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» Diario Pampa
Fecha: 24/12/2025 13:55
Escuchá esta nota EL DIARIO digital Lo que comenzó como una jornada de modernización tecnológica en la Unidad 4 de Santa Rosa terminó en un verdadero escándalo que sacude las estructuras del Servicio Penitenciario Federal. Durante este fin de semana, la implementación de un nuevo scanner de alta tecnología, destinado a endurecer los controles de ingreso al penal, permitió detectar que un propio integrante de la fuerza intentaba ingresar estupefacientes a la cárcel. Según confiaron fuentes del SPF a El Diario, el episodio ocurrió durante una "prueba piloto" del nuevo equipamiento. En ese marco, se decidió que el personal también debía someterse al control del scanner. La sorpresa fue mayúscula cuando llegó el turno de un guardiacárcel de 28 años, cuya identidad se mantiene bajo reserva, pero de quien se sabe es hijo de un exjefe administrativo de la misma unidad penal. Al advertir que la sensibilidad del scanner dejaría al descubierto lo que transportaba, el agente aprovechó un momento de distracción de quienes operaban el equipo para emprender una veloz huida hacia el exterior del sector de control. En su carrera, el uniformado descartó un par de envoltorios que, tras ser recuperados, se confirmó que contenían marihuana y cocaína. "Para consumo personal" Fuentes ligadas a la Colonia Penal detallaron a este diario que la cantidad de sustancia hallada sería equivalente a lo que habitualmente se denomina "consumo personal", aunque el agravante de ser un funcionario público y el intento de introducirla en un ámbito carcelario disparó de inmediato las actuaciones administrativas y judiciales de rigor. Tras el incidente, se inició un sumario interno para determinar la responsabilidad del agente y se dio intervención a la Justicia Federal. El hecho generó un fuerte malestar dentro de la Unidad 4, no solo por la gravedad de la falta, sino por los vínculos familiares del involucrado con la jerarquía histórica del establecimiento. La incorporación de estos nuevos scanners forma parte de un plan nacional para frenar el ingreso de drogas y celulares a las cárceles federales, pero nadie esperaba que el primer resultado positivo del equipo pusiera tras las cuerdas a un propio miembro de la guardia.
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