulados diarios récord, en la Patagonia predominó la falta de precipitaciones y un invierno con nevadas por debajo de lo esperado. En paralelo, estaciones como Buenos Aires y Mendoza registraron durante el verano una mayor frecuencia de valores del índice ultravioleta en la categoría de riesgo extremadamente alto, lo que evidenció condiciones atmosféricas favorables para una radiación solar intensa. El informe preliminar del Servicio Meteorológico Nacional subrayó que estos resultados surgen de más de 150 años de mediciones continuas en todo el país y constituyen una herramienta clave para evaluar el impacto del clima sobre los sectores económicos, productivos y sociales, especialmente en regiones como la Patagonia, donde los efectos de la sequía y la variabilidad climática se manifestaron con mayor persistencia durante 2025.
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