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» La opinion
Fecha: 28/12/2025 02:55
Por Fernando Ramírez El Gobierno de Javier Milei parece estar siempre en terapia intensiva últimamente, ahora con la falta de dólares para pagar un vencimiento clave de deuda externa de más de 4.200 millones de dólares, que no los hay, pese al declamado apoyo económico del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y de las repetidas declaraciones del jefe de Estado y del ministro de Economía, Luis Caputo, de que lo afrontarían sin problemas. Esa nueva situación extrema de la economía argentina enciende una luz amarilla ante las marchas y contramarchas de Milei, un presidente economista que enfrentó este año el histórico récord de dos corridas cambiarías (la última parecía el final del Gobierno, pero apareció la intervención del presidente de los Estados Unidos). La anemia de reservas viene ya desde diciembre del año pasado y el jefe de Estado rechazó una y otra vez el consejo de economistas reputados, como su otrora apreciado Domingo Cavallo, para que modificar la política cambiaria y pasar a un proceso de acumulación de reservas. Según el jefe de Estado, son econochantas sin cualidades profesionales, pero la realidad indica que por el faltante de reservas el país ya soportó una corrida cambiaria en abril y otra, casi terminal, en septiembre. Y ahora no alcanza la moneda estadounidense para pagar el vencimiento del 9 de enero, pese a que Milei y Caputo anunciaron con bombos y platillos e izando la bandera norteamericana el fin de los problemas de pago de deuda por parte de Argentina. Ese día hay que pagar 4.200 millones de dólares y se calcula que faltan unos 1.700, por lo que Milei y Caputo elucubran diversas salidas para lograr salir a flote otra vez de este entuerto económico que se presentará en el tórrido verano. La dificultad se da en momentos en que la impresionante escalada legislativa obtenida por la fuerza política de Milei y los bríos de la propaganda oficialista hicieron pensar que con las alianzas ideológicas y la chequera con los gobernadores La Libertad Avanza se encaminaba a sancionar sin dificultades el Presupuesto y que lo mismo podía ocurrir con las reformas laboral y tributaria, pero a veces la falta de astucia y la sinrazón de la Casa Rosada hacen trastabillar peligrosamente las ambiciosas iniciativas. Lo primero lo consiguió con ciertas dificultades en Diputados, donde la oposición le volteó un capítulo clave, y consecuencia de ello la reforma laboral quedó pendiente para febrero. No es la primera vez ni parece ser la última que la realidad choca contra la parafernalia de la maquinaria propagandística de La Libertad Avanza, que culpa al kirchnerismo y al Parlamento de embestir contra la política de déficit cero, pero ahora será difícil adjudicarle el problema a esos sectores porque solo Milei y Caputo tienen las riendas de la política cambiaria. Para colmo, Milei termina el año con un impresionante triunfo electoral, pero se peleó con sus aliados del Pro por haberlos dejado fuera de la negociación por la renovación en la Auditoría General de la Nación. Y algunos números de la economía real ya son pésimos; 7 de cada 10 argentinos recortaron sus gastos en los últimos tres meses, según una encuesta privada; y una de las sucursales más emblemáticas del retail argentino bajó definitivamente las persianas: Easy La Tablada cerró tras 30 años de actividad ininterrumpida. El expresidente del Banco Central Martín Redrado -alguien al que no se puede tildar de kirchnerista- dijo que solo hay cinco sectores beneficiados con este modelo y pronosticó que se va hacia un país para 20 millones de argentinos, con lo cual quedarán afuera del sistema otros 28 millones de habitantes. (Fuente Parlamentario.com)
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