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» El Sur Diario
Fecha: 23/12/2025 12:50
Con la proximidad de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, las áreas municipales de Veterinaria y Discapacidad renovaron el llamado a la comunidad para no utilizar pirotecnia, una práctica que provoca serias consecuencias en animales, personas con discapacidad, adultos mayores, bebés y personas con hipersensibilidad auditiva. Las advertencias fueron formuladas por Nora Lis Colle, responsable del área de Veterinaria, y Carina Bordiga, a cargo del Área de Discapacidad, quienes coincidieron en que el disfrute de las fiestas no puede construirse a costa del sufrimiento de otros. El impacto de la pirotecnia en los animales Desde el área de Veterinaria, Nora Lis Colle remarcó que los animales reaccionan con pánico extremo frente a los estruendos, lo que puede derivar en situaciones graves e incluso fatales. “En animales gerontes puede haber paros cardíacos o respiratorios. Es muy desagradable verlos con ataques de pánico, ansiedad y sufrimiento”, explicó. Entre las principales recomendaciones, señaló que las mascotas no deben quedar solas, no deben estar atadas ni en terrazas o espacios elevados, ya que en su intento de huida pueden arrojarse al vacío o lastimarse gravemente. También aconsejó resguardarlas en lugares seguros, acompañarlas, contenerlas y, si es posible, utilizar música suave para amortiguar los ruidos externos. Evitar prácticas riesgosas Colle fue enfática al desaconsejar el uso de tranquilizantes sin indicación profesional. “No son sustancias seguras y menos en un estado de excitación. Cada animal reacciona de manera distinta y solo en casos puntuales debe intervenir un veterinario”, aclaró. Asimismo, advirtió sobre riesgos frecuentes dentro del hogar: puertas de vidrio, objetos que puedan caer, o espacios inseguros que pueden provocar lesiones durante un episodio de pánico. “Lo ideal es un lugar resguardado, con cierto aislamiento del sonido y sin elementos peligrosos”, indicó. Personas que también sufren el ruido Por su parte, Carina Bordiga subrayó que la pirotecnia no solo afecta a los animales, sino también a personas con discapacidad, adultos mayores, bebés y personas enfermas. “Apelamos a la humanidad y a la empatía. La alegría de una fiesta no se mide por el ruido, se mide por la posibilidad de que todos puedan disfrutar”, sostuvo. En ese sentido, remarcó que muchas personas con hipersensibilidad auditiva pueden sufrir desorientación, crisis, autoagresiones o reacciones que terminan afectando a todo el entorno familiar. Un cambio cultural que todavía cuesta Consultada sobre el nivel de conciencia social, Bordiga reconoció avances, aunque admitió que aún queda camino por recorrer. Destacó especialmente la actitud de los jóvenes durante las recientes Jornadas de la Juventud, donde no se utilizó pirotecnia. “Fue un orgullo y creemos que ese mensaje puede replicarse en las fiestas”, señaló. No obstante, insistió en que todavía es necesario reforzar la concientización. “Para algunos es disfrute, pero para otros es sufrimiento. Si ponemos el foco en lo que generan los estruendos, quizás podamos cambiar conductas”, reflexionó. Un llamado a celebrar con empatía Desde ambas áreas municipales coincidieron en que celebrar sin pirotecnia es una forma concreta de cuidar la salud, la integridad y el bienestar de toda la comunidad. El mensaje final apunta a construir fiestas basadas en el encuentro, los abrazos y el respeto, dejando de lado prácticas que provocan miedo, dolor y exclusión.
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