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» Los Andes
Fecha: 23/12/2025 15:46
El puma es uno de los depredadores tope con marcada presencia en Mendoza. No es muy amigo de la presencia humana, por lo que generalmente esquiva los sitios frecuentados por personas. Sin embargo, en las pampas cordilleranas y en los parajes más remotos de la Cordillera de los Andes su presencia es una constante. Sobre todo en aquellos sitios en los que también hay una marcada presencia de guanaco, puesto que esta especie conforma la dieta principal del puma. La Reserva Natural Villavicencio es uno de los sitios con una nutrida población fija, tanto de guanacos (allí habita una de las mayores colonias de esta especie de todo el país) como, en consecuencia, de pumas. Pero estos últimos se mueven y manejan con un poco más de sigilo, saliendo a la zona de los senderos solamente para cazar. Martín Pérez, uno de los guardaparques de Villavicencio -y quien también es fotógrafo profesional- se ha convertido en una especie de "Señor de los Pumas". Por su función, sumado a que siempre anda con la cámara en mano, se ha convertido en el fotógrafo y retratista de los pumas de ese paraje cordillerano. Y hace unos días "capturó" -metafóricamente hablando, ya que lo hizo con su cámara- a dos pumas en un instante de descanso. La imperdible secuencia de dos pumas descansando y su reacción ante las fotos El viernes 19 de diciembre, Martín circulaba en su camioneta mientras realizaba uno de sus recorridos de rutina por la vasta extensión de la reserva natural. En la zona de Uspallata, a la altura de los caracoles y al costado del camino, repentinamente observó una pareja de pumas recostados bajo la sombra. Eran un macho y una hembra y, de acuerdo a sus palabras, estaban echados, tranquilos, aprovechando el reparo del terreno. "Cuando notaron la camioneta, se levantaron y se fueron caminando despacio, sin correr. La hembra se alejó primero y tomó más distancia. El macho quedó un poco más atrás. Cuando la hembra ya se perdió de vista, el macho empezó a hacer llamados, buscándola. Fue en ese momento cuando alcancé a sacar las fotos. La imagen es simplemente eso: un registro de comportamiento, en una situación natural y breve, sin interferir", describió Martín. Según explicó Pérez a Los Andes, ni bien se percató de la presencia de los pumas, disminuyó la velocidad de la camioneta hasta detenerse en cero. Sin bajarse de la camioneta -como se recomienda en estos casos-, el guardaparques y fotógrafo tomó su cámara. "Cuando me vieron, se pararon y empezaron a subir por una quebrada al costado, en uno de los cerros. La hembra se alejó primero, iba caminando más rápido; mientras que el macho iba caminando un poquito más lento. Yo me quedé un rato mirando a ver qué hacían, si se echaban de vuelta ahí, Mi idea era hacer una foto, y fue en ese momento cuando le saqué al macho, que estaba más cerquita", resumió Martín. Ante la atenta mirada de Martín, quien se quedó quieto en el interior de la camioneta e intentó pasar desapercibido, repentinamente el macho empezó a llamar a la hembra, quien se encontraba en un sector un poquito más alto. "Así estuvo como 10 minutos, mientras yo lo miraba. Y, de un momento para el otro, se fue despacito caminando en la dirección a donde se había ido la hembra. Así se perdieron, y no lo escuché más", contó. Cómo actuar ante la presencia de un puma En Villavicencio y otros paisajes cordilleranos los avistajes de pumas son posibles. No obstante, también son raros y muy eventuales. De hecho, los pumas son animales que suelen evitar a toda costa a los humanos y su presencia, aunque ello no quita que puedan darse estos encuentros. Tanto en Villavicencio como en otras áreas protegidas o naturales, los pumas suelen mantenerse en las áreas intangibles (aquellas a las que no pueden acceder los visitantes -o no deberían-). Y, si salen a merodear, estos felinos suelen hacerlo durante la noche o a primera hora de la mañana. En la cartelería pública dispuesta en la Reserva Natural Villavicencio, en toda la ruta 52 y en otras áreas protegidas donde frecuentan estos ejemplares (la ruta 13 de Las Heras y la Pampa del Leoncito –San Juan-, entre otras) se detallan las principales recomendaciones referidas a cómo actuar en caso de toparse con un puma. Estas son: Mantener la calma. No agacharse ni sentarse. Permanecer erguido. Estar siempre de frente al animal para tener siempre contacto visual. No acercarse al animal, sobre todo si está comiendo o con sus crías. En caso de estar con niños, tomarlos en brazos para que no corran. Alejarse caminando despacio, hacia atrás. No correr. No acorralarlo y dejar siempre una vía de escape. Si el puma se vuelve agresivo: Levantar los brazos y agitar camperas o prendas para agigantar tu figura- Gritar fuerte. No caminar solos (menos de noche). En caso de estar con niños, mantenerlos siempre a la vista. Si se encuentran restos de animales muertos, mantener la distancia. Si se está acampando, guardar todos los residuos en un lugar adecuado. Mantener los alimentos en recipientes herméticos y los utensilios limpios. Sentarse en lugares abiertos, lejos de zonas de rocas, cuevas o monte. Estar atento a la presencia de huellas grandes de felino. Ante casos de avistamientos, avisar al 911 o al portal de ambiente de la provincia www.mendoza.gov.ar/ambiente.
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