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Fecha: 27/12/2025 06:05
La senadora nacional por Santa Cruz, Alicia Kirchner, expuso su postura durante el debate del Presupuesto Nacional en el recinto del Congreso, donde cuestionó el contenido del proyecto impulsado por el Gobierno nacional y adelantó que no acompañaría su aprobación. La legisladora planteó objeciones vinculadas a la falta de programas acordes a la realidad del país, el impacto del ajuste sobre los sectores más vulnerables, la ausencia de una mirada federal y la reducción de partidas destinadas a las provincias, en particular a Santa Cruz. Kirchner afirmó que es importante tener un presupuesto, pero aclaró que el debate se dio luego de dos años de funcionamiento con partidas prorrogadas y recordó que el propio Gobierno retiró el proyecto en 2025. En ese sentido, sostuvo que salir de ese esquema era positivo, aunque advirtió que debía hacerse con programas que se adecuaran a la realidad social y económica del país, y señaló que el texto en discusión no cumplía con ese objetivo. La senadora manifestó que no se trataba solo de brindar la herramienta presupuestaria, sino de otorgar instrumentos que permitieran el desarrollo de los argentinos y argentinas, algo que, a su criterio, el proyecto no garantizaba. Por ese motivo, explicó que aprobarlo le generaba serias dudas y confirmó que no lo votaría, aclarando que su decisión no buscó entorpecer el funcionamiento institucional, sino evitar convalidar una gestión que consideró perjudicial para la mayoría de la población. Durante su intervención, Kirchner criticó al presidente Javier Milei y afirmó que estaba cumpliendo lo que había anunciado en campaña al avanzar con un ajuste que afectó al Estado y al patrimonio de los argentinos. En ese marco, señaló que las políticas implementadas terminaron impactando sobre jubilados, personas con discapacidad y sectores vulnerables, y sostuvo que no alcanzaba con mostrar superávit fiscal si no existía un superávit social. La legisladora también puso el foco en la falta de una perspectiva federal dentro del Presupuesto y advirtió que no se contemplaron las particularidades de las distintas regiones del país. Como ejemplo, mencionó los aumentos en las tarifas de gas, que ubicó entre el 1000 y el 1900 por ciento según la zona y el consumo, y planteó interrogantes sobre el impacto de las subas en la electricidad, tanto en el sur como en el norte argentino. En relación con Santa Cruz, Kirchner enumeró recortes en programas nacionales vinculados a la salud y las políticas sociales. Indicó que las pensiones por invalidez registraron una caída del 41,2 por ciento, que la atención médica no alcanzó al 99,5 por ciento de la demanda y que el presupuesto para pensiones no contributivas se redujo un 63 por ciento. Además, cuestionó la falta de inversión en rutas, redes de gas y energía, y remarcó la importancia estratégica del sector energético para el desarrollo del país. Sobre las represas de Santa Cruz, la senadora señaló que en el actual proyecto figuraban partidas por 200 mil millones de pesos, cuando en el presupuesto anterior se habían consignado 600 mil millones. En ese punto, relató que antes de las elecciones se había anunciado el inicio de las obras, lo que generó expectativas en unas 2.200 familias, aunque hasta el momento no se concretaron los trabajos. En ese contexto, pidió mayor seriedad al momento de anunciar y prometer políticas públicas. Kirchner también cuestionó el funcionamiento de la Comisión de Presupuesto, al relatar que se avanzó en la firma del dictamen sin escuchar a todos los funcionarios convocados, lo que consideró un triste ejemplo en términos de calidad institucional. Explicó que decidió retirarse de la reunión al sentirse irrespetada, no solo en lo personal, sino en representación de las provincias. En otro tramo de su discurso, la senadora se refirió a las políticas sociales y recordó que programas como la Asignación Universal por Hijo y el Plan Alimentar fueron creados durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Si bien valoró que se mantuvieran, afirmó que resultaban insuficientes sin un acompañamiento con otras políticas de inclusión y desarrollo. También cuestionó las prioridades del gasto nacional, al señalar inversiones en áreas como inteligencia y viajes oficiales, mientras se descuidaban obras básicas de infraestructura. Finalmente, Kirchner advirtió sobre el endeudamiento de las familias argentinas, al mencionar que el 50 por ciento de la población utilizaba tarjetas de crédito y que un 7 por ciento ya no podía afrontar los pagos. Comparó esa situación con el endeudamiento del Estado para el pago de intereses y llamó a reflexionar sobre el rumbo económico y social del país, al tiempo que pidió a los senadores pensar su voto en función de los intereses de la población.
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