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Parana » AIM Digital
Fecha: 24/12/2025 06:40
Con una semana legislativa recortada por las fiestas y un Congreso activo hasta el final del año, el oficialismo buscará el próximo viernes cerrar 2025 con un resultado político clave: la aprobación del Presupuesto Nacional 2026 y del proyecto de Inocencia Fiscal, que se convertirían en las primeras leyes sancionadas por La Libertad Avanza en el actual período legislativo. Aunque desde el Gobierno se había anticipado una agenda intensa entre el 10 y el 30 de diciembre, finalmente el alcance de las sesiones extraordinarias fue más acotado. El resto de las iniciativas, entre ellas la modernización laboral y la reforma de la Ley de Glaciares, quedó postergado para febrero. Tensiones en el Senado y comisiones bajo cuestionamiento El intento oficial de acelerar el tratamiento de la reforma laboral generó fricciones en el Senado. El armado exprés de las comisiones, que omitió instancias reglamentarias y alteró el sistema de representación proporcional, provocó fuertes reclamos del interbloque opositor, que anunció la posibilidad de recurrir a la Justicia para frenar la implementación de la iniciativa. Pese a ese escenario, el debate en comisión de los proyectos avanzó de manera ordenada. Los senadores peronistas optaron por autoexcluirse formalmente de las comisiones para deslegitimar su funcionamiento, aunque participaron activamente de las reuniones. Sin embargo, no emitieron dictámenes. El traspié llegó en Diputados Las mayores complicaciones para el oficialismo surgieron en la Cámara baja, donde el tratamiento del Presupuesto derivó en un conflicto inesperado. El texto final incorporó modificaciones respecto del dictamen aprobado semanas atrás, incluyendo un capítulo que derogaba, de manera indirecta, las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia en Discapacidad. Ambas normas habían sido aprobadas e insistidas por el Congreso tras el rechazo de sendos vetos presidenciales, por lo que su inclusión generó un fuerte rechazo opositor. La maniobra fue interpretada como un exceso por parte del oficialismo, que volvió a evidenciar su condición de minoría en ambas cámaras. Quórum ajustado y una señal de advertencia La fragilidad parlamentaria quedó expuesta durante la sesión en Diputados. A diferencia de encuentros anteriores, el quórum se alcanzó sobre el límite del tiempo reglamentario, con demoras deliberadas de los bloques opositores. El oficialismo logró iniciar el debate, pero quedó claro que cada votación depende de acuerdos finos y apoyos circunstanciales. El punto de quiebre se produjo con el rechazo del capítulo cuestionado del Presupuesto. Esa derrota marcó un límite al impulso que el oficialismo arrastraba desde fines de octubre y funcionó como una señal de advertencia sobre los márgenes reales de gobernabilidad legislativa. Marcha atrás y reordenamiento de la agenda Tras ese revés, el Gobierno decidió descomprimir la situación. Patricia Bullrich, con experiencia en negociaciones parlamentarias, anunció que los temas pendientes de extraordinarias se tratarán en febrero. Los propios senadores dialoguistas adelantaron que no acompañarían la reforma laboral en estas condiciones, lo que selló su postergación. El Presupuesto, en cambio, avanzará sin cambios en el Senado. El oficialismo no contaba con los votos necesarios para devolverlo a Diputados y necesita mostrar que puede aprobar una ley clave antes de cerrar el año. La última sesión del año El viernes 26 será el turno de la última sesión del Senado en un año adverso para La Libertad Avanza en términos legislativos. Si se concreta la aprobación del Presupuesto 2026 y de Inocencia Fiscal, el oficialismo podrá cerrar el año con un triunfo acotado pero simbólico: sancionar sus primeras leyes desde febrero de 2025 y evitar que el Congreso vuelva a convertirse en un frente de bloqueo político.
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