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» Diario Cordoba
Fecha: 24/12/2025 07:23
Apuñaló a tres peatones con los que se cruzó en una calle cercana a su casa, en Puente de Vallecas (Madrid). Luego, se encerró en su cuarto y empezó a recitar pasajes del Corán. Su madre y su hermano mayor llevaban dos semanas oyendo esas letanías. Hasta que el 22 de noviembre, Mohamed, español, 18 años, les anunció: "Tengo que salir a matar cristianos". Poco después de atacar a una anciana y dos hombres, regresar a casa y atrincherarse en su cuarto, agentes de la Policía Nacional y antidisturbios llegaron a detenerlo. Su hermano mayor les había llamado. Cuando llegaron los agentes, Mohamed los amenazó y los atacó con un cuchillo hasta que recibió tres disparos. Quedó herido y lo llevaron al hospital. Ahora está en prisión. Trazas de cannabis Un mes después del suceso, los investigadores de la Brigada de Información y la Audiencia Nacional no tienen dudas de que se trató de un ataque yihadista. De hecho, según ha sabido el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica, Mohamed no estaba drogado cuando cometió los ataques, como se dijo en un principio, tampoco cuando se enfrentó con la policía. Los análisis toxicológicos que le han realizado solo muestran en su organismo pequeñas trazas de cannabis. Según las investigaciones practicadas hasta ahora, Mohamed tampoco es un enfermo mental. No había sido diagnosticado ni presentaba rasgos típicos de la esquizofrenia ni otras patologías. Así que todo indica que su ataque fue consciente y elegido. Móvil desaparecido Los investigadores se enfrentan al enigma de por qué este joven se fanatizó de esa manera en las últimas semanas. Tratan de averiguar si alguien lo manipuló o si fue él solo el que se radicalizó a través de redes sociales. Su madre y su hermano no saben nada y están destrozados. Los teléfonos móviles del joven tampoco han servido para hallar la respuesta. Mohamed tenía tres dispositivos. Los dos que la policía ha podido analizar no han aportado nada de interés para la investigación. El tercer teléfono ha desaparecido. En redes sociales no hay pistas sobre Mohamed. "No tenía una vida paralela ahí, que sepamos", explican las fuentes consultadas por este canal. Robos callejeros Agentes de la Brigada Provincial de Información han rastreado el pasado del joven en busca de respuestas. Mohamed no fue un chico tranquilo ni integrado. Fuentes del caso explican que "tonteó" con la banda de los Bloods, un grupo juvenil de origen marroquí que disputa algunos territorios en Madrid a las bandas dominantes de los Trinitarios y los DDP. Su mala conducta y algún encontronazo con la ley (estuvo envuelto en pequeños robos callejeros) hicieron que pasara un tiempo en un centro de menores de Madrid. A la salida, tuvo algunas relaciones con gente dedicada al menudeo (venta en pequeñas cantidades) de hachís en el barrio de Vallecas. "Es posible que cayera en el yihadismo como cayó en las pandillas, buscando un sentimiento de pertenencia, por el deseo de formar parte de algo", apunta un analista especializado en delincuencia juvenil. Los agentes han rastreado también qué hizo Mohamed la última noche antes de salir a "matar cristianos". Varios testigos le vieron caminando solo por Vallecas. Luego, llegó bastante tarde a casa, de madrugada. Nadie sabe si aquella última noche estuvo con alguien más que con sus obsesiones y sus demonios. - Cortada la N-432 a la altura del Lobatón tras un accidente de tráfico - Un viaje a Cazorla que vale 20.000 euros: 'Todavía no me lo creo - El 'efecto CVC' sitúa al Córdoba CF en el decimotercer puesto del reparto televisivo en Segunda
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