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» Misionesopina
Fecha: 28/12/2025 11:25
La economía de Milei La otra cara de la crisis: se multiplican comercios truchos de ropa, comida y bebida La recesión que atraviesa la economía nacional no solo se traduce en cierres, despidos y achiques en el comercio formal de Posadas. En paralelo, avanza un fenómeno menos visible pero cada vez más extendido: la proliferación de comercios informales, con locales habilitados de manera precaria y trabajadores sin registrar. Así lo advirtió el Agustín Gómez, secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio de Posadas, tras relevamientos propios realizados por el gremio en distintos barrios de la capital provincial. Estamos notando que se están multiplicando locales que abren en la informalidad, con personal en negro y sin cumplir las condiciones básicas. Lo vemos en rubros como venta de bebidas, alimentos y ropa. Son comercios totalmente irregulares, señaló Gómez en declaraciones a Misiones Opina. Según explicó, el sindicato realizó recorridas y relevamientos que confirmaron la expansión de esta modalidad en barrios como Itaembé Guazú, Itaembé Miní, Villa Cabello, Garupá, la zona de las avenidas Cocomarola y 213, e incluso en sectores del centro posadeño. De acuerdo al diagnóstico gremial, muchos de estos emprendimientos logran abrir sus puertas con habilitaciones mínimas municipales, en algunos casos apenas un permiso básico, sin cumplir con las exigencias laborales, comerciales y de seguridad que sí pesan sobre el comercio formal. Detectamos empresas y empleados en negro. Es una situación que se repite y que crece al calor de la crisis, advirtió el dirigente mercantil. La expansión de estos comercios truchos aparece como la contracara de un escenario cada vez más complejo para el sector formal, que enfrenta una fuerte caída del consumo, suba de costos fijos y pérdida sostenida de puestos de trabajo. Como viene informando Misiones Opina, en las últimas semanas cuatro empresas históricas de Posadas iniciaron un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo de la Nación: Torres e Hijos Colchones Taurus, Frigorífico El Abasto, Maravilla Regalos y Refrigeraciones Posadas, que en conjunto concentran cerca de 300 empleos. Las solicitudes de PPC reflejan distintos grados de gravedad dentro de un mismo diagnóstico. Colchones Taurus pidió autorización para reducir un 30% los salarios, mientras que el Frigorífico El Abasto planteó un recorte del 50% de los sueldos. En tanto, Maravilla y Refrigeraciones Posadas solicitaron no pagar durante seis meses los aportes patronales y las cargas sociales, sin tocar el salario de los trabajadores, argumentando que esos costos se volvieron imposibles de sostener con el nivel actual de ventas. La fábrica de colchones, nacida en Posadas, opera hoy en cinco provincias con casi 150 empleados, lo que da dimensión del impacto potencial de la crisis. En paralelo, el mapa comercial de la ciudad se reconfigura a fuerza de mudanzas y cierres. Un comercio de gran superficie sobre avenida Ayacucho, A Full, se trasladó a Itaembé Miní para reducir costos ante un alquiler que, según fuentes del sector, trepó a los 7 millones de pesos. La zapatería Roca cerró su sucursal de Rioja y San Lorenzo, mientras que la librería y juguetería Federal, de Apóstoles, bajó definitivamente sus persianas. A esto se suma la sustitución de personal efectivo por cooperativistas en algunas cadenas de supermercados, una práctica que el sindicato viene denunciando por profundizar la precarización laboral. El dato más preocupante es que en los últimos dos años el comercio de Posadas perdió alrededor del 30% del empleo formal, remarcó Gómez. En ese contexto, la informalidad aparece como una válvula de escape para algunos sectores, pero también como un factor que distorsiona la competencia, debilita derechos laborales y erosiona la recaudación. Mientras el comercio formal ajusta, pide auxilio o cierra, los locales informales avanzan en barrios y zonas periféricas, y ya empiezan a asomar también en el centro. Para el gremio mercantil, se trata de una señal clara de que la crisis no solo achica el empleo registrado, sino que empuja a una parte creciente de la actividad económica hacia la marginalidad, en un escenario donde el consumo no repunta y la recesión sigue marcando el pulso de la ciudad.
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