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Parana » Radio La Voz
Fecha: 23/12/2025 06:29
Esto podría generar perjuicios en la salud física, emocional y cognitiva de los jóvenes por la exposición temprana a la nicotina. El 9% de los adolescentes de entre 13 y 18 años consume cigarrillos electrónicos en Argentina, una práctica en crecimiento que preocupa a especialistas por los riesgos para la salud física, emocional y cognitiva que implica la exposición temprana a la nicotina. En los últimos años, el vapeo se volvió cada vez más frecuente entre jóvenes, impulsado por dispositivos pequeños, diseños atractivos y sabores frutales que generan la percepción de ser una alternativa inofensiva. Sin embargo, la mayoría de los vapeadores contiene altas concentraciones de nicotina, incluso superiores a las de los cigarrillos tradicionales. “La nicotina llega al cerebro en cuestión de segundos y genera adicción rápidamente, especialmente en la adolescencia, una etapa donde el sistema de recompensa es mucho más vulnerable”, explicó la directora médica nacional de OSPEDYC, Valeria El Haj, y advirtió que esta dependencia temprana aumenta la probabilidad de que luego se inicie el consumo de cigarrillos convencionales. Un estudio de 2023 presentado por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Argentina) reflejó que el 8,9% de los adolescentes entre 13 y 18 años consume cigarrillos electrónicos y que, en la Ciudad de Buenos Aires, el 38,7% de los jóvenes probó al menos algún producto de tabaco o nicotina, según pudo saber la Agencia Noticias Argentinas. El Haj señaló además que los vapeadores pueden contener metales pesados, solventes y compuestos químicos que se liberan al calentarse, cuya inhalación repetida irrita las vías respiratorias y puede provocar inflamación pulmonar, tos persistente y dificultad respiratoria, además de registrarse casos de lesiones pulmonares graves asociadas al vapeo. La especialista remarcó que la nicotina también afecta la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje, y se asocia a mayor ansiedad, irritabilidad y cambios de ánimo durante la abstinencia, síntomas que muchos adolescentes describen como dependencia del dispositivo. Aunque la venta está prohibida a menores, el acceso continúa siendo sencillo a través de kioscos, redes sociales y plataformas online. En ese contexto, desde OSPEDYC subrayaron la importancia del diálogo en las familias y las escuelas, así como la búsqueda de acompañamiento profesional cuando el consumo ya genera ansiedad. “El vapeo en la adolescencia no es una moda pasajera, sino un fenómeno que puede impactar la salud respiratoria, emocional y cognitiva de una generación”, concluyó El Haj.
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