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» Diario Chaco
Fecha: 24/12/2025 02:49
La confirmación de los primeros tres casos del subclado K de la influenza A (H3N2) en Argentina volvió a encender las alertas sanitarias y reforzó la vigilancia epidemiológica en el país. La detección fue informada en el último Boletín Epidemiológico Nacional, que también destacó el rol del tratamiento antiviral como complemento de la vacunación. Los casos corresponden a dos adolescentes de 13 y 15 años residentes en Santa Cruz, uno de ellos con coinfección por SARS-CoV-2, y a un niño de 5 años internado en la Ciudad de Buenos Aires. La identificación fue posible gracias a estudios de secuenciación genómica realizados por el Laboratorio Nacional de Referencia del INEI-ANLIS. Ante este escenario, el Ministerio de Salud remarcó la utilidad del oseltamivir, un antiviral ampliamente utilizado en cuadros de influenza. Según el BEN, el fármaco es una herramienta terapéutica complementaria, especialmente indicada para personas con factores de riesgo de desarrollar complicaciones. El documento oficial señala que la mayor efectividad del tratamiento se observa cuando se inicia dentro de las primeras 48 horas desde el comienzo de los síntomas, aunque también se registraron beneficios en pacientes con enfermedad grave aun cuando el inicio sea más tardío. Entre ellos, se destaca la reducción del tiempo de internación y del riesgo de mortalidad en casos severos. Especialistas advirtieron, no obstante, que el uso del antiviral debe ser siempre bajo indicación médica. El infectólogo Ricardo Teijeiro explicó que la automedicación favorece la aparición de resistencias y puede reducir la eficacia futura del tratamiento, por lo que subrayó la importancia de un diagnóstico adecuado antes de iniciar cualquier terapia. El subclado K de la influenza H3N2 mostró una rápida expansión a nivel mundial desde agosto de 2025 y ya fue detectado en más de 30 países. Si bien por el momento no se registró un aumento significativo de cuadros críticos en Argentina, este tipo de virus suele asociarse a síntomas más intensos y a un mayor impacto en adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes. Fiebre alta, dolores musculares, cefalea, tos seca y un marcado cansancio son algunos de los síntomas más frecuentes. En niños y adultos mayores también pueden aparecer manifestaciones gastrointestinales. Desde Salud reiteraron que la vacunación anual contra la influenza continúa siendo la principal herramienta de prevención, ya que reduce el riesgo de hospitalizaciones y muertes. Además, recomendaron mantener medidas de cuidado como la ventilación de ambientes, el lavado frecuente de manos y la consulta temprana ante síntomas compatibles.
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