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» ElDiarioCba
Fecha: 28/12/2025 09:26
Las Calles - Miguel "Chiche" Bravo El padre del vóley local La arteria, de unos trescientos metros, comienza en Christian Polaco Matcovich Telgarecz y termina en Gobernador Sabattini, en barrio Roque Sáenz Peña, a metros de la cancha de AlumniMiguel Jorge Arturo Bravo, apodado Chiche, o la Coneja, nació en mayo de 1943, en Villa María. Estaba casado con Eilen Pronello, con quien tuvieron un hijo, Marcelo, el que, según sus más allegados, era su devoción. ElDiario en las Calles, a través de Gustavo Ferradans, de nuestra Redacción, se contactó con Fernando de Goycoechea, Daniel Barrientos, Fernando Rivera y Guillermo Cardonnet, quienes dieron forma al recuerdo de Chiche: estudió en Córdoba, en el Instituto Provincial de Educación Física, y cuando se recibió de profesor, en 1970, regresó a Villa María para desarrollar su actividad profesional en el Instituto Secundario Bernardino Rivadavia. Cuando lo hizo, compartió staff con los profesores Ángel Gallego Sánchez, Jorge Oliva y Guillermo Cardonnet. Fue integrante de una generación de profesores de Educación Física que enseñaban disciplinas menos populares en esos años: y Bravo se destacó con vóley. Fue también el primer entrenador de rugby de Jockey Club en 1973 y en 1978 fue técnico del San Martín. Se lo consideraba un entrenador riguroso, que hacía mucho hincapié en el trabajo físico, un adelantado para la época. A los provinciales los ganábamos siempre. Era muy severo, exigente, pero era muy cariñoso y se interesaba mucho por la familia de cada uno, dijo uno de los entrevistados. En los 80, en Alumni, formó el primer equipo villamariense federado que compitió en la Federación Cordobesa de Voleibol Chiche pretendía que fuera desde el mismo colegio que se generara la competencia, apoyado en dos hechos históricos: en 1979 y 1980 resultó subcampeón argentino colegial. Fue en ese tiempo donde el Rivadavia tuvo escuadras federadas. Trabajó también en el Profesorado de Educación Física del Instituto La Santísima Trinidad. En verano enseñaba natación en su casa, junto a su esposa. Fue socio del Sport Social Club, ya que le gustaba el tenis, actividad en la que supo colaborar en algunos trabajos físicos con Marcelo Ingaramo. Adoraba los deportes donde se destacaba la técnica de los deportistas y fue, indudablemente, el padre del vóley local, su mayor impulsor. En el Mundial de voleibol 1982, que se hizo en Argentina, recorría los entrenamientos y los partidos de distintos seleccionados con un cuaderno. Anotaba todo lo táctico y las jugadas para sumar conocimientos y aplicarlos en su equipo. Un adelantado. Por entonces, era escaso el material que se conseguía. Promovió, junto a otros profesores como Gustavo Carrara y Walter Garrone (ex-DT de Atenas), las ligas estudiantiles cordobesas, una competencia que perdura hasta hoy, con cambios. En esas primeras ligas exigía que los profes cobraran un extra por dirigir una escuadra. Como persona, aconsejaba, era buen amigo y compañero. Como profe, era recto, riguroso, muy adepto a normas que establecían sus tiempos: pelo corto, por ejemplo. Era serio, de pocas palabras, y en el bolsillo de su camisa siempre asomaba una etiqueta de puchos. En sus últimos tiempos siguió dedicado a la docencia como inspector de Educación Física en la Regional 3. En la sección Deportes, de elDiario, se publicó la siguiente semblanza en ocasión de su fallecimiento, ocurrido el 8 de enero del año 2000: Se fue un ser humano querido por todos, una excelente persona que dejará un lugar vacío entre sus familiares, sus amigos, sus exalumnos y sus excompañeros de trabajo. Fue docente de alma, profe de Educación Física de una buena parte de los chicos (hoy, adultos), que pasaron por el secundario del Rivadavia o el profesorado del Trinitarios. El vóley fue su especialidad. También se dedicó a la natación y desde la inspección de la Región Tercera le dio un fuerte impulso a las competencias intercolegiales y las Ligas Estudiantiles. Se había sumado a la Agencia Córdoba Deportes, donde llegó con su espíritu inquieto para seguir luchando por el crecimiento de la actividad; sin embargo, de allí lo arrancó una cruel enfermedad. Falleció a los 56 años.
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