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» El cordillerano
Fecha: 27/12/2025 21:08
CONTÓ TODO Chano Charpentier contó los secretos de trabajar con Damián Betular antes de que sea famoso Mucho antes de que sus nombres se volvieran habituales en la televisión y los escenarios, Chano Charpentier y Damián Betular compartieron una etapa muy distinta de sus vidas. Sin flashes, sin reconocimiento público y con rutinas exigentes, ambos coincidieron en un restaurante porteño, cuando todavía estaban lejos del lugar que hoy ocupan en el mundo del espectáculo. El recuerdo salió a la luz durante una entrevista en un programa de streaming conducido por Migue Granados, donde Chano Charpentier se permitió volver sobre su pasado laboral, previo al éxito masivo con Tan Biónica. En ese contexto, el músico contó que a los 26 años trabajaba como camarero, una tarea que le permitía sostenerse económicamente mientras su carrera artística aún no despegaba. Fue en ese restaurante donde conoció a Damián Betular, quien por entonces se desempeñaba como pastelero. El contraste entre aquel pasado y el presente de ambos fue uno de los puntos que más llamó la atención del relato. Yo era camarero, él era pastelero. Increíble, recordó Chano, marcando la distancia entre esa etapa anónima y la fama que llegaría años más tarde. Lejos de describir a un Betular tímido o reservado, Chano Charpentier aseguró que su personalidad ya estaba definida incluso antes de la exposición mediática. Él ya era un personaje como es hoy en Olga; siendo anónimo ya era así. Vos siempre llegabas y él estaba hablando, como haciendo un monólogo, contó entre risas, dejando en claro que el carisma del chef no nació frente a cámara, sino que ya formaba parte de su forma de ser. El músico también se detuvo en el clima que se vivía puertas adentro de ese lugar. Según relató, el ambiente laboral estaba atravesado por excesos y consumo, una situación que le resultó especialmente compleja en un momento sensible de su vida personal. Donde yo estuve, era tremendo. Era peor que un show de rock, consumían todos. Betular no, aclaró, marcando una diferencia tajante respecto de su compañero. En ese período, Chano Charpentier atravesaba una etapa de recuperación luego de un tratamiento de rehabilitación. Ese trabajo le permitió mantenerse alejado de las adicciones durante un tiempo prolongado, pese a las tentaciones constantes del entorno. Llego y estoy como tres años limpio trabajando ahí de camarero, y una noche no aguanté más, confesó, con crudeza, al recordar el momento en que volvió a recaer. Esa experiencia marcó uno de los capítulos más difíciles de su historia personal, cuando todavía no contaba con la contención que luego le daría la música y el reconocimiento público. Con el paso del tiempo, Chano transformó ese pasado en una herramienta de reflexión, hablando abiertamente sobre las adicciones y los procesos internos que atravesó antes de consolidarse como artista. El cruce con Damián Betular funciona hoy como una postal inesperada de dos caminos que, desde un mismo punto de partida, tomaron rumbos distintos pero igualmente exitosos. Uno encontró su lugar en la música y el otro en la gastronomía, pero ambos cargan con historias previas que explican, en parte, quiénes son hoy. Así, el relato de Chano Charpentier no solo sorprendió por revelar cómo era trabajar con Betular antes de la fama, sino también por mostrar que detrás del brillo actual hubo años de esfuerzo, anonimato y aprendizajes duros. Un pasado compartido que, visto a la distancia, adquiere un valor casi simbólico en la vida de los dos.
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