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» Clarin
Fecha: 19/12/2025 14:34
La Unión Europea emitirá deuda por valor de 90.000 millones de euros (unos 105.000 millones de dólares al cambio actual) para entregarla en préstamo, sin intereses, a Ucrania. Esa plata servirá para que Kiev se sostenga otros dos años, tanto financiando su gasto corriente como el esfuerzo de contener militarmente a Rusia. La decisión tomada pasadas las tres de la madrugada de este viernes tras una larga cumbre de dirigentes europeos, decisión que muchos analistas veían políticamente imposible incluso la mañana del jueves, es una buena noticia para la Unión Europea y sobre todo para Ucrania. Las conclusiones son varias. Europa entiende que Estados Unidos ya no es un aliado, sino más bien un adversario. Y que no puede depender de Washington para contener a Rusia. El presidente Donald Trump recortó el grifo financiero estadounidense a Kiev, pero los europeos lo mantienen y lo aumentan para cubrir el agujero que dejó Trump. Hay voluntad política para resistir a Rusia, aunque no la haya en Estados Unidos. La segunda lección de esta cumbre es que no hay miedo a plantar cara a las amenazas de Rusia. Cuando Rusia inició su agresión militar contra Ucrania, los europeos bloquearon 210.000 millones de euros de activos soberanos rusos, depositados en bancos europeos. A pesar de las recurrentes amenazas de Moscú, esta semana decidieron que esa plata no sólo seguirá bloqueada, sino que será confiscada salvo que Rusia pague reparaciones de guerra, algo que nadie espera. La tercera lección es que la excusa de financiar a Ucrania sirve para dar un paso adelante en la integración europea. Durante décadas se vio como una ley inamovible la imposibilidad de lanzar endeudamientos conjuntos europeos. Alemania entiende que por el tamaño de su economía es el primer avalista de ese endeudamiento y siempre lo vio con reticencias. Zelenski en Bruselas. Foto: EFE Berlín cedió tras la pandemia, pero repitió por activa y por pasiva que había sido un momento extraordinario y que no se repetiría. El jueves cedió de nuevo a pesar de que había otras formas de financiar a Kiev. La Comisión Europea acudirá de nuevo a los mercados para lograr esos 90.000 millones de euros y será avalada con parte del presupuesto europeo, que se alimenta por los Estados miembros en función de su tamaño y su situación económica, lo que hace que Alemania, de nuevo, sea el principal garante. Ucrania sale de Bruselas, donde estuvo el jueves su presidente Volodimir Zelenski, con muy buenas noticias después de meses de recibir varapalos, sobre todo desde Washington. Ese préstamo va sin intereses y además es muy probable que nunca tenga que devolverlo. El acuerdo sólo prevé la devolución de esa plata si Moscú paga reparaciones de guerra a Kiev. Si Moscú no paga, que es lo más previsible, Kiev no tendrá que devolverla nunca. Alemania llevaba días negando la posibilidad de un nuevo endeudamiento, y la presidenta de la Comisión Europea (la alemana Úrsula Von der Leyen, de la CDU, el mismo partido del jefe del Gobierno alemán) alegaba que era ilegal hacerlo sin un acuerdo a 27 Estados miembros, algo que fuentes diplomáticas negaban. El acuerdo niega eso porque se hace a 24 (Eslovaquia, Hungría y Chequia, con gobiernos prorrusos, se descuelgan), rompiendo otro tabú. La salida encontrada en la cumbre tiene además la ventaja de que mantiene confiscados los más de 200.000 millones de euros de activos rusos, que podrán usarse dentro de dos años para seguir sosteniendo a Ucrania o para ayudarla en la reconstrucción si la guerra ha acabado. Europa pone la plata y el acuerdo no es barato, pero a los diplomáticos les gusta repetir desde 2022 que no sostener a Ucrania y permitir que caiga en manos de Rusia sería muchísimo más caro porque nada asegura que, de tomar Ucrania, Moscú no se lanzaría hacia los Bálticos, Polonia o Rumanía. La cumbre fue, en definitiva, una sorpresa para los que esperaban un fracaso y probablemente una sorpresa para los ojos de Washington y Moscú. Ucrania se lleva más de 100.000 millones de dólares que no tendrá que devolver, Rusia pierde definitivamente más de 200.000 millones de dólares que Europa confisca y los europeos encuentran una forma de dejar de lado a los países proclives a Rusia. Moscú lleva meses repitiendo que Europa está cansada de apoyar a Ucrania y esperando que, sin el sostén de Washington, ese apoyo decayera. Pero en la noche del jueves, los dirigentes europeos dieron a Ucrania otros dos años. Zelenski tiene margen. Europa le deja por ahora decidir cuánto quiere resistir.
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