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» Contextotucuman
Fecha: 24/12/2025 18:26
Miercoles 24 de Diciembre de 2025, 16:52 Eben Alexander El testimonio de Eben Alexander, un neurocirujano estadounidense formado en Harvard, volvio a recorrer el mundo en plena Navidad con un mensaje que interpela tanto a la ciencia como a la fe: asegura que visito el cielo mientras su cuerpo permanecia en coma profundo, con la actividad cerebral superior completamente apagada, y que regreso con una certeza que segun afirma cambio su vida para siempre y le trajo una tranquilidad absoluta frente a la muerte.Alexander no es un predicador ni un mistico. Durante decadas fue un cientifico riguroso, educado en el escepticismo y convencido de que toda experiencia humana, incluso la espiritual, era producto exclusivo del cerebro. Creia que las experiencias cercanas a la muerte eran simples alucinaciones provocadas por un cerebro danado, ha dicho. Hasta que le toco vivir una. Todo comenzo de manera abrupta. Un fuerte dolor de cabeza lo desperto una manana y, en pocas horas, su estado se agravo dramaticamente. Fue internado de urgencia en el hospital donde trabajaba, en Virginia, y diagnosticado con una meningitis bacteriana extremadamente rara: una cepa agresiva de E. coli que comenzo a destruir su cerebro. En cuestion de horas, Alexander cayo en coma profundo. Permanecio siete dias en estado vegetativo. Los medicos fueron categoricos: sus posibilidades de sobrevivir eran minimas. Los estudios neurologicos mostraban que su neocorteza la region responsable del pensamiento, la memoria, la identidad y la conciencia estaba completamente fuera de funcionamiento. No habia actividad compatible con suenos, pensamientos o percepciones. Desde el punto de vista de la neurociencia, su mente estaba apagada. Mi cerebro estaba desconectado, pero yo seguia existiendoContra todo pronostico, Alexander asegura que, mientras su cuerpo yacia inmovil, su conciencia seguia activa. Y no solo eso: emprendio un viaje que describe como real, coherente y mas vivido que cualquier experiencia terrenal. Relata que primero atraveso un estado primitivo, oscuro y silencioso, una suerte de ambito inicial sin tiempo ni lenguaje. Luego, una luz intensa se abrio paso y lo condujo hacia un paisaje que define sin rodeos como el cielo. Habla de valles verdes, rios cristalinos, musica envolvente y colores imposibles de describir con palabras humanas. Un mundo profundamente vivo, donde todo estaba conectado con todo. No habia miedo, no habia angustia, no habia soledad. Solo una sensacion total de pertenencia, afirma. Para Alexander, el rasgo central de ese lugar no fue la belleza, sino la paz. Una paz absoluta, imposible de comparar con cualquier estado emocional conocido en la vida cotidiana. El mensaje central: no hay nada que temerDurante su experiencia, Alexander asegura haber recibido un mensaje claro y constante, sin palabras pero con una fuerza imposible de ignorar: el universo esta basado en el amor, la existencia tiene sentido y no hay nada que temer. Senti, con una certeza total, que somos amados incondicionalmente y que nada puede salir realmente mal, sostiene. Esa conviccion, dice, es la que se llevo consigo al regresar y la que le permitio perder el miedo a la muerte. En ese otro plano, todo estaba interconectado. Nada era ajeno ni separado. No existia la angustia que domina muchas veces la experiencia humana. El cielo es mas real que la Tierra, afirma, menos denso, pero infinitamente mas intenso. La mujer en el cielo y una confirmacion inesperadaUno de los aspectos mas impactantes de su relato es la presencia de una mujer que actuo como guia durante el viaje. Alexander nunca la habia visto en su vida. Sin embargo, meses despues de despertar y comenzar su recuperacion, recibio una fotografia enviada por familiares biologicos a los que habia intentado contactar anos antes. En esa imagen reconocio de inmediato el rostro de la mujer que habia visto en el cielo. Era Betsy, su hermana biologica, fallecida antes de que el pudiera conocerla. Para Alexander, ese reconocimiento fue decisivo. Lo vivio como una confirmacion externa de que su experiencia no habia sido un sueno ni una alucinacion. Ahi entendi que lo que habia vivido era real, sostiene. Un regreso sin explicaciones medicasCuando desperto del coma, los medicos ya evaluaban retirar el soporte vital. Su recuperacion fue tan rapida como inexplicable: en pocas semanas recupero el lenguaje, la memoria y todo su conocimiento cientifico acumulado tras mas de dos decadas de carrera. No existe, hasta hoy, una explicacion medica clara para esa recuperacion completa. Pero Alexander insiste en que volvio cambiado. No como alguien que creyo ver algo, sino como alguien que perdio el miedo fundamental que atraviesa a los seres humanos. Ciencia, fe y una tranquilidad que permaneceSu historia genera rechazo en sectores de la comunidad cientifica y adhesion en ambitos religiosos y espirituales. Alexander no reniega de la ciencia, pero sostiene que esta aun no puede explicar la conciencia en su totalidad. Su experiencia quedo plasmada en el libro Map of Heaven, donde desarrolla la idea de que el cerebro no crea la conciencia, sino que la filtra. Anos despues, su mensaje sigue siendo el mismo y explica por que su testimonio vuelve a circular cada Navidad: asegura que visito el cielo, que regreso, y que lo mas importante que trajo consigo no fue una vision espectacular, sino algo mucho mas simple y profundo. Tranquilidad. La certeza de que no estamos solos. Y la conviccion de que, al final, no hay nada que temer. Mas leidas hoy 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mas leidas en la semana 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
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